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La importancia del Ecosistema en el Patrimonio Cultural Inmaterial se debate en Tramacastilla La importancia del Ecosistema en el Patrimonio Cultural Inmaterial se debate en Tramacastilla
Mujeres de Tramacastilla, durante la Jornada de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Sierra de Albarracín

La importancia del Ecosistema en el Patrimonio Cultural Inmaterial se debate en Tramacastilla

El sector textil jugó un papel muy relevante en España y en la provincia de Teruel
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La importancia del textil en España y en la provincia de Teruel Fue uno de los aspectos destacados en la 12ª edición de Jornada de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Comarca de la Sierra de Albarracín celebrada en la localidad de Tramacastilla.
Julio César Valle, historiador del Arte y experto en Patrimonio Cultural Inmaterial, situó el contexto de la jornada tratando el ámbito del Ecosistema del Patrimonio Cultural Inmaterial el cual permite situarnos en el contexto de estos elementos y su relación con el medio más próximo y conocer la realidad que rodea a estas prácticas, dotándola de todo un entramado en torno a su pervivencia, similar está a la de los ecosistemas naturales, similar a una cadena trófica en la que un elemento se alimenta de otro directamente y se nutre para de esa forma alimentar al siguiente en el orden establecido.

En el textil, la cadena trófica se ha alimentado históricamente de la ganadería que a su vez incorpora el esquileo, posteriormente la limpieza de la lana, el telar hasta llegar a la pieza concreta; un refajo o una mantilla.

Cada textil creado en cualquier, es un compendio de su cultura y su historia. Elementos como el telar ha sido un instrumento clave para el desarrollo imparable de infinidad de elementos que ahora se almacenan en los museos nutriendo el recuerdo de la historia.

Artesanía


Pese a ello, en la actualidad se mantiene viva la artesanía textil como una necesidad de construcción de identidad, algunos ejemplos concretos son los paños de Béjar, los tejidos alpujarreños, las mantas morellanas, las alfombras de Alcaraz o la seda valenciana que han generado una identidad en la memoria colectiva que procede directamente de la elaboración de tejidos a través del oficio tradicional de los tejedores y tejedoras, o la pervivencia de la elaboración de la indumentaria tradicional.

Todo ello favorece el desarrollo  evolución del Patrimonio Cultural Inmaterial textil español. En la actualidad el Ministerio de Cultura trabaja en dos declaraciones de Patrimonio Cultural Inmaterial, el nudo español y la Jota con prácticamente todas las comunidades autónomas trabajando para su presentación conjunta a la Unesco.

En el ámbito de la provincia de Teruel, Javier Hernández Gracia, investigador de la Universidad de Valencia, escritor, comisario del Centenario de Manuel Pertegaz y autor del libro, El hombre que rozó la perfección, presentó en su ponencia la evolución en la provincia de Teruel en los últimos siglos, destacando la singular capacidad de la provincia gracias a la calidad de sus lanas, especialmente en la Sierra de Albarracín y el Maestrazgo.

Trashumancia


La evolución del intercambio, gracias a la trashumancia, facilitó el intercambio de materias primas a cambio de piezas textiles en los pueblos. Los telares existentes en la provincia ponen de manifiesto la importancia de la manufactura y el trabajo realizado por las mujeres, proveyendo a las familias de la “muda” y de la ropa de trabajo, imprescindibles para el trabajo en el campo, en el huerto, etc.

La mejora de las comunicaciones, los primeros comercios textiles, como la tienda de Ferrán en Teruel inaugurada en el año 1820 facilitan el acceso a las tendencias textiles, así como la conexión ferroviaria de principios del siglo XX.

Ejemplos de las capacidades de la provincia son la fábrica textil en Olba, dedicada a la producción de fajas o el Batán de Tramacastilla, dedicado a la producción de todo tipo de productos textiles, desde mantas a camisas o calcetines en la que llegaron a trabajar a partir de 1902 más de 50 personas, cuando el pueblo tenía una población de 500 habitantes.

Con el afán de vincular al presente el pasado de Tramacastilla un grupo de mujeres de la localidad, se reúnen desde hace varios meses con dos objetivos. Por una parte, tejer obras propias y originales realizadas a ganchillo para ser instaladas en diferentes puntos emblemáticos del pueblo, y en segundo lugar, promover un punto de encuentro de la localidad de 85 habitantes de la Sierra de Albarracín. Esta iniciativa surgida tendrá su continuidad en los próximos meses con más actividades vinculadas al textil y sus peculiaridades.

Víctor Lacambra y Carmen Martínez Samper detallaron en sus respectivas ponencias la importancia del textil en la Sierra de Albarracín.

Partiendo de trabajos realizados por Juan Manuel Berges, presidente del Centro de Estudios de la Comunidad de Albarracín (Cecal) desde su creación hasta el año 2018, detallaron el dinamismo durante los siglos XIV y XV, con la fabricación de los famosos cordellates en pequeños centros de transformación ubicados en el medio rural así como la identificación de numerosos pelaires, tejedores, sastres, cardadores… en las aldeas son elementos suficientes para intuir la importancia de las actividades económicas ligadas a la transformación de la lana merina.

Exposición en Teruel


Finalmente, en la jornada se presentó la exposición Enhebrar, que se puede visitar hasta el 2 de diciembre en la sala de exposiciones de la Escuela de Artes de Teruel, con la participación de doce artistas textiles: Rossana Zaera, Alex Francés, Rebeca Morgan, Silvia Gil, Araceli Sancho, Rocío Gil, Encarna Ferrer, Laura Hernández Moreno, Gene Martín, Remedios Clérigues, Elena Soriano y Clara Licer, exposición comisariada por Carmen Martínez Samper y Manuel Adsuara Ruiz, profesores de la Facultad de Bellas Artes de Teruel.

 

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