Paloma Ibarra, geógrafa y coordinadora del Mapa de Paisaje del Maestrazgo: “Teruel va a lamentar los macroproyectos eólicos, la pérdida va a ser irreparable”
“Hay que hacer un estudio de lo que se gana a corto, medio y largo plazo para valorar todo”Paloma Ibarra es profesora titular del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza y fue la encargada de coordinar varios de los mapas del paisaje que se hicieron en las comarcas de Aragón, entre ellos el del Maestrazgo.
-¿Cuándo se realizaron los mapas del paisaje?
-Los primeros se entregaron en 2008, fue un proyecto de muchos años, muy laborioso, pero ya está cubierto todo Aragón. El Gobierno de Aragón ha invertido 2 millones de euros para cumplir el Convenio Europeo del Paisaje, precisamente para que se puedan utilizar a la hora de plantear proyectos como los de energías eólicas del Maestrazgo y Gúdar-Javalambre, por eso es tan desesperantes que existan estos documentos para hacer bien las cosas y no se utilicen.
-¿En estos mapas se hacía una calificación del territorio?
-Se analizan, cartografían y describen, se hace un proceso para diagnosticar la calidad que tienen, la fragilidad y la aptitud para diferentes usos. Son documentos técnicos que podrían utilizarse para orientar las localizaciones más adecuadas y menos dañinas para la instalación de parques eólicos, que es lo que tendría sentido común y técnico. Si se hace de uno en uno, que es lo que está pasando, hay un efecto acumulativo que no se puede valorar de forma individual, al lado de cada uno hay varios, se han presentado multitud de proyectos pequeños, de 50MW como máximo porque saben que si se presentan proyectos pequeños los tiene que valorar el Gobierno Aragón que parece que da mayores facilidades que el Gobierno de España, que somete a un proceso más severo los de más de 50 MW, por eso los fraccionan. Por eso es vital un plan de ordenación territorial de los recursos energéticos que necesita Aragón de acuerdo con los recursos paisajísticos y con la estrategia de ordenación del territorio.
-Están los mapas pero ¿no hay una planificación sobre cómo aprovechar esos territorios?
-El instrumento para planificarlo bien está, no solo con los mapas, porque hay que tener en cuenta también la propia distribución energética, en la ordenación del territorio no solo hay que tener en cuenta la variable del paisaje, sino muchas más cosas, pero el sistema actual subasta los MW y deja que los pongan donde les dé la gana. Por eso la moratoria que se solicitó en las Cortes de Aragón tenía sentido, precisamente para planificar bien y evitar esta avalancha. Ojo, todos estamos a favor de las renovables, pero de forma ordenada y no como una burbuja de renovables, que recuerda a la inmobiliaria con la que todos nos llevamos a la cabeza por el desastre que supuso.
- Choca ese esfuerzo económico de Aragón con los mapas y luego no los tenga en cuenta.
-Se demanda que los utilicen, la Estrategia de Ordenación Territorial de Aragón (EOTA) dice que se tengan en cuenta para planificar el territorio teniendo en cuenta los valores del paisaje, y la EOTA se aprobó por consenso. En Aragón se apuesta por las energías renovables, pero hay que hacer un esfuerzo por compatibilizarlas con otras estrategias del territorio. Dentro de los mapas de paisaje el compromiso de España, que firmo con el Convenio Europeo del Paisaje, era respetar los objetivos de calidad paisajística de las diferentes comarcas y, en el caso de Maestrazgo y Gúdar, esos objetivos plantean mantener las vistas y los fondos escénicos de especial relevancia libres de impactos visuales negativos. Estos puntos de especial interés paisajísticos están cartografiados, es una de las aportaciones de los mapas de paisaje y que no se ha tenido en cuenta para la localización de los aerogeneradores. Los mapas se hicieron con criterios técnicos y mediante un proceso de participación social con implicación de las gentes de estas zonas, se hicieron encuestas a población residente y visitante.
-¿Respetar estos puntos de interés paisajístico es de obligado cumplimiento?
-No, es una recomendación, no hay una ley que lo obligue. Está el compromiso de España al firmar el Convenio Europeo del Paisaje, que es lo que propició el diseño de estos mapas de paisaje, pero dentro de la Ley de Ordenación del Territorio no figura que sean de obligado cumplimiento. En las líneas estrategias plantea que sí hay que seguirlos, pero a nivel de recomendación.
-¿Por qué cree que Teruel se está subiendo al carro de las renovables mientras otros territorios se blindan para evitarlas?
-En el entorno de Barcelona o en la Comunidad de Madrid, que son los que más consumen, no se proyectan. Han cogido zonas donde, obviamente, hay recurso eólico y poca densidad de población, poca gente que proteste, y ahí está Teruel. Eso sí, evitando zonas de protección donde por ley no se pueden poner. Lo venden como que esto puede generar riqueza y empleo pero no está demostrado en absoluto en otras zonas donde se han implantado. Sí hay empleo durante el tiempo de construcción, pero luego no porque se trata de aparatos automatizados. El empleo temporal no soluciona el problema de estas comarcas ni de la despoblación. Esto no es opinable, es cuestión de coger la evolución de la población en otras zonas y ver que no se ha incrementado. El territorio va a lamentar estos proyectos porque hay muchos valores que se perderán irreparablemente.
-¿Es en un momento clave?
-Efectivamente, hay que poner mucho énfasis y esfuerzo en hacer la transición energética pero hay que hacerlo bien y utilizar los recursos de planificación que se tienen. Pero en las Cortes se pidió una moratoria que no salió adelante. La gente de ciencia y relacionada con ordenación del territorio estamos a favor de que se pare esto y haya tiempo para planificarlo bien. Salió en las Cortes la propuesta de una planificación, un plan de ordenación, pero si se empieza ahora, tarda dos años y no hay moratoria, para las zonas donde ya hay proyectos en marcha será tarde. No se pide que se diga a todo que no, sino que se paren para poderlo planificar bien, que se dé tiempo el Gobierno de Aragón a sí mismo para hacer las cosas bien. Sin embargo, no dejan más que el recurso a las alegaciones de los proyectos individuales, pero como hay un efecto acumulativo es difícil paralizar esto con alegaciones individuales cuando el efecto mayor es el acumulativo.
-Usted es experta en paisaje, ¿tan grave será la afección de estos proyectos en Maestrazgo y la Sierra de Gúdar?
-Lo que hay que hacer es analizarlo con detalle. En Maestrazgo y en Gúdar hay zonas de calidad paisajística alta y muy alta y muchos puntos de gran interés paisajístico que seguro que están afectados porque estos aerogeneradores son tan altos que llegan a los 200 metros y la incidencia visual que van a tener es mayor que la de los que vemos ahora, estamos triplicando el impacto visual. Hay que hacer un estudio de lo que se gana y lo que se pierde en el corto, medio y largo plazo, solo se puede valorar si es sostenible teniendo en cuenta las tres patas, ambiental, social y económicamente.
-En otras zonas se alternan con el turismo, ¿es compatible?
-Una invasión de aerogeneradores de este calibre es sin duda perjudicial para el turismo. Hicimos una encuesta vinculada a un proyecto de turismo interior y un 43% de la gente decía que dejaría de ir a un destino turístico con aerogeneradores y buscaría otros destinos de interior sin parque eólico al lado. Es un ejemplo de que sí va a haber un impacto negativo. La administración debe velar por las estrategias territoriales y el Maestrazgo lleva años de esfuerzos e inversiones en turismo.
-¿Hasta qué punto un pueblo puede decidir sobre un paisaje que afecta al de al lado?
-No está legislado todavía, de hecho Maestrazgo no tiene ningún aerogenerador y sufre el impacto de los parques de Castellón, ellos cobran los beneficios y el impacto lo sufre Teruel. Ahora con los Sistemas de Información Geográfica (SIG) se pueden calcular las cuencas visuales y la repercusión va a afectar a todo el sector turístico, incluso de pueblos que no recibirán un euro. Regular esto es un clamor en toda la España interior y despoblada.