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La Silent Route hace las delicias  de los centenares de mototuristas concentrados en Ejulve y su entorno La Silent Route hace las delicias  de los centenares de mototuristas concentrados en Ejulve y su entorno
Fotografía de grupo con Silencioso, el macho cabrío mascota de la Silent ubicado en el kilómetro 16 (Ejulve). M. N.

La Silent Route hace las delicias de los centenares de mototuristas concentrados en Ejulve y su entorno

Una salida conjunta por la carretera panorámica A-1702, exhibiciones, homenajes, presentaciones de producto y almuerzos dinamizan la comarca
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Los que no la conocían alucinaron con ella y los que ya la habían recorrido se volvieron a enamorar. La carretera panorámica The Silent Route hizo este sábado las delicias de los centenares de mototuristas que durante el fin de semana han participado en la I Concentración Motera de Ejulve. En la retina queda la foto de familia más multitudinaria que se recuerda en el icónico macho cabrío Silencioso, ubicado en el puerto de los Degollados, y los reencuentros y nuevas amistades tejidas entre apasionados de las uves y ráfagas de media España.

La primera edición del evento, organizado por el Ayuntamiento de Ejulve, el Motoclub Panderetas de Alcorisa y Motíberos, ha sido un éxito. Aunque a las 10 de la mañana del sábado, cuando el grupo se echó a la carretera autonómica A-1702 desde la zona de acampada, apenas había 160 inscritos, el número se duplicó horas después gracias a las incorporaciones de última hora. Algunas de moteros que pasaban por allí y decidieron unirse a una fiesta que, además, tiene carácter solidario y destinará los beneficios obtenidos a cuatro asociaciones benéficas.
 

Los moteros esperan en el lavadero, punto de partida de excursiones en Ejulve, el momento de salir todos juntos. M. N. 

Conciertos variados; DJs; almuerzos y más gastronomía; charlas sobre seguridad vial; homenajes a los caídos en la carretera y a leyendas del motociclismo como Benjamín Grau, José A. Mendivil, Jorge Capapé y José Sáinz ‘Titín’; charlas y presentaciones de airbags para motos, cascos; un espectáculo de caballitos y derrapadas, y una ruta nocturna con antorchas por calles y pistas asfaltadas del pueblo han adornado el acto estrella de la concentración: un recorrido motero de ida y vuelta para conocer los 63 kilómetros de la Silent, desde la Venta La Pintada (Gargallo) hasta el puerto del Cuarto Pelado (Cantavieja), pasando por Villarluengo, Cañada de Benatanduz y por los vericuetos del río Pitarque.

La excursión, en grupo a la ida y libre a la vuelta, entusiasmó a los moteros, que se despiden este domingo de Ejulve como más les gusta: con un buen almuerzo para coger fuerzas para el camino de vuelta. Algunos deben volver a León y Galicia, aunque la mayoría procede de Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana.
 

Exhibición de piruetas, por la tarde junto a la zona de acampada. M. N. 

David e Inés, padre e hija, llegaron el viernes de Loriguilla, un pueblo de Valencia cercano a Cheste. Han pernoctado dos noches en una casa rural de Ejulve para disfrutar del evento. “Yo hacía mucho enduro y motocross pero empecé con la carretera para moverme con mis hijas por ahí. He veraneado mucho en Valdelinares, donde tengo familia, y subimos mucho por esta zona. Ya conocía la Silent Route pero me ha gustado que hicieran aquí la concentración porque había pasado muchas veces pero no había parado”, explicó él.

Ambos se van encantados del evento por el “buen ambiente” que se genera entre apasionados de las dos ruedas y por “la sierra, los pueblos y su gente; es muy acogedor”.

Una ruta con fama súbita

“En Aragón hay muy buenas rutas además de la Silent, pero esta ha cogido mucha fama en los últimos años y ha crecido como la espuma; nos ha pillado un poco por sorpresa”, reconoció Fran Trigueros, socio del Motoclub Panderetas de Alcorisa. “Supongo que a la gente le llama la atención la cabra y hacerse fotos con ella”, destacó el organizador, quien subrayó el “compañerismo” que genera el evento.

“Hay un típico tópico que dice que los moteros dan miedo, que son malotes. Pero lo cierto es que somos un grupo de gente que nos movemos por ayudar, por organizar y, cuando se hace algo así, vamos todos a una” para contribuir a la dinamización socioeconómica de la zona.
 

Dos amigos en la Silent. M. N. 

Otro socio del club, Nicolás González, dijo que era obligatorio para el Panderetas atender la llamada del Ayuntamiento de Ejulve y “como club más cercano al inicio de la ruta nos ofrecimos para colaborar en lo que hiciera falta”.

“El motero busca buenas carreteras, una ruta agradable, buenas vistas, cerveza fría y un buen almuerzo, principalmente”, destacó González. Todo eso ha tenido el aficionado gracias a atractivos naturales como los Órganos de Montoro, la colaboración desinteresada de 50 voluntarios y el apoyo de las instituciones.
 

Dos amigos en la Silent. M. N. 


El motoclub alcorisano, con 80 socios, piensa ya en las convivencias en Alcorisa, el último fin de semana de julio, y el tercer fin de semana de enero de 2025 tiene ya tachado en el calendario su Maño Almuerzo. “Y a esperar a junio otra vez para repetir la Concentración Motera de la Silent en Ejulve”, emplazó.

Se trata de la primera reunión de este tipo en la Silent, referente entre los aficionados. Para poder atenderles, se ha habilitado un espacio de acampada y amplias zonas de aparcamiento. Además, todas las casas rurales del pueblo y muchas del entorno han llenado este fin de semana.
 

Moteros solidarios

Detrás del aspecto de tipos duros que muestran los moteros se esconde a menudo un gran corazón que les lleva a implicarse en proyectos de ayuda a personas con discapacidad, socioeducativos, contra el abuso infantil y por la investigación de las llamadas enfermedades raras, sectores a los que irán destinados los beneficios de la primera concentración motera y solidaria de Ejulve: Anudi, Gusantina, Pica y Rodando con Noonan.

Llegan a los colegios en moto, con chalecos de Harley Davidson. “Es nuestra forma de vestir prácticamente a diario y llama mucho la atención. Una de las cosas que les preguntamos es qué piensan de nosotros, y contestan auténticas barbaridades. Entonces les enseñamos que están equivocados, que eso es una primera imagen que tienen pero que a las personas no hay que tomarlas por lo que se ve, sino que hay que llegar un poquito más al fondo de la cuestión”, explicó Fernando Sánchez 'Nano', presidente de la asociación Protección a la Infancia Contra el Abuso (PICA).
 

Miembros de la asociación Protección a la Infancia Contra el Abuso (PICA). M. N. 

En la sobremesa de la comida de este sábado explicaron al público que acuden a eventos como el de Ejulve a dar información sobre esta asociación benéfica, sin ánimo de lucro, que se dedica a la ayuda y acompañamiento de menores víctimas de abusos físicos, psicológicos y sexuales. También hacen prevención en colegios, pueblos y eventos privados; trabajan psicológicamente con menores que han sido abusados para devolverles la autoestima y, recientemente, hacen reflexionar a menores que han sido abusadores sobre las consecuencias de sus actos para que no vuelvan a cometerlos.

Están implantados en Aragón, Navarra, Cataluña, Madrid y Galicia. “Somos una asociación motorista”, recalcó Nano, en concreto de aquellos que tienen máquinas de más de 500 centímetros cúbicos. La mayoría se mueven en Harley, pero también hay Suzukis y BMWs.

“Nacimos hace diez años y decidimos actuar sobre menores porque es el punto más débil de la sociedad. El mundo motorista es solidario de por sí. Tenemos Bikers por la ELA, Rodando con Noonan... todos somos solidarios y los niños tocan mucho el corazón; tenemos miembros de la asociación que han sufrido algún tipo de abusos en la infancia”, concluyó el portavoz de esta agrupación.