Las trincheras de Vivel del Río recuerdan la fragilidad de los periodos de paz
El Autobús de la Memoria recorre las posiciones de republicanos y sublevados durante la Guerra CivilEl sol se niega a asomar entre las nubes en una mañana extraña, cálida pero gris, lo que no impide desde las trincheras que se conservan en Vivel del Río Martín contemplar en el horizonte la multitud de posiciones que en la Guerra Civil ocuparon republicanos y sublevados en todos los altos que rodean el pueblo. Uno tiene la sensación de sentir los tableteos de la metralla en medio del silencio de la despoblación, y las detonaciones de los proyectiles de gran calibre, al pasear por las troneras de los puestos de artillería. Es inevitable pensar entonces en la fragilidad de los periodos de paz y en cómo la historia no deja de repetirse una y otra vez con el mismo final trágico.
Las posiciones de los dos bandos enfrentados durante la guerra en esta parte de la provincia han sido estudiadas e inventariadas con minuciosidad por la Asociación de Vecinos de Vivel del Río Martín, y se las enseñaron a los participantes en el Autobús de la Memoria, una de las actividades de las XVI Jornadas de Memoria Histórica organizadas por la Asociación Pozos de Caudé, que han vuelto a celebrarse tras dos años sin poder hacerlo a consecuencia de la pandemia.
Quienes participaron en esta actividad se sumergieron en el pasado para revivir aquel periodo de finales de los años 30 del siglo pasado cuando la guerra de España centraba el interés internacional al igual que hoy lo hace la de Ucrania. Al recorrer las posiciones de ambos bandos pudieron sentir la fragilidad de los periodos de paz y la necesidad de preservarla haciendo que la historia esté presente para que no se olvide y evitar que se repita como un bucle infernal generación tras generación.
Durante el recorrido por las trincheras estuvo muy presente lo que está pasando ahora en Ucrania, cuando la guerra ha vuelto a tocar a las puertas de Europa con una crueldad que nadie imaginaba y que con las nuevas tecnologías de la comunicación seguimos casi en directo, aunque no ha dejado de sufrirse en otras partes del mundo a las que siempre hemos dado la espalda.
Con la recuperación de estas jornadas de la memoria, una iniciativa de la Asociación Pozos de Caudé que se desarrolla coincidiendo con las celebraciones del 1º de Mayo, un autobús viajó hasta Vivel del Río para conocer el trabajo que está realizando en este municipio la asociación de vecinos consistente en la preservación del rico patrimonio que posee de la Guerra Civil.
Vivel del Río Martín era un emplazamiento clave para controlar el Jiloca y acceder a las Cuencas Mineras, por lo que fue una posición muy disputada en los primeros meses de la contienda. La localidad cayó en manos del bando nacional en febrero de 1937 tras arrebatársela a los republicanos, pero el frente se quedó ahí parado sin avanzar hacia un sitio u otro durante un año. En dirección al Jiloca era de los franquistas, y hacia las Cuencas Mineras de los republicanos, que desplegaron posiciones de contención al avance nacional en Martín del Río, Armillas, Segura de los Baños y Cuevas de Portalrubio.
Sobre el mapa se ve cómo las posiciones de los sublevados se despliegan en forma de flecha a partir de febrero de 1937, el llamado “Saliente de Vivel”. Al estancarse en ese lugar el frente hasta un año después, cuando en marzo de 1938 los nacionales comenzaron su avance hacia las Cuencas Mineras tras la Batalla de Teruel, uno y otro bando tuvieron tiempo de construir posiciones fortificadas en sitios como la Venta del Diablo, la Peña del Cementerio, la Cabeza del Águila, Los Majuelos o Las Coronas, entre otros muchos.
Todos esos puestos son los que ha ido inventariado en los últimos años la asociación vecinal, y en algunos se han hecho intervenciones de limpieza de las trincheras con la implicación económica de la Comarca Cuencas Mineras y del Ayuntamiento de Vivel del Río. El Autobús de la Memoria visitó las posiciones de la Peña del Cementerio, donde han aflorado hasta la fecha cinco troneras para el emplazamiento de ametralladoras y artillería pesada, además de un puesto de mando y observación; y Los Majuelos, el puesto más avanzado de los sublevados que mira hacia las posiciones republicanas.
Sesenta posiciones
José Luis Pueyo, de la junta directiva de la Asociación de Vecinos, explicó que han inventariado 60 posiciones atrincheradas en toda la zona, de las cuales en una quincena hay fortificaciones de hormigón y piedra de obra civil.
Comenzaron a hacer este trabajo hace una década y en los últimos años han conseguido la implicación de las instituciones para poder limpiar algunas posiciones y desenterrar las estructuras fortificadas. Están a la espera de seguir desenterrando la posición de la Peña del Cementerio, mientras que han señalizado ellos mismos una ruta de unas dos horas y media que recorre varias trincheras.
Además, tienen un anteproyecto para hacer un centro de interpretación en el pueblo, aunque carecen de financiación, en el que se planteaba recrear una trinchera para explicar cómo era la vida en las mismas, junto a paneles informativos y otros recursos expositivos. De momento cuentan con una muestra fotográfica de las distintas trincheras y copias de los mapas de las posiciones cuyos originales se conservan en el Archivo General Militar de Ávila, después de que en el verano de 2019 se hiciese una exposición en el pueblo que tuvo mucho éxito.
Pueyo comentó que el año pasado hicieron además unas jornadas todos los sábados de los meses de julio y agosto para dar a conocer la ruta con visitas guiadas, que tuvieron también muy buena acogida, puesto que cada recorrido contó con una quincena de visitantes tanto de los pueblos de la zona como gente llegada de otros sitios, que a veces también pregunta por los restos de la guerra ya que la asociación ha documentado todo en una web que cuenta con amplia información para poder hacer las visitas.
Preservar este patrimonio histórico y dotar al pueblo de un recurso turístico por el interés cada vez mayor que la visita a estos lugares despierta, es lo que ha llevado a la asociación vecinal a desarrollar este trabajo. Reclaman para poder culminarlo una mayor implicación institucional.
Interés social por conocer estos emplazamientos históricos
Conocer y aprender del pasado para que no se repitan los errores cometidos, en eso incidieron algunas de las personas que viajaron en el Autobús de la Memoria hasta las trincheras de Vivel del Río. Nuria Sáez, que ha participado ya otros años en estas visitas, comentó que este patrimonio “no deberíamos perderlo porque esta es nuestra historia y tenemos que crecer, aprenderla y que nunca más vuelva a pasar como está pasando ahora”. Añadió que para ello deberían colaborar todas las instituciones.
Miguel Ángel Soriano dijo que “hay que poner en valor estos lugares” para que los conozcan los turolenses y los turistas que vienen, y evitar así que se pierda este patrimonio. Pablo Jorge recalcó también que es “nuestra historia, aunque sea triste, y hay que recordarla para que las nuevas generaciones sepan lo que pasó y no repetirlo”.