La plantilla de Finsa en Cella aumenta gracias a la recuperación del sector de la madera
La media de contratos en las dos plantas en 2021 fue de 420 pesonas frente a las 414 de un año antesLa construcción, rehabilitación y reforma del hábitat se convirtió en un gasto prioritario de los consumidores en 2021 como consecuencia de los confinamientos previos derivados de la pandemia, lo que permitió la consolidación de la recuperación del mercado de la madera. Esta coyuntura ha permitido que Financiera Maderera SA (Finsa) incremente su actividad y amplíe su plantilla en las dos plantas de producción de que dispone en Cella hasta llegar a una media de 420 personas contratadas el año pasado frente a las 414 de 2020.
Así se desprende del Informe de verificación independiente presentado recientemente por Finsa, que desvela que la facturación del grupo alcanzó los 1.118,7 millones de euros en 2021 frente a los 832 de un año antes, lo que supone un 34% más que cuando comenzó la crisis sanitaria y se produjo el parón en la producción durante el primer estado de alarma. Además, logró superar los 1.000 millones de cifra de negocio por primera vez desde 2008.
Un total de 3.323 personas, distribuidas principalmente entre España, Portugal y Francia, han formado parte de la plantilla de la maderera en 2021, el 84% en las factorías, delegaciones comerciales y plataformas logísticas ubicadas en el territorio nacional.
Instalación en 1976
Finsa se instaló en 1976 en Cella, donde cuenta con dos plantas: Cella I se dedica a la fabricación, empaquetado, almacenamiento y distribución de kits de muebles, mientras que Cella II produce madera técnica (tablero aglomerado de partículas).
Después de la irrupción de la crisis sanitaria del Covid-19, el mercado ibérico de productos derivados de la madera se contrajo muy significativamente, si bien durante el segundo semestre de 2020 inició una sostenida recuperación. En el ejercicio 2021, se consolidó esta recuperación del mercado como consecuencia de una coyuntura muy favorable para todos los sectores relacionados con el hábitat, según el Informe.
De esta forma, el pasado ejercicio se caracterizó por una elevada actividad en el sector maderero a nivel mundial motivada por un cambio en el orden de preferencias del consumidor respecto a su renta disponible. “Debido a las limitaciones de movilidad y ocio, y los confinamientos derivados de la situación de pandemia, la construcción, rehabilitación y reforma del hábitat se convirtió en gasto prioritario”, señala el documento.
Resultados económicos
Esta coyuntura, añade, ha producido un desequilibrio entre la oferta y la demanda, que Finsa ha gestionado dando prioridad a la disponibilidad del producto y al servicio fiable a sus clientes por encima del precio, si bien se ha producido un alza de los precios de venta debido al aumento de los costes de producción.
En términos económicos, de los 1.118,7 millones de euros facturados en 2021, lo que supone un 34% más que los 832 de 2020, la distribución por negocio quedó así: 895 millones en productos derivados de la madera, 179,9 en el área química (Foresa) y 43,8 en energía (Cogeneración del Noroeste) frente a los 692, 91,2 y 48,8, respectivamente, del ejercicio anterior.
El Ebitda recurrente (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) fue de 167,7 millones de euros (104 millones de euros en 2020). El resultado de explotación fue de 108,4 millones de euros (52,5 millones en 2020).
Los costes, en términos globales, aumentaron en torno a un 32% respecto 2020 por el incremento del precio de las materias primas y de la energía, con una tendencia progresiva al alza especialmente abrupta en la segunda mitad del año.
Negocio
En estas actividades de negocio, el empleo directo benefició a 3.323 personas frente a las 3.287 de un año antes. En el caso de las dos plantas de Cella, la media de la plantilla se situó en 420 personas en 2021, seis más que en el ejercicio anterior.
El grupo ha mantenido todas las inversiones previstas, entre las que destaca la apertura y puesta en funcionamiento de un nuevo centro productivo especializado en la fabricación de madera contralaminada (CLT) en la localidad coruñesa de Coirós.
Respecto al momento actual, Finsa admite que le siguen afectando, como al resto de sectores, los impactos en la economía global derivados de la invasión de Rusia a Ucrania, principalmente los incrementos en los precios de las materias primas y la energía y la tensión en la cadena de suministros.
Comparte también la incertidumbre respecto a la evolución de la situación socioeconómica y su impacto en los mercados en los próximos meses, que le ha llevado a notar en las últimas semanas un descenso en la demanda.
Sostenibilidad
El Informe de verificación independiente explica que la industria se ha adaptado tecnológicamente para poder emplear como materia prima residuos de madera de segundo uso, en particular en la fabricación de tableros de partículas. Finsa retomó la senda de crecimiento en los centros de Cella, Nelas y Santiago que se había quebrado en 2020 debido a la pandemia.
Por otro lado, el calendario de auditorías para verificar el cumplimiento de la normativa de prevención se vio alterado en 2020 por la situación de pandemia. En 2021 sin embargo se realizaron auditorias en los centros de Cella, Santiago, Padrón, Ourense y Rábade, en las delegaciones comerciales y Cogeneración del Noroeste, y la valoración global del sistema de prevención fue satisfactoria.
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