La planta de Teruel Pellets de Bea podría retomar la producción este verano
Los nuevos propietarios revisan las instalaciones y la maquinaria y buscan trabajadoresEl grupo Biomasa del Aneto trabaja en la puesta a punto de la planta de Teruel Pellets de Bea con el objetivo de retomar la producción este verano después de que el pasado 8 de mayo formalizara la compra de la unidad productiva por los 570.000 euros que había ofrecido en la subastilla celebrada el pasado 15 de febrero con la que finalmente se resolvió el concurso de acreedores. Al mismo tiempo, ha abierto un proceso de selección para poder contar a corto plazo con una plantilla de 8 trabajadores.
El consejero delegado de Biomasa del Aneto Christian Rodríguez explicó que las instalaciones están descuidadas y que el mantenimiento de las mismas durante la fase concursal no ha sido el óptimo, pero que aún así el estado general de la planta “no es tan malo” como esperaban tras las primeras visitas a la fábrica, realizadas antes de hacer la oferta para su adquisición.
Biomasa del Aneto lleva trabajando en la puesta en marcha de la fábrica de Bea desde que formalizó su adquisición el pasado 8 de mayo con el pago al contado de los 570.000 euros (10.000 más que Forestal del Maestrazgo, la otra oferente) ofrecidos en la subastilla celebrada el pasado 15 de febrero en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Teruel.
Actualmente, los técnicos están analizando el estado de la estructura de la fábrica, de la maquinaria y de todo el proceso productivo con la intención de volver a fabricar este verano.
“Estamos en fase de pruebas. Estamos terminando de analizar las instalaciones para llevar a cabo las reparaciones necesarias. Según nuestro calendario, si no hay inconvenientes o sorpresas, esperamos llevar a cabo las primeras pruebas de producto en un mes aproximadamente”, explicó Rodríguez.
El consejero delegado de Mosqueruela Forestal Juan Domenche precisó que la “agilidad” con la que están llevando a cabo el acondicionamiento de las instalaciones les hace ser optimistas de cara a conseguir que la fábrica alcance pronto la máxima producción para no perder la campaña de invierno. Además, su objetivo es entrar en el mercado con una profunda penetración, para lo que paralelamente se están realizando labores comerciales.
Biomasa del Aneto confía en que el inicio de la producción sirva para culminar con éxito el largo proceso concursal (abierto en febrero de 2017) en el que se vio inmersa hasta conseguir su adjudicación, resuelta finalmente mediante una subastilla por decisión judicial.
“Ha sido un camino complicado, en el que ha habido decisiones y circunstancias que no son habituales en un proceso de estas características, pero el resultado ha sido satisfactorio”, precisó Christian Rodríguez.
Ampliación de la plantilla
En su oferta, Biomasa del Aneto se comprometió a duplicar los 4 puestos de trabajo que brindaba la fábrica de Bea. Por eso, los nuevos propietarios han abierto un proceso de selección de personal para contar a corto plazo con 8 trabajadores y poder establecer hasta tres turnos de trabajo de lunes a viernes, en función de las necesidades de producción.
En este punto, comentaron las dificultades para encontrar mano de obra cualificada. Domenche precisó que “la despoblación no está afectada por las inversiones, sino que afecta a las necesidades de mano de obra de los inversores. No hay suficiente personal capacitado y con voluntad de trabajar para los puestos que se ofertan y las distancias se ven como un problema”. En su opinión, esta situación limita la atracción de recursos a la provincia.
En este sentido, Christian Rodríguez apuntó que “es necesario crear un clima de inversión” en el que además se ofrezcan apoyos a los emprendedores en lugar de atraer inversiones a base de subvenciones únicamente.
Y como muestra de su disposición a alcanzar una alta producción a corto plazo, precisaron que ya se han quedado con tres subastas de madera y ya cuentan con troncos almacenados en la campa.
Según Domenche, la extracción de biomasa de los montes cercanos puede ser otra importante fuente de generación de empleo, al mismo tiempo que se mejora la calidad de los mismos gracias a la limpieza.
Rodriguez calcula que en este tipo de proyectos es necesario un periodo de 10 años para recuperar la inversión. Por eso, pidió a las Administraciones públicas que en los planes de ordenación forestal las concesiones se hagan por un plazo mínimo de 15 años o el equivalente al periodo de cadencia de la inversión. “Esto evitaría problemas a los productores, como que se quedaran sin materia prima por su mala ubicación o gestión de compra”, argumentó. Por eso, pidió “intensificar” la relación entre la empresa y la Administración.
No obstante, alabó el trabajo del servicio provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad y de los agentes de protección de la naturaleza (APN).