"Nos gusta que la gente sea partícipe de la música, que no solo sea ver y escuchar"
Jon Uribe toca el bombo en la Broken Brothers Brass Band,participante en TamborileJon Uribe es el bombo de la Broken Brothers Brass Band, que ha actuado en el festival Tamborile de Mezquita de Jarque. La banda la componen ocho miembros de la Rivera de Navarra, Pamplona y Bilbao, y su música se basa en el sonido de las Brass Bands contemporáneas de New Orleans.
-¿Qué han llevado al Tamborile?
-Hemos tocado sobre todo repertorio del último disco y del anterior, que son todo temas propios basados en la tradición de Nueva Orleans, y en temas contemporáneos actuales. Esto lo llevamos a nuestro entorno, a Pamplona, cantando también en Euskera. Hicimos muchos temas de Nueva Orleans.
-Ritmos funk, gospel, jazz...
-Sí, las bandas de Nueva Orleans mezclan el estilo de second line con las rítmicas que utilizan ellos. Al final es eso, jazz, hip hop, funk, gospel...
-¿Qué es la ‘second line’?
-Sería como aquí las peñas de los pueblos cuando cogen una Brass Band. Delante va la gente de la peña bailando y disfrazados, y detrás de la banda, va cualquiera que quiera estar. Esa es la second line. Como cuando hay un desfile de Nueva Orleans. Mucha gente va con panderetas, con cencerros, con lo que sea. Bebiendo, cantando o bailando, que hagan lo que quieran.
-¿Por qué se decantaron por estos géneros de Nueva Orleans?
-Nosotros somos casi todos licenciados en superior de jazz, en los conservatorios de Pamplona, de Barcelona o de Donosti. Empezamos porque nos gusta esta música. La banda surgió después de otra que teníamos y decidimos hacer otra historia. La idea fue esa, y empezamos a analizar la tradición de Nueva Orleans, llevándola a lo que se está haciendo actualmente. Ahora hacemos lo que se hace allí, que es eso. Allí todo se transmuta con todo. Por ejemplo, si hay un rapero que hace un buen tema, las Brass Band lo cogen y se lo llevan a su estilo. Lo mismo sucede con el funk, gospel o rhythm and blues. Al final está todo en un mismo entorno. No solo es jazz, es todo, es música negra.
-¿Son más de escenario o de calle?
-A nosotros nos gustan las dos cosas. Nuestro hábitat natural es la calle, pero hemos ido transmutando al escenario. La calle tiene su encanto pero el escenario nos da pie a poder utilizar los micrófonos para darle más importancia a la voz, que tenga más presencia. Podemos cantar más, hacer otro tipo de temas más de soul. Al final en el escenario se vuelve una banda funk.
-Es importante el contacto con el público.
-Sí, pero de nosotros no vas a esperar que hagamos coreografías como hacen otras bandas de calle. Nosotros tocamos música. No es que no nos guste eso, pero no nos identificamos. Nuestra idea es la second line. Nosotros vamos tocando y que la gente que venga detrás sea partícipe de nuestro espectáculo cantando, tocando palmas o llevando cualquier instrumento de percusión. Que no sea solamente ver y escuchar, tienen que ser también parte del concierto. Es más bien traer aquí lo que se hace en Nueva Orleans.
-¿Habían estado anteriormente actuando en la provincia de Teruel?
-No, es la primera vez. Hemos estado cerca. En festivales de jazz de Castellón, Valencia, Borja, pero en Teruel no. Yo he estado varias veces en Teruel capital y es una ciudad que me gusta bastante.
-Después de Tamborile, ¿dónde continúa su gira?
-Tenemos un montón de bolos cerrados. La semana que viene vamos dos días al Azkena Rock Festival, en Vitoria. Luego a Durango y a un festival de Francia, en Oloron. Actuaremos en San Fermín Jazz, y en la librería Katakrak, también en Sanfermines y luego en Hernani. Después seguiremos en agosto y septiembre, y a partir de octubre, retomaremos otra vez con las salas. Tenemos, por ahora, más de 20 bolos cerrados.