La XLI edición de ExpoCalamocha arranca con un minuto de silencio y un marcado carácter local
Un total de 80 expositores se reparten a lo largo de los 7.000 metros de superficie útil de la Institución FerialLa XLI edición de la feria ExpoCalamocha abrió ayer sus puertas sin ningún acto protocolario ni el tradicional corte de cinta. En su lugar, las autoridades que acudieron a visitar el salón en su primer día de celebración guardaron un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de la tragedia provocada por la dana que se cebó el martes con la Comunidad Valenciana.
En cuanto al arranque de la muestra, en esta ocasión el número de expositores es de 80, después de haber colgado el cartel de completo tras haberse ocupado los 7.000 metros cuadrados repartidos entre el propio pabellón y la zona exterior. Sin embargo, desde la organización de ExpoCalamocha se confirmó la ausencia a última hora de algún expositor valenciano, que resultó afectado por el temporal.
Esta edición está marcada, además, por un marcado protagonismo del comercio local que ha visto incrementada su presencia junto a expositores de otras provincias que no quieren perderse la cita calamochina.
Apertura en silencio
A las 11:00 horas la representación institucional se concentró a las puertas del recinto ferial para guardar un minuto de silencio en honor a las víctimas del desastre. El alcalde de Calamocha, Manuel Rando, recordó que el pleno municipal acordó el jueves “no solamente atender el decreto publicado por el Gobierno de España sino suspender todos los actos institucionales que había en nuestro municipio”, además de los actos festivos por el “duelo que tenemos todos por el drama que esta sufriendo una parte hermana de nuestro país, que es la Comunidad Valenciana”, y aprovechó para recordar los daños sufridos en municipios de la provincia de Teruel, en los que “no hay ninguna pérdida humana”.
Por su parte, el gerente de la Institución Ferial de Calamocha, Juan Ignacio Ibáñez, recordó que esta es la feria “clásica” de la programación anual. Ibáñez reconoció que esta edición está marcada por los “acontecimientos” de la comunidad vecina y destacó que “se va a hacer una recaudación para los damnificados”.
El gerente recordó que ha habido expositores que no han podido acudir a la feria. “Tenemos una expositora que nos mandó un correo electrónico explicándonos que prácticamente lo había perdido todo y nos solicitó la devolución del importe del stand”, señaló.
La teniente de alcalde en el Ayuntamiento calamochino, Sonio Palacio, explicó que “desde el Ayuntamiento estamos pensando en contribuir de la manera que podamos, tanto con Valencia como con las comunidades que se ven afectadas por la dana. En la feria toda la recaudación del tren turístico y el escape room, todo se va a donar a alguna cuenta que ya hemos visto que pone Cruz Roja o alguna ONG”, dijo.
El diputado delegado de Agricultura y Ganadería, Miguel Ángel Navarro, destacó el protagonismo del certamen en el calendario ferial de Calamocha.
Carácter local
Rando destacó el protagonismo que el comercio local ha adquirido en esta edición de la feria. “Este año se ha incrementado el comercio local y desde el consistorio tomamos la decisión de apoyarlo con un 50% del costo. Esperemos que cada año se pongan más calamochinos”, explicó el regidor, empeñado en promocionar los comercios e industrias de la capital del Jiloca.
Precisamente, el presidente de la Asociación de Comercio e Industria de Calamocha - Acic, Antonio San Roque, reconoció que “otros años ha habido escasa participación del comercio local, pero al entrar ya se ven comercios asociados. Me parece positivo y ventajoso para el comercio local”, explicó San Roque.
Además, el alcalde recordó que se va a “aprovechar que es el 150 aniversario de José Lapallese para hacerle también un homenaje a este insigne calamochino”, de forma que el stand del Ayuntamiento estará dedicado al artista.
La participación ha vuelto a ser amplia y de nuevo se ha colgado el cartel de completo. “Esta feria va bien a los comerciantes, entonces la mayoría de los que hay suelen repetir es verdad y contamos con algunos expositores nuevos, que también es de agradecer, además hay muchos que repiten año tras año”, resaltó el gerente
Expositores habituales
Además de la nutrida representación del comercio calamochino, un buen número de expositores repiten en Calamocha año tras año. Algunos, incluso acuden a la capital del Jiloca a más de un certamen ferial.
Raúl Cordeo lleva muchos años exponiendo en Calamocha sus conservas de Santoña. “Traemos conservas gourmet, anchoa de Santona, bonito del norte, mejillón gigante, pates gourmet”, dijo al pie del stand.
Otro habitual del ferial es Vicente Catalá, de El Viejo Desván de la Tomasa, en el que se ofrecen antigüedades y artículos de coleccionista. “La gente que viene al estar interesada por lo que está más mayor que van a buscar un producto exclusivo como algún mueble antiguo”, explicó.
Tampoco falta a la fita cada año la Peña la Unión para promocionar el sorteo de su tradicional cesta de Navidad. En esta ocasión, para animar la participación, se ha propuesto un concurso en el que hay que acertar con la cantidad de pipas que pesen 1.968 gramos, por ser el año de la fundación de la asociación. Lo explicó Marta Blasco, responsable del stand durante el primer turno, diciendo que “promocionamos nuestra cesta de Navidad, que tiene una serie de productos variados (...) tenemos el aliciente de que si compras el boleto durante la feria, puedes participar en nuestro juego de el peso justo. Hemos cogido el año de la Fundación de la peña, 1968, y hay que conseguir, mediante pipas el peso de 1.968 gramos. El ganador de este concurso que anunciaremos la semana que viene”, dijo.
Creación en vivo y en directo
Entre las actividades propuestas por la Institución Ferial de Calamocha para la feria, los visitantes podrán comprobar el proceso creativo del escultor local José Azul, que ayer comenzó la fabricación de una escultura en la parte exterior del recinto.
Azul encendió el fuego de su forja a primera hora y en seguida comenzó a trabajar.
“Normalmente, el hierro empieza a fundir a unos 1.300 grados y luego se puede empezar a trabajar entre 800, más o menos. Y va por colores. Pones el carbón de huya, pones el hierro y entonces se va poniendo rojo, rojo cereza, rojo intenso hasta que pasa a blanco. Y el blanco es cuando se puede manipular”, explicó el herrero.
De su fragua surgirá al cabo del fin de semana una libélula caracterizada por el particular estilo visual de sus obras, después de que todo el proceso se haya desarrollado en el ferial.