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La sabina milenaria inspira arte reciclado y pone en el mapa a Blancas La sabina milenaria inspira arte reciclado y pone en el mapa a Blancas
Sabina de Blancas

La sabina milenaria inspira arte reciclado y pone en el mapa a Blancas

El ejemplar fue subcampeón en el concurso para elegir al candidato español a Árbol Europeo de 2022
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Manu Moncada/Madrid

Un tesoro natural como la sabina milenaria de Blancas (Teruel), sumado a las iniciativas de arte reciclado inspiradas por el árbol más longevo del valle aragonés del Jiloca, sitúan en el mapa a esta localidad turolense y ponen en valor a "la mal llamada España vaciada".

Proyectos de este tipo demuestran que "hay mucha vida en la mal llamada España vaciada", explica a Efe el presidente de la Asociación de Amigos de Blancas, Pablo Esteban, uno de los impulsores de la sabina como candidato español a Árbol Europeo de 2022, competición en la que quedó subcampeón por un estrecho margen de votos frente al carballo -roble- del Bosque del Banquete de Conxo (Santiago de Compostela) en la edición nacional y que ahora competirá con los ejemplares elegidos en el resto de países europeos.

En medio de un paisaje dominado por el cereal y la paramera, la sabina milenaria de Blancas se yergue en solitario y ajena al paso del tiempo como “el único árbol en muchos kilómetros a la redonda" asegura Esteban.

Declarado 'árbol singular' de Aragón, "lleva siglos cobijando a pastores, rebaños y labriegos" bajo su generosa copa, la única protección disponible en "20 ó 30 kilómetros a la redonda" en medio de "un terreno de secano durísimo".

Esteban señala que las sabinas son árboles de crecimiento "muy lento", lo que hace destacar aún más a este ejemplar, "de unos mil años de edad", ya que lo convierte en un "superviviente" en un entorno en el que hasta hace poco tiempo "lo importante era hacer leña para calentarse en invierno" y "roturar para plantar cereal".

De hecho, en esta región aragonesa "ha primado históricamente la supervivencia del hombre frente a la de los árboles" en un lugar de clima extremo en el que cuidar el entorno "estaba considerado como algo secundario".

Sin embargo, ensalzar a la sabina milenaria "es darle la vuelta a eso y poner en valor la paramera" que constituye una extensión de "3.000 hectáreas de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA)" poblada por avutardas y buitres y que da cobijo a "una de las mayores poblaciones de alondra ricotí de España", describe Esteban.

Otro de los apoyos fundamentales para dar a conocer este árbol es el escultor Jesús Guallar, que decidió hacer su propia interpretación del ejemplar: "Una réplica de hierro reciclado a tamaño natural y con las mismas medidas", asegura a Efe el escultor turolense.

Guallar ha detallado que la Sabina de Hierro 2.0 -nombre que recibe la réplica- es “una escultura de 8 metros de alto y unos 15 de ancho” fabricada a partir de “materiales reciclados y chatarra” aportada por los habitantes de Blancas.

Descendiente de una familia de herreros, el artista confiesa que siempre ha tenido “un vínculo especial con este material” y defiende dar una segunda vida a lo que suele considerarse un simple residuo, porque “el reciclaje es una forma de vivir frente al consumismo”.

En su obra, hay una gran representación de la naturaleza ya que, entre sus esculturas, representa las imágenes de grullas, dragones, serpientes o espantapájaros, todas ellas permanentemente expuestas cerca de la sabina de hierro.

Guallar ofrece la posibilidad de “apadrinar una hoja de la sabina de hierro”: el propio escultor graba el nombre del benefactor en una lámina de hierro que permanecerá expuesta en un monumento conmemorativo levantado junto a la réplica.

Los fondos recaudados de esta manera servirán para acondicionar el entorno próximo a la sabina y dotarlo “de iluminación, bancos y un cercado de piedras”, así como para el mantenimiento de la obra.

En la pugna de este año para convertirse en el candidato español y pasar así a la fase final, la competición europea, la sabina de Blancas concursó junto a otros diez árboles españoles.

Entre ellos, el tinerfeño drago milenario de Icod de los Vinos, la madrileña olma de Nuevo Baztán o el asturiano tejo de Arangas.

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