Síguenos
La Iglesuela del Cid viaja al pasado con las visitas guiadas al palacio renacentista de la Casa Aliaga y a sus telares La Iglesuela del Cid viaja al pasado con las visitas guiadas al palacio renacentista de la Casa Aliaga y a sus telares
Interior de la Casa Aliaga de La Iglesuela del Cid. SIPCA

La Iglesuela del Cid viaja al pasado con las visitas guiadas al palacio renacentista de la Casa Aliaga y a sus telares

Los turistas podrán conocer las casas palaciegas hasta el 15 de septiembre
banner click 236 banner 236

La Oficina municipal de Turismo de La Iglesuela del Cid ofrece visitas guiadas a diario al palacio renacentista de la Casa Aliaga o Casa Grande, hasta el próximo 15 de septiembre. Los turistas que se acerquen a esta localidad del Maestrazgo podrán conocer sus seis casas palaciegas y los telares más antiguos de Aragón, todavía en funcionamiento.

La Casa de Aliaga, que pertenece al Ayuntamiento de la localidad desde el año 2000, "es uno de nuestros mayores atractivos porque se trata de un palacio renacentista del siglo XVI, que sorprende a los visitantes porque se ha detenido el tiempo en 1970, y se encuentra prácticamente tal y como la última propietaria la dejo", ha explicado la técnico de Turismo y guía turística del municipio, María del Carmen Roig.

Esta estancia posiblemente perteneció a la familia Castellot, que emparentó con los Aliaga en el siglo XVI, de ahí su nombre, y que en el siglo XIX pasó a una rama de la familia Matutano. La Casa Grande presenta las características de las casas palaciegas aragonesas: portadas en arcos de medio punto definidos por grandes dovelas, típica galería en la planta superior, y remate de airoso alero, con una labor en madera tallada bajo el cual, en la esquina, destaca la escultura de una mona tapándose los oídos, muestra de la posible rivalidad con la Casa de Guijarro, situada enfrente, y que tiene un mono con una mordaza en la boca.

Su interior recuerda la grandeza de dicha morada, con camas de estilos rococó y neoclásico, muebles de nogal y roble, objetos y recuerdos de familia, el árbol genealógico y una amplia chimenea, entre otros. Además, fue la primera casa de la localidad en contar con instalación eléctrica y baños. En la planta baja se ubica la Oficina de Turismo de La Iglesuela del Cid.

Otros atractivos

Por otro lado, la visita guiada también hace parada en la cárcel y la iglesia parroquial de la Purificación. Esta última es una obra del siglo XVII construida sobre la iglesia gótica anterior. En su interior, destaca la talla románica de la Virgen del Cid, del siglo XII, y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores, una joya barroca mandada ornamentar por José Aliaga.

La Casa Matutano-Daudén es otro de los lugares más visitados del pueblo. En sus inicios perteneció a la familia Daudén, uniéndose más tarde a la familia Matutano. Fueron Sebastián Daudén y su mujer Francisca Oscáriz los que, en 1773, reformaron la casa convirtiéndola en el monumental palacete Daudén, de 1.500 metros cuadrados de planta.

Manuel Matutano Daudén compró la parte de su primo, residiendo
en el palacio hasta la década de 1970. De estilo rococó, hay que destacar el salón principal con pinturas murales y la escalera imperial de dos brazos con el escudo de la familia, conocida como la escalera "del ruedo". El Gobierno de Aragón adquirió este edificio en 1996, y tras un proceso de restauración, en 1999, se convirtió en Hospedería de Aragón, que actualmente está cerrada.

La Iglesuela también destaca por disponer de uno de los telares más antiguos de Aragón, que permanece en activo desde el año 1746.

En su Centro de Interpretación del Textil y de la Indumentaria muestran la importancia de esta industria ligada al ganadería y cuentan la historia de la Artesanía Textil Puig -familia propietaria de los telares-, piezas procedentes de los palacios mencionados, dos "ropones", usados para engalanar las caballerías, confeccionados en 1912 y 1922, y utensilios relacionados con la lana y el esparto, además de prendas resultantes del trabajo artesanal y sus complementos.

Covid-19

La técnico de Turismo ha manifestado, en declaraciones a Europa Press, que "la mala imagen" que tiene en estos momentos Comunidad aragonesa, por los rebrotes de coronavirus, ha afectado al sector turístico de la zona, "sobre todo a las casas rurales del entorno en las que todo son cancelaciones".

A pesar de ello, en La Iglesuela del Cid se ha continuando recibiendo visitas de turistas durante estos meses, en su mayoría procedentes de Comunidad Valencia, Cataluña y Aragón, y "la gente se está comportando", ha dicho María del Carmen Roig.

El aforo de las visitas guiadas se ha acotado a una decena de personas, y es obligatorio, como marcan las medidas sanitarias, el uso de mascarillas durante todo el recorrido. Además, "la mayoría de la gente reserva las entradas para la visita por vía telefónica e internet", ha concluido.