La limpieza del primer tramo de la muralla de Albarracín desvela restos de un torreón de planta circular

La restauración de la ladera este de la muralla de Albarracín, que es la zona que va desde la carretera hasta la iglesia auditorio de Santa María, ya se ha iniciado y, en los primeros metros, los albañiles están sacando a la luz lo que parece un torreón de planta circular. Se encuentra justo en la zona de la carretera, en la parte más contigua del parque, y la excavación no ha concluido ni se ha realizado aún un estudio detallado para conocer más información.

Los trabajos comenzaron a mediados de abril y, en los primeros tramos en los que se ha intervenido han comprobado que la muralla conserva toda su base, de un metro de anchura. El gerente de la Fundación Santa María, Antonio Jiménez, concretó que los lienzos trabajados hasta ahora “están perfectos”, dijo, para añadir que se trata de mortero de cal unido a modo de mampostería en los lados interior y exterior y rellenado de piedras y morteros de cal de forma más desordenada.

Calculan que habrá unos 250 metros entre la carretera y la iglesia auditorio de Santa María, pero Jiménez matizó que no conocen con exactitud el recorrido ni cuánto se habrá conservado. Pese a que esta zona de la muralla está totalmente visible desde la parte baja de la ciudad, muy pocos identifican los muros que se adivinan en medio de la vegetación como de la muralla de Albarracín. Los expertos indican que los paños se levantaron entre los siglos XIII y XIV, junto con el resto de la muralla, aunque la dotación es otro de los aspectos que se atenderán en la restauración que ahora se lleva a cabo.

Inversión

Para acometer los trabajos, la Fundación Santa María de Albarracín cuenta con 150.000 euros procedentes de la Dirección General de Patrimonio, que en 2023 concedió una subvención de 15.000 euros con los que se llevó a cabo la redacción del proyecto.

La primera fase de los trabajos consistirá, como detalló Jiménez, en la limpieza de la ladera y la retirada de las plantas exóticas e invasoras que han ocupado el terreno. Es la primera vez que se interviene, salvo una intervención que realizó el Ayuntamiento hace unos cuantos años consistente en la repoblación vegetal con fines ornamentales.

El gerente detalló que hay actualmente problemas por la colonización de aliantos, una planta conocida como árbol del cielo cuyo uso actualmente está prohibido. También se retirarán tanto las plantas arizónicas que están presentes como las enredaderas de la viña del Tíbet, que cubre y mata todas aquellas plantas que la obstaculizan y que es muy abundante en este espacio.

Los trabajos comenzaron a mediados del mes de abril y la previsión es que se prolonguen durante todo el año. No obstante, Antonio Jiménez condicionó el plazo a las dificultades que puedan surgir, tanto por los descubrimientos como por la dificultad que entraña trabajar en esta zona, puesto que hay muchas zonas de pendiente con relleno.