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Las sirenas que marcaban la entrada a la mina y los candiles recuerdan el rico pasado minero de Escucha Las sirenas que marcaban la entrada a la mina y los candiles recuerdan el rico pasado minero de Escucha
Santa Bárbara, llevada a hombros por los mineros, en la plaza de Escucha

Las sirenas que marcaban la entrada a la mina y los candiles recuerdan el rico pasado minero de Escucha

Por Santa Bárbara se rinde homenaje a antiguos mineros, al fotógrafo Pedro Blesa y a la escuela de jota Aires Mineros
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Escucha conmemoró Santa Bárbara, un evento que cada año rememora un pasado marcado por el carbón y una actividad económica y social que todavía permanece en la memoria de los hombres y mujeres que la protagonizaron. Con el fin de recuperar la memoria visual y sonora del municipio, en la localidad volvieron a sonar el pasado fin de semana las sirenas que llamaban a los mineros al tajo y se encendieron de nuevo los candiles en la procesión en honor a la patrona.

Los actos dieron comienzo el sábado con la presentación, en el mediodía, de la exposición fotográfica Escucha: territorio minero en la que, con el protagonismo de  Sociedad Fotográfica Turolense, se presentaban instantáneas del CIM (Centro de Interpretación de la Minería) e interiores de la mina Se Verá (Museo Minero de Escucha) realizadas el pasado mes de octubre, en un rally fotográfico realizado en dichas instalaciones.

Agustín Sanz, secretario de ACCPAME, la Asociación Cultural para la Conservación del Patrimonio Minero de Escucha; Juan Cañizares, gerente del Museo Minero y Pedro Blesa, presidente de la Sociedad Fotográfica Turolense, presentaron una muestra de 20 fotografías, en gran formato, con contenidos relacionados con la actividad minera de la localidad, en la que también participaron aficionados locales como Tania Peña, Salva Martín y María Martín.

Con posterioridad, se llevó a cabo una comida popular, en el pabellón municipal, que congregó a cerca de 300 comensales y en la que las conversaciones recurrían, con frecuencia, al antiguo trabajo de las minas o a la vida cuando todavía se vivía del carbón. En la sobremesa hubo regalos ofrecidos por comercios de proximidad para disfrutar del enorme patrimonio cultural de nuestra provincia referido al ocio, al turismo, enología o gastronomía. También se repartió el calendario del año 2023 y que muestra una imagen del interior de la mina Calvo Sotelo, antes Se Verá, realizada por Bea Talabante y que había sido seleccionada entre las presentadas a la exposición.

Trabajadores mineros

El acto más emotivo de la jornada con el reconocimiento a los trabajadores del carbón, en homenaje a una vida de trabajo vinculada al carbón y que este año reconoció a Alfredo Azuara, José Antonio Caparrós y a Leonardo Palomar; también se reconoció a las mujeres en un papel callado y silenciado, pero siempre vinculado estrechamente a la vida alrededor del trabajo en las minas y eclipsado por una actividad económica eminentemente masculina. En esta ocasión  fueron Feli Aznar, Rosario Castilla, Guadalupe González, Ángeles Jarque y Carmen Laguía quienes recibieron el merecido homenaje.
 

Premio al grupo de jota Aires Mineros con Héctor García, segundo por la izquierda


El premio especial “Patrimonio minero” de este año fue recogido por los componentes del Grupo y Escuela de Jota “Aires Mineros” de Escucha por su labor de promoción del folclore, la difusión de esta tradición aragonesa y por llevar el nombre de Escucha más allá de nuestras fronteras. El “Bolero de Escucha”, seña de identidad del grupo, siempre ha llevado aparejada la promoción del patrimonio minero de la localidad. Y, cómo no, hubo bailes con los más pequeños del grupo, jotas y el agradecimiento por la recepción de esta distinción. Y los joteros siguieron con su ronda y el canto de la misa baturra.

Antes, se había distinguido en la Mención de honor 2022 a Pedro Blesa Jarque, un reconocimiento a su trayectoria personal y su aportación a la cultura y al patrimonio de la localidad, reconocido como un referente cultural en Escucha ya que han sido muchas las actividades que ha llevado a cabo de manera altruista y entusiasta, como la difusión de la fotografía y la astronomía, aficiones convertidas en auténticas pasiones, más allá de su dedicación profesional. El premiado regaló a la Asociación un buen trozo de carbón-azabache correspondiendo a un homenaje lleno de carga simbólica. En la entrega de premios, diplomas y reconocimientos estuvieron presentes el alcalde de Escucha, Héctor García, y el presidente de la Comarca Cuencas Mineras, José María Merino.

Ya entrada la noche, se realizó la misa en honor a la patrona, cantada, y a la conclusión de la misma se dio inicio a la tradicional procesión de los candiles, donde las antiguas lámparas de carburo que utilizaban los mineros, iluminaron la oscuridad de las calles del pueblo en su recorrido hasta la entrada de la Mina Se Verá, donde se cantó el Santa Bárbara bendita.

La Virgen volvió a ser bajada en su pedestal al interior de la mina, de donde se había sacado para recibir las ofrendas de los feligreses, ser procesionada, y donde permanecerá hasta el próximo 4 de diciembre. La procesión se acompañó del canto de la jota y de las detonaciones y fuegos lanzados en la noche. La tradición minera de los candiles de carburo viene bien representada en el poema que publicó en 1979 el diario Lucha en un rincón poético que dedicaba en su sección Estampas mineras y que decía textualmente: “…son los mineros que marchan al trabajo de la mina, con el carburo encendido y el talego la comida…/…cuando de noche y sin luna, los de la tarde venían, sus carburos dibujaban, chispas de luz encendidas, como estrellas juguetonas, hasta las tierras caídas”.

Tradición

Esta singular tradición tiene sus inicios en los años 40 cuando, en la festividad del patrón mayor de la localidad, San Juan Bautista, se realizaba un rosario nocturno de los mineros con sus candiles de carburo encendidos, rezado a dos coros y cantado en parte.

Y tras los candiles, los vecinos continuaron con encuentros y con cenas hasta que, a eso de la medianoche, los integrantes de Ni Zorra llenaron el pabellón de buena música, a la que siguió la discomóvil.

Y casi sin tiempo para el descanso, rozando el amanecer, se realizó el tradicional Despertar minero  que inundó las calles del pueblo con los estruendos de cohetes y petardos, rememorando las antiguas explosiones y detonaciones que producían barrenos y cartuchos en el interior de las galerías. Se unió a ese despertar sonoro el zumbido machacón de las antigua sirenas de la mina Aún hay caso, más conocida popularmente por la Lancis, y del Pozo Pilar que servían para llamar a los mineros al tajo.

Fueron numerosos los vecinos que se unieron a la conmemoración de su patrona y muchos los escuchanos que volvieron al pueblo para unirse a una celebración que quiere mantener viva la memoria colectiva del carbón, como fortaleza. Estas manifestaciones son, por otra parte, una manera de seguir luchando por un futuro en el que el carbón forma parte ya de sus recuerdos.

Pero estas actividades, coordinadas por Ayuntamiento de Escucha y la Asociación Cultural Patrimonio Minero de Escucha, no fueron las únicas que se organizaron para Santa Bárbara. La Asociación de mayores, realizó una charla, concursos de petanca y juegos de mesa o una merienda de hermandad; también el colegio Antonio Gargallo Moya preparó un cuentacuentos y otras actividades paralelas para diferentes públicos.

 

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