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Las comarcas de Jiloca y Gallocanta crean la Film Commission Lonelylands para atraer rodajes Las comarcas de Jiloca y Gallocanta crean la Film Commission Lonelylands para atraer rodajes
Una de las casonas que se ofrecen para el rodaje en sus espacios interiores. Lonelylands

Las comarcas de Jiloca y Gallocanta crean la Film Commission Lonelylands para atraer rodajes

Doscientos lugares buscan un hueco en la gran pantalla
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Cruz Aguilar

Más de 200 lugares de cine son los que ofrece Lonelylands, la Asociación Pública de Rodajes y Producciones Audiovisuales en Jiloca y Gallocanta, que se acaba de poner en marcha para propiciar que estos espacios se conviertan en escenario para películas, series o videoclips. 

Entre los espacios que se ofrecen hay clásicos, como el castillo de Peracense, por el que la productora de Juego de Tronos estuvo en 2015, aunque finalmente se decidió por el de Zafra. También se ofrecen las minas de Ojos Negros, la Laguna de Gallocanta, Los Ojos de Monreal del Campo y decenas de paisajes casi desconocidos incluso por los moradores de estas tierras a caballo entre las provincias de Zaragoza y Teruel. 

Las propuestas incluyen a su vez varias casonas y palacios que conservan el aspecto exterior y el mobiliario de siglos pasados. Son privadas, pero sus propietarios han optado por incluirlas entre las ofertas de rodaje porque es una buena fórmula para sacarles un rendimiento económico. 

En este proyecto han trabajado varios especialistas, como Nacho Fidalgo, que se ocupó de catalogar en 2018 dos centenares de escenarios por todo el territorio. Lo hizo por encargo de Adri Jiloca-Gallocanta, que gestiona los fondos Leader. En la segunda fase del proyecto, también acometida desde Adri Jiloca Gallocanta, se sumó Estíbaliz Centeno, una gran conocedora de este territorio y con gran experiencia en localizaciones ya que ella fue la impulsora de la Ecuador Film Commission, que incluía a todo el territorio de este país. 

Una vez hechas las localizaciones había que vehicular la iniciativa, crear una herramienta para difundirla, que se ha logrado a través de una página web y se reforzará con difusión continua en redes. La clave estaba en la creación de una marca que fue, como apunta Centeno, “lo más complicado y sensible” dada la dificultad para encontrar algo que identifique a dos comarcas de dos provincias diferentes. 

Solitarias y exclusivas

“Había que hallar un equilibrio y un denominador común”, argumenta la responsable de la oficina de rodajes, y se decidieron por Lonelylands por su significado de solitario y por su parecido sonoro con slow (lento). 

La denominación “hace referencia a tierras solitarias en positivo porque beneficia a la industria para que pueda rodar con tranquilidad y exclusividad”. Añade que se buscó un término en inglés porque siempre se mira hacia el mercado anglosajón y estadounidense. 

Estíbaliz Centeno matiza que hicieron un análisis de lo que había catalogado Nacho Fidalgo y sumaron las localizaciones privadas, en las que no se había profundizado hasta el momento. “Son grandes casonas solariegas, de época, que incluso los vecinos del propio pueblo conocen solo por fuera, hay auténticas joyas por las que parece que no ha pasado el tiempo”, describe. En el proceso colaboró el personal de ambas comarcas, que se encargó de localizar a los propietarios. 

600 euros al día

Una de las claves para lograr la colaboración de los particulares está en mantener la privacidad y también en los alquileres que pueden cobrar si sus viviendas se convierten en un plató de cine. Los precios varían, pero el alquiler de una casona podría rondar los 600 euros al día, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que se trata de inmuebles de gran valor pero a los que es difícil sacarles una rentabilidad e incluso venderlos. 

En el caso de los espacios públicos no se cobra por su uso, pero los beneficios llegan de forma directa a través de la contratación de empresas de la zona (cáterin, electricistas, carpinteros…) y de plazas hoteleras. “También hay un beneficio indirecto que es el retorno en imagen, algo muy difícil de calcular aunque se suelen medir los minutos que ha salido el territorio en pantalla y el coste que la emisión hubiera tenido en publicidad”, comenta Estíbaliz Centeno.

El proyecto, en el que se han invertido en torno a 16.000 euros, no está cerrado y se completará con más localizaciones y una difusión entre los profesionales de la industria. Se logrará mediante la activación continuada en redes sociales, publicidad en entornos de los profesionales del rodaje y otras actividades para dar a conocer estos territorios.

La oficina para impulsar los rodajes va más allá de mostrar lugares y ofrece todos los servicios complementarios que las grandes producciones requieren. En este sentido, ya hay un acuerdo con la Institución Ferial de Calamocha, que depende del Ayuntamiento, para utilizar el recinto en los momentos en los que no haya muestras para instalar en su interior un plató. Las productoras que lleguen a estas localidades también disponen del cine de Tornos, que cuenta con 72 localidades, o varias cocinas industriales que hay en pabellones en las que se podría preparar la comida para los extras. “Son los denominados incentivos blandos, que suponen un atractivo para las productoras, porque cuando vienen te piden eso, y nosotros ya hemos hecho el trabajo por adelantado”, dice la impulsora de la oficina, quien recalca que las condiciones sobre el uso de cada uno de los espacios, algo muy reclamado por las empresas de rodaje, también están totalmente claras.

A juicio de la experta en impulsar territorios como espacio de rodaje, la provincia de Teruel cuenta con grandes atractivos y prueba de ello son los numerosos rodajes que llegan “por inercia”. En su opinión, podrían incrementarse si se contara con una Film Commission provincial. 

Por otro lado, en España se aprobó en el año 2016 un incentivo fiscal para los rodajes de hasta un 25%, una cifra que en las comunidades con régimen fiscal propio llega hasta el 30%, el 35% e incluso el 45% en el caso de las Islas Canarias. Estíbaliz Centeno matiza que si finalmente Teruel lograra beneficios fiscales por ser una zona poca poblada, esto podría redundar en las ventajas que ofrecería el territorio: “Si ya de por sí es atractivo, contar con mayores ventajas fiscales sería un factor importante más para las producciones”