Molinos, el laboratorio experimental de la nueva museología que logró integrarla en la sociedad actual
Un libro de Sonia Sánchez analiza cómo el territorio y su patrimonio se han convertido en un espacio expositivo donde los vecinos son el epicentroLos vecinos de Molinos conocen su patrimonio de la mano de expertos
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Molinos se erigió como un laboratorio experimental de la nueva museología a partir de la década de los 80 del pasado siglo. Este municipio fue uno de los lugares pioneros de España en los que se empezó a hablar de arte y patrimonio proyectado hacia las personas, con el hombre como epicentro. Se trata de una corriente internacional que a España entró por el Maestrazgo y que ahora se recoge en una publicación, De la nueva museología en Molinos al Geoparque del Maestrazgo. Una experiencia de cultura de calidad para el medio rural, que ha sido realizada por la historiadora del arte Sonia Sánchez Giménez y que se presentó el pasado sábado en Molinos.
La publicación, editada por Prensas Universitarias, está basada en la tesis doctoral de Sánchez, dirigida por el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza Jesús Pedro Lorente. En ella se hace un repaso de los orígenes de esa nueva museología, su evolución y principales hitos y cómo hoy “somos un poco el resultado de esas décadas de trabajo y continuadores de ese legado”, especifica la autora.
La especialista destacó durante la presentación del libro que ese germen que sembraron varias personas de Molinos con gran inquietud por la cultura, con el fallecido Mateo Andrés como principal impulsor, ha sido fundamental para la conservación del patrimonio. Así, la musealización del territorio sirvió para la recuperación de elementos como cárceles, hornos u hospitales: “La sensación fue de no ir hacia la ruina, sino hacia la prosperidad”, detalla Sánchez, quien añade que con esos mimbres se trenzó un Maestrazgo que “tiene proyección, es conocido fuera y la gente está orgullosa de dónde vive, en parte gracias a todo aquello”, dice.
La experiencia pionera de nueva museología, bautizada más recientemente como museología social, se aplica muy bien en las zonas despobladas, especifica Sonia Sánchez, quien expone que la filosofía de este movimiento es que se puede considerar museo todo el territorio, el centro expositivo va más allá de unas paredes, la colección es todo el patrimonio, también el natural, y todo ello está proyectado hacia las personas.
La figura de Mateo Andrés
Mateo Andrés Huesa, junto con un grupo de emigrados de Molinos, formó la Asociación de Amigos de Molinos y, tras participar en una reunión del Movimiento Internacional de Nueva Museología (Minom) en Lisboa, promueven la creación de un museo físico que se nutre de la colección que el artista Eleuterio Blasco Ferrer dona al Ayuntamiento. Se trata además de una de las primeras colecciones que regresa a España desde el exilio en esa década de los 80 del pasado siglo.
“Molinos es como un laboratorio donde se quieren aplicar esas novedades y hay una hoja de ruta marcada, es lo que diferencia esta población del resto donde se adoptaron principios de museología social. En otros lugares se aplicaron, pero no de forma tan consciente y premeditada. Aquí existía una idea clara de cómo se tenía que hacer”, apuntala Sonia Sánchez.
La Asociación Amigos de Molinos contempla la puesta en marcha del museo a partir del concepto de Hugues de Varine, que lo dibuja como una margarita en la que el centro es el hombre y de ahí irradian las hojas, que son las diferentes cuestiones que hay que atender.
Precisamente en el diseño del museo también Molinos se adelantó a su tiempo al contar con una de las primeras salas de exposiciones de Aragón dedicadas a la paleontología. Otra novedad fue el espacio destinado a ecosistemas, con piezas y explicaciones sobre la forma de vida y de gestión del paisaje en el entorno de Molinos.
Son pioneros en implementar un proyecto así y además “con mucha conciencia de lo que están haciendo, gran planificación y sin copiar a nadie, lo desarrollan porque consideran que es lo que necesita el territorio”, detalla Sonia Sánchez.
La participación de Andrés en el Minom propicia que el IV taller de este organismo internacional recale en Molinos en el año 1987, con Quebec, Lisboa y Noruega como predecesores. También de repercusión internacional fue la instalación del Mat de molinos, una obra de arte contemporánea del artista Antoine de Bary que se convierte en el símbolo de ese museo social y que se instala en la plaza Mayor en 1994, momento en el que precisamente se remodeló ese espacio.
“Se hace con materias primas locales, es un lugar de creatividad unido a los demás, como una antena en cuya base está el humus, la sustancia, y en la que las personas del pueblo meten objetos para preservar un mensaje”, comenta la investigadora Sonia Sánchez. Este tótem tiene sus orígenes en Mali y hay otro similar en Quebec.
Otro de los hitos en esa evolución del municipio hacia la cultura fue la puesta en marcha de uno de los primeros talleres de empleo en Aragón, que sirve para crear nuevas infraestructuras asociadas a un proyecto al que, a partir de entonces, denominan Parque Cultural de Molinos.
El siguiente paso llega de la mano de las ayudas Europeas. Crean el Cedemate, Centro para el Desarrollo del Maestrazgo de Teruel, que incluye nueve pueblos, que propició la creación de estructuras asociativas para que los proyectos nacieran del territorio hacia arriba. “En este sentido el espíritu de los Leader coincidían con la nueva museología, el foco debía estar en las personas y el territorio”, dice la responsable de la tesis doctoral, quien. Añade que participar en ellos “fue un paso natural porque se integran esos requisitos perfectamente en lo que se había hecho antes, es un modelo de desarrollo muy vinculado al patrimonio cultural”.
Los Leader
Tras ese primer Leader llegó un segundo en el que ya aglutinaron muchos más pueblos y fueron esas semillas y su continuidad, relata Sánchez, las que propiciaron la unión del Parque Geológico de Aliaga, el Parque Paleontológico de Galve, el Grupo de Estudios Masinos -todavía activos hoy- y el Parque Escultórico de Hinojosa de Jarque. Ese proyecto que ya no sólo contemplaba a Molinos, sino a otras iniciativas innovadoras de la provincia, sigue vigente en la actualidad, según apunta Sonia Sánchez, porque, ya institucionalizado, desde la Comarca del Maestrazgo, la Asociación para el Desarrollo del Maestrazgo y el Parque cultural, se ha seguido trabajando “para aprovechar esos recursos patrimoniales con el fin de favorecer el turismo y la cultura en el territorio”.
La autora de la tesis y de la publicación, que además actualmente es técnica de Patrimonio Cultural en la Comarca del Maestrazgo, estuvo acompañada durante la presentación del libro por el alcalde de Molinos, David Ferrer; el presidente de Adema y consejero del Maestrazgo Roberto Rabaza; la técnico de Turismo del Maestrazgo, Cristina Mallén; el gerente del Parque Cultural del Maestrazgo, Ángel Hernández, y el gerente de Adema, Jorge Abril.
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