Puertomingalvo cumple una década de su Feria Solidaria de Antaño para recordar el pasado

Puertomingalvo ha vivido este fin de semana una edición muy especial de su ya tradicional Feria Solidaria de Antaño en la que se recuperan oficios y tradiciones de la primera mitad del siglo XX. Han pasado ya diez años desde que el entonces párroco de Puertomingalvo, Antonio Martínez, se marchará de misionero a Ecuador y los vecinos de esta localidad decidieran organizar esta actividad para recaudar fondos para apoyarle en esta labor. Ahora es ya una cita imprescindible en el verano de este municipio y cada vez son más las actividades que se realizan y para este décimo aniversario se han incorporado novedades como música y teatro. 

La presidenta de la Asociación Benéfico-Cultural Feria Solidaria de Antaño, Marta Arenós, destacó que el éxito de esta iniciativa radica en la “implicación de toda la gente del pueblo” sin la cual aseguró que “no sería posible hacerla”.

Esta participación de la población se dejaba sentir  en cada rincón de la localidad con mayores y pequeños vestidos con ropa de época y una gran animación en todas las actividades y exhibiciones.

En este certamen se recuperan muchos oficios antiguos y también hay un mercadillo que permite recaudar fondos. La responsable de la organización explicó que hay puestos cuya venta de productos va íntegramente a los proyectos solidarios como los de crepes, de conserva, de jabones y el de los artículos de costura que realizan durante todo el año voluntarias de la localidad.

Luego hay otros puestos de comerciantes que colaboran con la donación de un producto, con estos artículos se hacen lotes para una posterior rifa solidaria. En la feria del año pasado se recaudaron unos 6.000 euros.

En esta ocasión son tres los proyectos con los que se va a colaborar desde este municipio. En Ecuador se aportará financiación para la propuesta de educación en valores desde el tiempo libre en la que participa Antonio Martínez en Monte Sinaí- Guayaquil; en Teruel se dará dinero para Cáritas y su programa Teduca, para promover la calidad de vida infantil, en desarrollo educativo, sociosanitario y de protección de derechos de la infancia y en el propio Puertomingalvo se apoya su escuela de verano. Una media de doce niños por semana están participando durante los meses de julio y agosto en esta actividad que ofrece propuestas lúdicas a los más pequeños. 

Para Marta Arenós, lo más importante es que “contribuye a que los chicos se conozcan y se relacionen porque en estas fechas vienen chicos de distintos lugares a pasar el verano y no se conocen”.

Durante estos dos días se han podido ver exhibiciones de muchas actividades agrícolas y artesanales ya en desuso como la trilla, el matacerdo, el arrastre y pela de pinos, arado o siembra de patatas, entre otros. 

“Queremos que los jóvenes, y no tan jóvenes, conozcan esos oficios ya en desuso y cómo se vivía en aquella época”, explicó la presidenta de la asociación benéfico-cultural.

La colada tradicional

Una de las propuestas que se realizó en la mañana del domingo en el marco de la Feria de Antaño fue el taller infantil de lavar ropa que se llevó a cabo en el lavadero municipal.

Adela Rivera, una de las encargadas de esta actividad, aseguró que los niños se quedan muy sorprendidos cuando les explican que antes no había lavadoras y quieren saber cómo se limpiaba la ropa. 

Los pequeños aprendieron la técnica en las picas de agua del lavadero, la primera para enjabonar con jabón de casa y la segunda para aclarar. “Los niños ven cómo se lava y se aclaran las prendas y que se dejaban un rato en las piedras para que se escurrieran”, comentó Rivera que aseguró que en Puertomingalvo este lavadero sigue teniendo uso todo el año, sobre todo para lavar aquellas prendas más delicadas que no quieren meter en la lavadora.

Otra de las propuestas que despertó un gran interés entre los vecinos de la localidad y los visitantes llegados tanto de los pueblos cercanos como de la zona de Castellón fue la elaboración de longanizas al modo tradicional y la subasta de carne.

El encargado de esta peculiar subasta fue, como ya viene siendo habitual, Teófilo García que aseguraba que le gusta colaborar con la feria por sus fines solidarios. Se prepararon varios lotes variados de la carne de un cerdo y se recaudaron 435 euros. “Cuando yo era niño la subasta la hacía el alguacil y ahora aún se hace para las fiestas de San Antón, el 17 de enero, y para San Antonio, el 13 de junio”, explicó García.

Batukada y microteatro

Para celebrar el décimo aniversario de la Feria Solidaria de Antaño, Puertomingalvo pudo disfrutar del ritmo de una batukada con el grupo Sambalea de Villarreal.

Otra de las novedades de la programación fue la muestra de microteatro que se realizó por las calles del pueblo tanto el sábado como el domingo, a cargo del aula de teatro de la Universidad para mayores de la Universidad Jaume I de Castellón que colaboró de forma desinteresada en la feria de esta localidad.

El público pudo disfrutar de tres pequeñas piezas de unos diez minutos de duración cada una escritas exprofeso para Puertomingalvo. Los espacios elegidos para las representaciones fueron la plaza de la Iglesia, con la obra El niño perrito, el Portal Alto con Un amor muy singular y la plaza Nueva, con El ritual de la patata.

El dramaturgo y director de escena Albert Bellés i Chorvas, responsable de la actividad, explicó que la profesora de la Universidad Jaume I Pilar Escuder fue quien le encargó el proyecto del taller de teatro para mayores y como ella es de Puertomingalvo le propuso hacer esta actuación en el pueblo.

“Es maravilloso poder hacer esta representación aquí, el espacio es incomparable”, señaló y explicó que las piezas teatrales son de corte costumbrista y con un toque propio del teatro del absurdo.