Los agricultores de la Sierra de Albarracín reclaman al Gobierno de Aragón ayudas directas por las pérdidas ocasionadas por la reserva cinegética

Los agricultores de la Sierra de Albarracín reclaman al Gobierno de Aragón ayudas directas para subsanar las pérdidas ocasionadas por los cérvidos de la reserva cinegética. Unas reivindicaciones que han planteado en Bronchales al director general de Caza y Pesca del ejecutivo autonómico, Jorge Valero, en una reunión mediada por el presidente de la Diputación Provincial de Teruel, Joaquín Juste, quien ha estado acompañado de la diputada de la Sierra de Albarracín, Rosa Sánchez.

Según los datos que Juste ha puesto encima de la mesa durante el encuentro, la superpoblación de cérvidos de la reserva cinegética produce pérdidas del 40% de las explotaciones agrarias de la Sierra de Albarracín valoradas en un millón de euros anuales. La legislatura pasada, el propio Juste, entonces portavoz de Vertebración del Territorio en las Cortes de Aragón, presentó una PNL pidiendo ayudas directas a los agricultores afectados por los animales de la reserva por valor de 225 euros por hectárea o la compensación de pérdidas reales a precio de mercado. Esta iniciativa parlamentaria se aprobó por unanimidad, pero el Ejecutivo dirigido por Javier Lambán no dotó presupuestariamente estas ayudas.

El presidente de la Diputación de Teruel, Joaquín Juste, ha apuntado que “no puede ser que a espaldas de los agricultores se intente arreglar el daño que causan los animales, que cada vez es más”. “No puede ser que los agricultores seamos los paganos de la reserva cinegética. Tenemos que encontrar entre todos una solución que sea beneficiosa para todos”, concluía.

Por su parte la diputada de la Sierra de Albarracín, Rosa Sánchez, ha recordado que “el turismo y la agricultura suponen más del 70% de la economía de la Sierra de Albarracín”. “La reserva supone un foco de turismo cinegético, sobre todo durante la berrea, pero los agricultores tienen que poder seguir viviendo y trabajando en sus pueblos, no pueden servir de pasto para mantener una reserva”.

“El primario es un sector estratégico y muy sensible a los pueblos. No podemos permitir que el turismo cinegético acabe con la explotación de un sector madre de nuestro territorio como es la agricultura”, concluía.

En estos momentos, los agricultores afectados viven dos situaciones dispares. Por un lado, una parte de ellos se acogió a la Política Agroambiental Europea, una de las ramas de la PAC. En este caso están percibiendo una ayuda de 175 euros por hectárea de cultivo, insuficiente para cubrir las pérdidas ocasionadas por los ciervos. El resto de agricultores que no se acogieron a esta medida han judicializado el procedimiento, puesto que la compensación de pérdidas por la Agroambiental no compensa las pérdidas reales.

Los cérvidos fueron introducidos en la sierra en 1966 para fomentar la especie. Ese objetivo ha desaparecido porque actualmente hay superpoblación. Los ciervos se comen hectáreas de cultivo, huertos familiares y jardines particulares sin ninguna compensación.