Los panaderos de Olba se jubilan tras 25 años de servicio diario a pueblos y barrios
José Andrés Guillén y Gloria Jordán, con el horno en Los Ramones, hacían dos rutas de repartoLos panaderos de Olba y sus barrios rurales y de los municipios limítrofes, José Andrés Guillén Valle y su mujer Gloria Jordán Zacarías, se jubilan tras 25 años de servicio diario en época de verano y de 3 días a la semana en invierno. El horno de la panadería y la casa la tienen en el barrio de Los Ramones de donde salían bien de mañana para hacer las rutas de reparto de pan.
El panadero José Andrés Guillén cumple los 65 años el próximo 6 de noviembre, pero el 31 de octubre fue el último día que horneó pan y pastas para tener la primera semana de vacaciones después de 25 años de servicio diario en verano y de 3 días a la semana en invierno. En el día de ayer confesaba que no se había acostumbrado al nuevo horario de una persona jubilada, ya que de panadero se levantaba a la una de la madrugada o antes para preparar el trabajo y estuviese listo el reparto a primera hora de la mañana. Gloria Jordán se levantaba a las 5 de la madrugada.
José Andrés Guillén y Gloria Jordán recuerdan que llegaron de Viver (Castellón) a Olba en 1996 para coger el horno municipal. “Después de estar 7 o 8 años construimos nuestro propio horno y casa en el barrio de Los Ramones, donde llevamos 17 años”, reseñaron.
En estos años, los panaderos de Olba han llevado pan y repostería tanto dulce como salada a Puebla de Arenoso, Olba y sus barrios, San Agustín, Villafranca de Viver, Fuente La Reina, Los Calpes y diferentes masías. En otra ruta han servido pan a Viver, El Toro y Torás en la provincia de Castellón. “En verano y Semana Santa servíamos pan todos los días y en el resto del año tres días a la semana. A las 7 salía una furgoneta hacia Viver, El Toro y a las 9 hacia La Puebla de Arenoso y Olba. A las 10 se iba a los barrios. Terminamos a las 14 horas”. Añadieron que las tres furgonetas que han tenido todas han sobrepasado los 600.000 kilómetros con las rutas de reparto de pan y repostería que han hecho.
Con los años de servicio, los panaderos de Olba han visto épocas muy buenas y también el declive. “En los años del boom de la construcción llegamos hacer 2.035 piezas de pan cada día. Ahora en verano hacíamos unas 1.600 barras y en invierno estamos sobre las 300 barras y 400 durante los fines de semana. Hemos llegado a tener hasta 4 trabajadores asegurados”, apuntaron.
Entre las calamidades que han pasado en dar servicio de pan a todo el valle de Olba y municipios vecinos, José Andrés Guillén y Gloria Jordán, recordaron las producidas por las crecidas del río Mijares, que cuando llueve mucho deja incomunicado al barrio de Los Ramones, teniendo que salir por una pista forestal que padecía la caída de grandes piedras que cortaban el paso. “He tenido que ir preparado con motosierra, prepalo y maza para cortar pinos caídos y retirar piedras de la pista forestal. Era muy arriesgado, pero si queríamos ganar o mantener la clientela teníamos que asegurar un servicio y llevar el pan. Ahora han arreglado un poco la pista forestal y quieren solucionar el vado del río Mijares para que puedan pasar los vehículos. Yo tenía una marca en las piedras y cuando el agua llegaba a esa marca no se podía pasar. Nos ha tocado hasta llevar el pan para repartirlo andando en mochilas”, recordó, José Andrés Guillén Valle.
Por ahora nadie quiere comprar el horno de José Andrés Guillén y Gloria Jordán, por lo que esperan poder vender la maquinaria. Jubilados, Gloria y José Andrés se van a quedar a vivir en Los Ramones, que aunque se carezca de servicios se compensa con la tranquilidad y la naturaleza que se disfruta. “Ahora nos toca ir a comprar el pan que llevan de Cortes de Arenoso al multiservicio de Olba”.