La mitad de las grullas de Gallocanta anticiparon la magnitud de la borrasca y se marcharon una semana antes
El anillamiento permite controlar sus movimientos, pero no dónde han estadoLas grullas (Grus grus) no tienen problemas con las bajas temperaturas, pero huyen de la nieve porque no pueden alimentarse cuando cubre el campo. El temporal Gloria dejó el censo de estas aves migratorias a la mitad en los humedales de Teruel porque “lo barruntaron y se fueron unos días antes”, explican desde la Asociación de Amigos de Gallocanta. Antonio Torrijo, que es uno de los que colabora en el censo semanal de grullas en Gallocanta, precisó que de las 11.800 de Gallocanta y las alrededor de 8.000 de Villarquemado que se contabilizaron a comienzos de enero se pasó en el siguiente censo, realizado el día 23, ya en pleno temporal de nieve, a tan solo 3.756 en la laguna de Gallocanta y en torno a 5.000 en El Cañizar.
Ahora las aves han vuelto, y en el último conteo había 8.000 en Gallocanta y más de 9.000 en El Cañizar. “Pero en estas tres semanas no sabemos dónde han estado”, especificó Torrijo. Las aves se fueron huyendo de la nieve, pero muchas han vuelto, los aficionados a la ornitología lo han constatado gracias a las que están anilladas. “Había tres que estaban aquí invernando, todas eran veteranas, de entre 13 años y 20, y son habituales todos los inviernos”, especificó Antonio Torrijo. El ornitólogo señaló que estas aves emigran de Suecia para evitar la nieve y lo hacen “un mes antes de que empiece a caer”.