Los productores ecológicos crecen un diez por ciento en la provincia de Teruel en el último año
Calamocha acoge un curso sobre control de plagas, fertilización y rotaciónEl número de productores de la provincia de Teruel inscritos en Registro General de Operadores Ecológicos (Regoe) se ha incrementado un 10% en el último año, así como el superficie cultivada, que ya supera las 60.000 hectáreas.
El auditor del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica (CAAE) David Olmo dio estas cifras tras el curso sobre Cultivos Extensivos Ecológicos celebrado en la sede de la sociedad cooperativa Cereales Teruel de Calamocha, al que asistieron 30 profesionales del sector agrario. Durante el mismo se abordaron temas como el control de plagas adventicias, la fertilización y la rotación de cultivos.
Olmo explicó que, después de un periodo de estancamiento, en los dos últimos años se ha producido un notable incremento del número de operadores ecológicos en la provincia de Teruel.
De hecho, en el último año el número de operadores ha crecido un 10% y la superficie dedicada a la agricultura ecológica ha aumentado en una proporción similar, hasta superar las 60.000 hectáreas.
El auditor del CAAE explicó que el Bajo Aragón y el Matarraña han experimentado un crecimiento sostenido en la producción ecológica de olivar y almendro y de la industria asociada a estos cultivos, como almazaras o cascadoras.
Del mismo modo, y debido sobre todo al asesoramiento llevado a cabo por los técnicos de la cooperativa Cereales Teruel, en los dos últimos años ha crecido el interés en el Jiloca, Gallocanta, la Hoya de Teruel y la Sierra de Albarracín por la producción ecológica de cereales, plantas aromáticas y forrajeras y trufa.
Este auge está llegando ahora a la producción ganadera, sobre todo de ovino y vacuno, por lo que el CAAE tiene previsto realizar jornadas específicas en septiembre en Calamocha, explicó Olmo.
Según el auditor del Comité Aragonés, en estos momentos “se prima más la calidad que la cantidad”, motivo por el que cada vez más productores están dando el paso. Además, numerosas empresas están obligando por contrato a los proveedores a que se certifiquen.
Aunque son necesarios dos años para la reconversión de las parcelas dedicadas a la producción tradicional a la ecológica, Olmo explicó que el Gobierno de Aragón dispone de una línea de ayudas a la calidad diferenciada con la que subvenciona el coste de la certificación durante ese periodo. Además, dijo que mientras la cebada convencional tiene un precio de 190 euros por tonelada, la ecológica alcanza los 240 euros, con lo que el aumento de la rentabilidad recompensa el esfuerzo, sostuvo.
“Es un cambio de mentalidad, de volver a lo que se hacía antes con las rotaciones de cultivo y los ajustes en las fechas de siembra, pero aprovechando la tecnología actual. Mientras que antes se hacía para buscar un nuevo nicho de mercado, ahora se lleva a cabo por el crecimiento del mismo”, argumentó.
“En territorios como la provincia de Teruel, en los que no se puede competir por cantidad, es necesario buscar la calidad. Por este motivo, desventajas como la escasez de precipitaciones deben ser vistas como una oportunidad para ofrecer un producto diferenciado frente a los mercados que solo buscan la cantidad”, dijo David Olmo.
En el curso de ayer en Calamocha intervinieron la ingeniera agrónoma e investigadora del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) Alicia Cirujeda y el técnico especializado en producción ecológica Roberto Ruiz de Arcaute.
Cirujeda aportó información técnica a los agricultores sobre el manejo de los cultivos en ecológico. Recordó que no se pueden utilizar insumos de origen químico, como fertilizantes, herbicidas y fungicidas, por lo que son necesarios abonos orgánicos y aperos para el control mecánico de las malas hierbas, además de realizar rotaciones y ajustar las fechas de siembra.
El curso forma parte del Plan de Formación de CAAE, que incluye 21 charlas en todo el territorio. Los interesados pueden obtener más información en la página web www.caaearagon.com.