La Universidad de Verano de Teruel pretende sensibilizar sobre el valor del patrimonio de los pueblos con un curso
Está dirigido a la sociedad civil y a las asociaciones interesadas en la gestión de los bienes del medio ruralBuena parte de los viejos enseres que ahora serían piezas de museo se han perdido en los pueblos o, en el mejor de los casos, siguen olvidados en graneros y altillos. No es el caso de Tronchón, donde, más por cautela que por aprecio, se han salvado numerosos bienes muebles que constituyen elementos clave para entender su esplendoroso pasado. Algunos de ellos, así como los archivos de La Cuba o el Museo de Molinos, pionero de la nueva museología que se estaba gestando en la década de los 80 en España, servirán para vertebrar un curso organizado por la Universidad de Verano de Teruel-Fundación Antonio Gargallo titulado El patrimonio cultural ante los retos de la despoblación. Se celebrará entre los días 3, 4 y 5 de octubre en Tronchón, La Cuba y Cantavieja y la matrícula sigue abierta.
El curso de la UVT está dirigido principalmente a las asociaciones culturales y personas que viven en el pueblo o veranean en él y tienen interés en participar en procesos de recuperación del patrimonio. También está pensado para los responsables de las asociaciones culturales que se han convertido en gestores del patrimonio de las localidades.
Lo que se busca es ofrecer herramientas a los asistentes para saber enfrentarse a un bien patrimonial y no intervenir en él –recalcaron desde la organización– pero sí reconocer si es de relevancia y saber con qué profesionales hay que contactar para preservarlo y ponerlo en valor.
Pero además de ofrecer pautas para los interesados en el patrimonio, también busca “poner en valor” los bienes que hay en esta comarca, según recalcó el director de la Universidad de Verano de Teruel y la Fundación Antonio Gargallo, Alfonso Blesa.
La directora del curso, Sonia Sánchez, que es profesora de la Facultad de Bellas Artes y técnica de Patrimonio de la Comarca del Maestrazgo, indicó que una de las ventajas de los lugares que se han ido despoblando en las últimas décadas es que no ha habido necesidades de espacio para atender a la nueva población y por eso numerosos enseres han sobrevivido al paso de los años.
En este sentido el presidente de la Comarca y alcalde de Tronchón, Roberto Rabaza, manifestó que en el caso de su pueblo los materiales que se han conservado “no eran objetos valorados, pero ningún alcalde se ha atrevido a tirarlos, por si acaso, y se han limitado a guardarlos tal cual estaban”. Eso ha propiciado la aparición recientemente de algunas joyas, como el ajuar del hospital de San Nicolás, cuyos arcones permanecieron intactos durante décadas y en un futuro su contenido –compuesto por vajillas, ropa de cama y lencería para los enfermos– será protagonista en una exposición.
Sonia Sánchez destacó que el patrimonio puede convertirse en un importante “revulsivo económico” pero también es relevante “por una cuestión social, ya que mantenerlo en buen estado influye en los que habitamos el territorio”, sentenció.
En la primera jornada del curso, que se desarrollará en Tronchón el día 3 de octubre, el geógrafo Luis del Romero centrará su intervención en la despoblación en la provincia de Teruel y hablará del patrimonio industrial como oportunidad de desarrollo.
La restauradora Ana Cañizares hablará de conservación preventiva y de actuaciones de urgencia en bienes muebles. La experta dará pautas para la conservación de textiles o pinturas en una charla enfocada a los materiales que existen en los municipios. “Será muy básico, pero lo que se vea aquí lo podrán encontrar en cualquiera de sus pueblos”, manifestó Sonia Sánchez.
Por la tarde Pedro Luis Hernando, profesor de la Universidad de Zaragoza y responsable técnico del Museo Diocesano de Teruel, centrará su intervención en la gestión del patrimonio religioso en entorno despoblados y Marta Puyol y Francisco Javier Bolea ayudarán a los asistentes a identificar, conocer y preservar el patrimonio cultural inmaterial.
Los archivos serán los protagonistas de la segunda jornada, que se desarrollará en La Cuba y contará con la presencia del experto en el tema José Ramón Sanchís. Con su potencia buscará “mostrar el interés y gran valor que tiene para la identidad de las personas la documentación que hay en sus archivos”, dijo el especialista. Les mostrará algunos documentos auténticos del archivo de La Cuba para, a partir de ellos, enumerar sus características y necesidades. Este tipo de archivos también entrañan importantes dificultades, empezando por la propia lectura, porque muchos están escritos en latín y con grafías antiguas de difícil comprensión para personas sin formación en paleografía.
En esa jornada intervendrán a su vez los doctores en Historia Herminio Lafoz y Óscar Navajas que ofrecerán ponencias tituladas, respectivamente, Las instituciones culturales ante el reto de la despoblación y Las herramientas de la musicología social al rescate del patrimonio. La tarde se cerrará con una mesa redonda sobre el papel que juan las asociaciones culturales en la preservación del patrimonio.
La experiencia museológica de Molinos abrirá la jornada del sábado en la que la directora del curso, Sonia Sánchez, hablará del papel que jugó esta localidad del bajo Maestrazgo en la nueva museología en España. En el año 1987 se celebró allí un congreso sobre nueva museología, que plantea la implicación de la población local en los procesos de musealización. Sánchez relató que el hecho de que los fondos Leader se asentaran en Molinos se debió a que en la localidad “ya había una experiencia de gestión del patrimonio con la implicación de la población local”. Esas jornadas fueron el germen del Parque Cultural del Maestrazgo, que se creó en los 90 y que engloba un amplio territorio bajo el paraguas patrimonial.
La encargada de cerrar la sesión será Estefanía Monforte, quien hablará del proyecto de recuperación de escuelas antiguas que están llevando a cabo en la zona del Maestrazgo.
Implantación en el territorio y ampliación del calendario
El director de la Universidad de Verano de Teruel y la Fundación Antonio Gargallo, Alfonso Blesa, incidió en que uno de los objetivos de la entidad es “generar actividad en las distintas comarcas de la provincia de Teruel”. Es la primera vez que el Maestrazgo alberga la formación sobre patrimonio, pero en otros lugares los cursos tienen una gran trayectoria, como el de botánica en la Sierra de Albarracín o los de astrofísica y truficultura en Gúdar-Javalambre, que es uno de los que cuentan con una matrícula más alta y siempre quedan alumnos en lista de espera.
Este año también se han ofertado otras actividades vinculadas a la ornitología, en el Jiloca, al paisaje del territorio en Andorra Sierra de Arcos o al periodismo o la filosofía en el Bajo Aragón.
“La idea es buscar cursos que estén muy vinculados al territorio donde queremos impartirlos”, aseguró Alfonso Blesa, quien destacó que muchas de estas acciones formativas se han convertido en referente no solo a nivel nacional, sino también internacional.
Blesa hizo una valoración positiva de la presente edición de la Universidad de Verano y precisó que “está funcionando bastante bien”. La clave está, según matizó en la vinculación de los cursos al propio territorio.
Otro de los objetivos que se fijan los programadores de la UVT es prolongar la actividad durante buena parte del año. En este sentido, aunque el grueso de la actividad se desarrolla durante el mes de julio, también hay otros en octubre, como el que arrancará en unos días en el Maestrazgo, o incluso febrero, fecha en la que habitualmente se desarrolla el Curso de Truficultura práctica, ya que debe llevarse a cabo durante la temporada de recolección para así poder salir al campo y trabajar con hongos frescos.
El mes de septiembre ha albergado diferentes propuestas formativas y todavía queda por desarrollar el curso Abordaje integral del enfermo oncológico y su entorno, que será en Teruel durante la semana que viene. En octubre, además del curso del Maestrazgo, Teruel acogerá el XI Congreso de la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología que se centrará en los tratamientos transdiagnósticos.
Una vez cerradas estas acciones formativas, todavía quedaría pendiente la dedicada a la truficultura, que será en febrero de 2020.