Los mayos de Albarracín, Albacete y Toledo suenan en la Ciudad de los Azagra
Unos 80 músicos muestran en Albarracín que la tradición sigue arraigada en Teruel y Castilla La Mancha
Un total de 80 músicos de Albarracín, Albacete y Toledo demostraron este sábado en el V Encuentro de Mayos de Albarracín que la tradición está vigente en diferentes lugares de España y en cada uno de ellos tiene unas características distintas. Así, todos ellos tienen en común que cantan la belleza de la mujer o de la virgen, pero lo hacen con las expresiones de los territorios donde han surgido y con músicas que, en muchas ocasiones poco tienen que ver unas con otras.
El V Encuentro de Mayos de Albarracín arrancó el sábado por la tarde con la participación de la Ronda de Motilleja de Motilleja (Albacete) y la Asociación Cultural Semillas del Arte de Puebla de Montalbán (Toledo). A ellos se sumaron, al igual que otros años, los anfitriones, que fueron el grupo de baile de la Asociación Cultural La Hurtada de Albarracín, los dulzaineros y tambores de la Asociación Cultural Tío Gato de Albarracín y la rondalla Ciudad de Albarracín.
El objetivo del encuentro es conocer cómo se manifiesta esta arraigada tradición de la Sierra de Albarracín en otras latitudes, según explicó la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Albarracín, Marta Narro. La edil explicó que en Toledo la tradición es muy parecida a la de la Sierra puesto que tienen “un mayo descriptivo de las partes de la mujer con música de ronda, aunque cambia mucho la melodía y la letra”. En Motilleja hay dos mayos, uno solemne similar al que se entona en los pueblos serranos el 30 de abril y otro “más profano, que se canta prácticamente a capela, con un poco de percusión e incluso improvisan estrofas”, matizó Marta Narro.
Los encuentros se realizan desde el año 2012 y en Albarracín se han escuchado mayos de diferentes partes de España. Este año los dos grupos eran de Castilla La Mancha, aunque muy distantes entre sí. La concejal de Cultura comentó que la tradición de dar la bienvenida al mes de mayo, que es el del “florecimiento y la primavera” es común a muchas culturas pero destacó que siempre resulta interesante ver cómo se materializa en diferentes lugares.
La fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada porque, tras el recital de la tarde, hubo una cena de hermandad a la que siguió La Ronda de mayos por las calles de Albarracín. La jornada de ayer se dedicó a hacer turismo por Albarracín y Narro concretó que la Fundación Santa María realizará una visita guiada para todos los invitados.
