Más del 46 % de la trufa española que se exportó al extranjero el año pasado salió de productores de Teruel

Más del 40% de la trufa que se ha exportado en España en los últimos cinco años la han comercializado empresas de Teruel. El descenso productivo del año 2023 a consecuencia de la pandemia no hizo peligrar la hegemonía de la provincia como potencia mundial. De los 34,6 millones de euros exportados en Tuber melanosporum, 16,1 (46,54%) salieron de mayoristas turolenses, según los datos facilitados por la web de la Secretaría de Estado de Comercio referentes a las estadísticas de comercio exterior de mercancías en España.

Teruel encabeza el listado de provincias exportadoras de trufa de España y, además, a gran distancia de la siguiente, que es Lleida, con algo más del 17% del volumen económico de ventas de trufa en 2023. Valencia ocupa el tercer lugar, con el 12,6% en el pasado ejercicio. En el ranquin de los cinco territorios con más comercialización al extranjero se cuela también Huesca, que ocupa el cuarto puesto y el pasado año comercializó el 9% de la Tuber melanosporum nacional.

Aunque la caída con respecto a los datos de facturación en 2023 no es muy elevado con respecto a 2022, la cifra de toneladas que viajaron fuera sí que denotan un importante descenso a consecuencia de la sequía. Según los datos que maneja la Secretaría de Estado de Comercio, en el año 2021 Teruel vendió fuera de las fronteras españolas 42,3 toneladas, una cifra que en 2022 se quedó en 40,5 y en 2023 ni siguiera llegó a las 25 toneladas (24,9). Se vendió menos, pero mucho más cara, su escasez hizo que el precio de mercado fuera mucho mayor, de ahí que el volumen de negocio apenas se redujera en medio millón de euros. Los datos de 2023 son provisionales, según advierten en la web de Datacomex, como también los correspondientes a enero de 2024, en el que partieron desde 5,1 toneladas de trufa negra.

El 60% la compran los galos

El gran consumidor de la trufa turolense es sin duda Francia, que en 2023 adquirió producto por valor de 9,6 millones de euros, lo que supone el 60% del total provincial y un 28% del nacional. La elevada cultura trufera y la existencia de un gran número de empresas de envasado y elaboración de productos trufados ­­–que salen al mercado bajo marcas galas­–, unido a que su producción es muy inferior a la española, propician estas llamativas cifras.

Italia es el segundo país que más trufa turolense compra y el pasado ejercicio el volumen de transacciones acaparó el 25% del total provincial, es decir, que uno de cada cuatro euros que generó la exportación de trufa en Teruel procedía de Italia.

En lo que respecta al pasado mes de enero de 2024, de las 5,1 toneladas de trufa que vendió Teruel, 2,9 fueron a parar a los mercados franceses y 1,4 toneladas a los italianos.

En 2023 el tercer puesto de países compradores lo ocupó Bélgica, con algo más de medio millón de euros, seguido de cerca de Alemania, mientras que por detrás quedaron Dinamarca y Reino Unido. Aunque los esfuerzos de los dos últimos años de la provincia han puesto el foco en los Estados Unidos, la realidad es que la exportación a Norteamérica se situó en 2023 en el décimo puesto, con compras por valor de menos de 54.000 euros. Una cifra que está además muy por debajo de las de las últimos cinco años ya que en 2021 y 2022 las ventas rozaron los 100.000 euros, mientras que en 2020 se alcanzaron los 150.000. El mejor año de ventas a los EEUU fue 2019 con exportaciones por valor de más de 735.000 euros. La mayor parte de la trufa que llega procede de Italia.

En 2023 las transacciones con Rumanía superaron los 145.000 euros y el país ocupó el séptimo puesto, seguido de Estonia, con casi 100.000 euros , y Suecia, con 67.000. Es el segundo año que las empresas turolenses exportan  trufa a Estonia, un país con el que en 2022 apenas hubo un volumen de negocio de 5.600 euros

Si se analiza el histórico de exportación de trufa es el año 2014, hace justo una década, el que marca un punto de inflexión con respecto a los datos provinciales. Es entonces cuando Teruel acapara ya más de una quinta parte del volumen total nacional. Ese 23% del año 2014 se fue incrementando paulatinamente hasta duplicarse en 2020, cuando se llegó al 47%, una cifra que se está manteniendo, sobre todo gracias a la incorporación de regadío en las fincas provinciales.