Síguenos
La Laguna del Cañizar recupera buena parte de su biodiversidad gracias a las lluvias La Laguna del Cañizar recupera buena parte de su biodiversidad gracias a las lluvias
Un enorme grupo de grullas sobrevuela el entorno de la Laguna del Cañizar. M. A.

La Laguna del Cañizar recupera buena parte de su biodiversidad gracias a las lluvias

SEO Birdlife censó el fin de semana más de un centenar de acuáticas y en torno a 3.500 grullas procedentes de Gallocanta
banner click 236 banner 236

La Sociedad Española de Ornitología (SEO Birdlife) vio el fin de semana cumplidas las buenas expectativas que existían en torno al censo de aves acuáticas que tuvo lugar en la Laguna del Cañizar, entre los términos municipales de Villarquemado y Cella, donde se contabilizaron numerosos ejemplares de diferentes especies. “Es cierto que cuando la situación previa es casi cero –el año pasado la laguna estaba prácticamente seca y apenas se vieron aves por estas fechas– cualquier resultado es mejor”, explicó ayer Luis Tirado, delegado de SEO Birdlife en Aragón, “pero es verdad que el censo ha sido muy positivo”. 

Las lluvias caídas han posibilitado que numerosas zonas de la laguna estuvieran encharcadas, si bien con una lámina de agua muy fina y congelada. “Esto ha impedido que hubiera limícolas que aprovechan los sedimentos”, explicó Tirado, pero en cambio ayer se contabilizaron unos 30 azulones, 70 avegrías, siete garzas y en torno a 3.500 grullas procedentes de Gallocanta.

Especies indicadoras

Pero además las once personas que acudieron a realizar el censo, entre personas de los grupos locales de SEO Birdlife de Zaragoza y Teruel, la propia delegación autonómica y dos APN del Gobierno de Aragón, localizaron cinco aguiluchos laguneros durmiendo. “Esto es muy importante porque es una rapaz con cierto grado de amenaza y que tenga aquí un dormidero no es algo que se vea todos los días”, explicó Tirado. “Estos, junto a las siete garzas que hemos visto indica que hay peces en las acequias perimetrales”. 

También son de gran importancia las diez cercetas observadas ayer, junto con algún ánade rabudo y pato cuchara. “No han sido muchos pero los había, y es un buen síntoma porque son especies indicadoras de la buena salud del ecosistema”.

La recuperación de la biodiversidad con respecto al año pasado hace que SEO Birdlife sea optimista: “Esto es una recuperación puntual que se debe a las lluvias y el encharcamiento del agua, y si este año no llueve volveremos a la situación del año pasado, que vimos algún pato y alguna garza de casualidad. Pero es muy indicativo de que, con un poco de agua que haya, la biodiversidad se dispara. Demuestra la gran capacidad de recuperación de la laguna, que es un auténtico diamante en bruto desde el punto de vista ecológico y también de promoción del turismo ornitológico de invierno”.

Y es que los humedales como la Laguna del Cañizar tienen una capacidad de regeneración que no existe en otros ecosistemas, como las zonas esteparias, los pastizales de montaña o los bosques, que requieren décadas para recuperar su biodiversidad. “Si con tan poca agua se ha recuperado tanto, en el momento que logremos una adecuada gestión del agua que haga que se mantenga unos pocos meses, o incluso unas pocas semanas, la explosión de vida puede ser enorme”, asegura Luis Tirado. Esto es debido porque cuando el humedal tiene agua permanente al menos durante un ciclo vegetativo se recupera la planta acuática y los insectos asociados a ella, generándose el alimento que las aves acuáticas buscan. 

Fuente de riqueza

El delegado de Aragón de SEO Birdlife se mostraba convencido de que “tenemos que ser capaces de aprovechar este diamante en bruto que tenemos”. “En el futuro habrá muchos años de sequía y se tiene que poner en marcha una buena gestión del agua, que permita almacenarla para usarla de riego en verano, y que en invierno permita recibir a todas estas aves”. Según Tirado, “muchas comunidades de regantes aragonesas se darían con un canto en los dientes si pudieran tener un embalse de regulación como puede ser este, y que además supone un importante impulso turístico de invierno con la ornitología”. 

Luis Tirado mencionó como precedentes los casos de la recuperación de los humedales de La Nava de Fuentes de Palencia o de La Janda en Cádiz, de donde se pueden copiar aciertos y evitar errores. Eran zonas deprimidas que han visto muy beneficiada la agricultura y la ganadería extensiva, por no hablar de la afluencia de los ornitólogos en invierno “en zonas donde jamás imaginaron que tendrían interés para el turismo”.