La gente de Alobras da la bienvenida a sus nuevos 'vecinos' en el lavadero rehabilitado

El colectivo vecinal Alobras, el Centro del Mundo ha devuelto el lavadero de esta localidad fronteriza  de la provincia de Teruel a sus momentos de esplendor. Y lo ha hecho a lo grande. Además de recuperar las características arquitectónicas del edificio, restaurando la estructura y limpiando los lavaderos se ha instalado una bomba alimentada por una placa solar que permitirá que el agua no deje de manar, la incorporación más relevante de esta actuación ha sido la instalación de unas figuras humanas que además del brillo y el olor a nuevo, han devuelto las sonrisas a la sombra de las pozas de lavar y de aclarar.

Las figuras de dos mujeres se esmeran en lavar la ropa. Mientras que una de ellas se inclina sobre la tabla de lavar para frotar la ropa tras enjabonarla la otra tiende las prendas en unas cuerdas dispuestas en un lateral del lavadero. Las dos figuras aparecen con la ropa que se empleaba en el medio rural en los años ‘70 del siglo pasado e incluso una de ellas viste un mantón sobre los hombros y delantal, mientras que la segunda luce un pañuelo en la cabeza.

Mientras, en el exterior otras figuras recrean a varios niños jugando. Al tiempo que la figura que representa a una niña hace el pino, una tercera que parecer la más joven joven de los pequeños, juega con una muñeca. Otra figura replica a un chiquillo armado con un tirachinas.

Todas las figuras que desde este sábado habitarán y revitalizarán el espacio del lavadero han sido realizadas por los propios vecinos que, en un grupo de cerca de una decena, no dudaron en arremangarse la camisa para trabajar en la recuperación de este espacio.

Figuras de tamaño real

Las figuras de tamaño real están realizadas con una estructura metálica y caras divertidas. Están vestidas con ropa de  tela que cada cierto tiempo se sustituirán para lavarla.

El sábado a mediodía se celebró el acto inaugural de la recuperación del levadero después de una semana frenética de trabajo por parte del colectivo vecinal. Se hizo con un vermú en el que participó buena parte de los vecinos del municipio.

El edificio del lavadero es una construcción de tres paredes y un tercer paño abierto que protegen del sol y de las inclemencias del tiempo a las dos pilas de agua. En una de ellas, la primera situada al fondo de la estancia, hay una superficie rugosa donde frotar la ropa. El tejado tiene dos bóvedas de cañón paralelas realizadas en cemento armado con cierta inclinación para evacuar el agua. El vano abierto tiene una columna central que da sustento a la techumbre.

Ésta no es la primera actuación del colectivo Alobras, el centro del Mundo, que las pasadas navidades instaló un belén a tamaño real que se instaló junto a la iglesia de la localidad y en el que participaron todos aquellos con conocimientos de ebanistería, metalurgia, forja o pintura hasta sumar a cerca de una quincena de personas trabajando.

Además de con la realización de forma artesanal de las figuras y las vestimentas, los vecinos también colaboraron con la aportación de aparejos y herramientas de trabajo vinculadas a la agricultura para decorar las escenas.

Tanto la recreación navideña como la que se estrenó el sábado en el espacio del lavadero tienen vocación de crecer y se prevé que se vayan incorporando nuevas figuras tanto al Nacimiento como a los distintos espacios públicos del municipio.