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La Tinaja de Bronchales mantiene el reparto iniciado por el Covid-19 en la Sierra La Tinaja de Bronchales mantiene el reparto iniciado por el Covid-19 en la Sierra
Supermercado de Bronchales que ha estado abasteciendo a varios pueblos de la Sierra de Albarracín

La Tinaja de Bronchales mantiene el reparto iniciado por el Covid-19 en la Sierra

Distribuirá carne y otros alimentos una vez a la semana por varios pueblos sin tienda
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Cruz Aguilar

La empresa cárnica y supermercado Rijomavi-La Tinaja, de Bronchales, mantendrá el reparto que inició durante el confinamiento por varios pueblos de la Sierra de Albarracín. Ha unificado las dos rutas que hacía en una  sola y la llevará a cabo un día por semana para entregar a sus clientes los pedidos que le encarguen previamente.
La Tinaja empezó los repartos el 18 de marzo, pocos días después de iniciarse el estado de alarma y el objetivo era que todos los vecinos de la Sierra de Albarracín tuvieran acceso a los bienes de primera necesidad. Ellos tienen una fábrica de embutidos y sala de despiece en Bronchales y además venden sus propias elaboraciones en un supermercado donde comercializan todo tipo de alimentos y productos de limpieza. Por eso, han estado abasteciendo a los diferentes pueblos de todo lo necesario. 
El gerente de Rijomavi, Manuel Sáez, explicó que en principio tenían previsto prestar el servicio de forma momentánea por las circunstancias pero que ante la demanda de los clientes han decidido mantenerlo. Comentó que durante las semanas en las que toda España estuvo confinada ellos atendían unos 60 pedidos en las dos rutas que hacían una vez por semana. 
La primera era por Moscardón, Royuela, Frías de Albarracín y Terriente y la segunda por Rodenas, Pozondón y Monterde. Sin embargo las acabaron unificando porque de Rodenas y Monterde no recibieron encargos. 
Manuel Sáez indicó que ahora no tienen tantos pedidos pero que los clientes que tienen realizan grandes compras. “En vez de ir dos días ahora iremos solo uno, también a Jabaloyas y siempre los jueves, para preparar los pedidos el miércoles”, dijo. 
Hay gente que les demanda todo lo necesario para pasar la semana, mientras que otros centran su pedido en los productos cárnicos, que son su especialidad. En ambos casos se trata de compras “de 20 o 30 euros como mínimo”, dice Sáez. Admiten pagos con efectivo o tarjeta y, para los pedidos que reciben online, han implementado el servicio de Paygold de la Caja Rural, que según indicó les resulta muy cómodo.

Un buen servicio
Durante el confinamiento les llevaban a estos pueblos también frutas y verduras frescas y ahora no lo hacen ya porque el vendedor ambulante que habitualmente les abastecía ha retomado la actividad. 
Desde el pasado jueves han incluido en el reparto a Jabaloyas porque se lo demandó el alcalde, Enrique Álvarez, quien insistió en la importancia que tiene que se preste esta atención comercial. El edil señaló que ha planteado a sus vecinos la importancia que tiene que hagan sus pedidos a este establecimiento si quieren mantener el servicio. “La gente se tendrá que acostumbrar a llamar por teléfono y encargar porque para que venga hasta aquí hay que comprarle”, comento Álvarez.
 En Jabaloyas hace más de dos décadas que no tienen tienda y hasta ahora se abastecían a través de un vendedor ambulante de fruta y verdura al que le encargaban también otros productos. Este vendedor se mantendrá pero el objetivo es que diversifiquen su compra para que a los dos comerciantes les merezca la pena llegar hasta Jabaloyas.
En este sentido, desde La Tinaja indicaron que el resto de los pueblos de la ruta están de paso pero que a Jabaloyas hay que ir adrede, pero que se animaron a llegar hasta allí porque consideran que es un servicio que prestan para los vecinos.
Manuel Sáez especificó que  los productos que llevan hasta los pueblos los venden al mismo precio que en su tienda de Bronchales y que no cuentan con ningún tipo de ayudas públicas que financien el coste del desplazamiento. Aclaró que no tienen previsto pedirlas, aunque si llegaran serían bienvenidas porque en los meses del invierno tal vez no les salgan las cuentas.
Otro de los momentos que consideran crítico es el mes de agosto, en el que ellos tienen mucho trabajo en su tienda y fábrica de Bronchales y no saben si podrán llegar a todo. “De momento vamos a probar en el mes de julio y a ver cómo va porque nos da un poco de miedo que se nos apodere el trabajo”, reconoció.

Royuela
En Royuela han recibido a los comerciantes de Bronchales con los brazos abiertos. Llevan un par de años sin tienda y, aunque según explicó el alcalde, Lorenzo Blesa, tienen en mente montar una, de momento no disponen de este servicio. “Empezaron a servirnos la compra durante el confinamiento provocado por el coronavirus, ha prestado un gran servicio porque otros que venían habitualmente no lo hicieron. A la gente mayor le va estupendamente este reparto, pero el problema es que hay gente más joven que le gusta comprar en Teruel y, si a él no le sale rentable, no vendrá. Ese es el problema de las tiendas en los pueblos pequeños”, relató el responsable municipal de Royuela.
En esta localidad pretenden abrir una tienda en un edificio municipal en el que también está proyectado un hostal. En la planta baja hay un bar restaurante que ya está abierto pero, como apuntó Lorenzo Blesa, para abrir la tienda tienen que construir un nuevo restaurante y utilizar el espacio del que hay actualmente para el colmado. Adelantó que dudan de que la tienda que proyectan sea viable por sí misma y por eso pretenden que la gestione la misma persona que se ocupa de atender el bar restaurante y el futuro hostal.