La estación de esquí de Valdelinares estrena la temporada con hasta medio metro de nieve
El sábado abrirá sus pistas el centro invernal de Javalambre con los sectores de Sabina y VillarejoLos aficionados al esquí pudieron hacer sus primeras bajadas en las pistas de Aramón Valdelinares después de que Nieve de Teruel consiguiese fabricar un manto blanco de hasta medio metro de nieve en cuatro de sus pistas con el que abrir la estación y dar por comenzada la campaña blanca en la comarca de Gúdar-Javalambre.
La primera jornada de esquí de la temporada sirvió para ir rodando los equipos y el personal tras una larga espera hasta que se ha podido arrancar la campaña, y también para poner a prueba la afición de los esquiadores que se atrevieron a subir a la estación desafiando una temperatura de siete grados bajo cero y un viento de Norte que multiplicaba la sensación de frío. Por contra, unas condiciones de nieve inmejorables permitieron a los primeros esquiadores del año disfrutar de una gran mañana de bajadas.
Apenas dos horas después de que los remontes empezasen a funcionar, el director de la estación, Mario Gómez, destacó que se había comenzado la temporada con “espesores importantes para el arranque de entre 20 y 50 centímetros”. Gómez no ocultaba cierto orgullo de arrancar con cerca de medio metro de nieve en Valdelinares, una circunstancia que, adelantó, se repetirá mañana en la apertura de la estación hermana de Javalambre.
Tras unas intensas jornadas de producción de nieve la estación de la Sierra de Gúdar arrancó “con la zona de pistas verdes y pistas azules”, dijo Gómez. Según el parte de nieve emitido por el propio Grupo Aramón, Valdelinares ofertaba 4 kilómetros esquiables repartidos entre cuatro pistas abiertas (2 verdes, 1 azul y 1 roja) con cuatro telesillas, un telesquí y tres cintas en funcionamiento.
Sin embargo, el director de las estaciones de Teruel señaló que aunque ésta es la oferta con la que se abrió y que se propondrá también en la jornada de hoy, está previsto que para el fin de semana ese dominio esquiable aumente. “A partir del sábado tenemos previsto abrir pistas de más nivel de dificultad que nos permitan acceder a la base de la estación, en la cota 1.700”, aseguró Mario Gómez, que recalcó que esas próximas aperturas se harán “con los mismos espesores y la misma calidad de nieve”. Pero la llegada de más frío para la próxima semana hace que los pronóstico sean realmente halagüeños ya que para la próxima semana “el objetivo es abrir la pista estrella de la estación, que es la pista Bambolía, que es la que tiene 3 kilómetros y que es una pista de debutantes fantástica”, explicó el director, que concluyó afirmando que el objetivo es “en los próximos días acabar abriendo el 80 por ciento de la estación con 12 kilómetros para esquiar”.
La apertura paulatina de pistas obedece a la prioridad de Nieve de Teruel de “garantizar el espesor porque no se puede hacer nieve en toda la estación a la vez. Tenemos que ir por partes y por sectores y lo que hacemos es priorizar la apertura de una zona, luego nos fijaremos en la parte de abajo y luego iremos ampliando. No se puede hacer todo a la vez”, explicó Gómez sobre los planes de apertura para los próximos días.
A la apertura de las pistas de Valdelinares seguirá de forma inmediata la de su estación hermana en Javalambre, que tiene previsto empezar a funcionar mañana, sábado, 21 de enero. “Tenemos previsto abrir este fin de semana con toda la zona de la parte alta de la estación, en la zona de Ventisquero y Sabina, con pistas azules y verdes y la semana que viene, en la que siguen dando frío queremos fijarnos en la zona nueva de la estación”, aunque Gómez no pudo precisar qué pistas abrirán en esta segunda fase.
El responsable de la estación de esquí alabó la afición de los primeros esquiadores que se habían acercado al centro invernal a pesar de que las condiciones que presentaba la estación, en la que el termómetro no subió de los -7º en toda la mañana, agudizado por un penetrante viento que hacía que la sensación térmica fuera de varios grados más abajo. “Alguno siempre se anima y esquía porque hay muchísimas ganas, aunque hoy (por el viernes) es un día complicado para el esquí”, reconoció el responsable, que espera “la mayor cantidad de gente la esperamos a partir del sábado. Hablando con la gente de la zona, los hosteleros y las escuelas de esquí nos dicen que están recibiendo muchísimas llamadas y muchas reservas para los próximos días”.
Un punto que confinaron, por ejemplo, las monitoras de la Escuela Española de Esquí Victoria Edo, de Gúdar, y Sandra Colás. Las dos instructoras explicaron que para los próximos días sí tienen abundantes clases reservadas, aunque “para el jueves, un poco menos. Pero a partir del viernes ya sí. Y en febrero, muchas”. Victoria, para quien éste será el primer año como monitora de esquí, reconocía que las últimas semanas habían sido un poco inciertas, siempre mirando la previsión meteorológica, que “daba nieve, luego subían las temperaturas” para terminar celebrando que “lo importante es que ha llegado”. Para Colás esta será su séptima temporada enseñando a deslizarse y reconocía que “tenía muchas ganas de que (la temporada) empezase ya”.
Para los próximos días la mayor parte de las clases se destinarán a colegios. El desembarco masivo de los chicos de la campaña de esquí escolar ha llenado sus agendas de clases. “Se han acumulado los colegios de toda la temporada”, explicaron. Aún así, reconocieron que los pequeños aprenden con más facilidad que los esquiadores más mayores.
“Mal día para empezar”
“Es muy mal día para empezar”, aseguró Inés Pla haciendo hincapié en el “muy” mientras trataba de mantener la verticalidad a causa del fuerte viento que soplaba en la parte alta de la estación. “No teníamos más días para venir. Era el día que teníamos previsto porque no teníamos más días. Como nos han dicho que estaban abiertas (las pistas) nos hemos aventurado pero el aire no acompaña nada”, aseguró entre una bajada y otra. Sin embargo, al final la afición fue más fuerte que el frío y estos dos valencianos, vecinos de Gandía, terminaron decidiéndose a comprar el forfait para seguir esquiando toda la jornada y dejar de remontar las pistas a pie.
Su marido explicó que “la idea inicial era ir a esquiar aunque sabíamos que la cosa estaba como estaba. Pero coincidió que empezó el temporal y vimos que podíamos subir. El miércoles después de trabajar cogimos el coche y vinimos a la zona”. Tras hacer noche en un pueblo de los alrededores de la estación, de cuyo nombre no pudo acordarse, sin haber reservado anticipadamente, el esquiador recordó cómo la pareja subió a la estación para comprobar que sí se podía esquiar. “Suponíamos que al ser el primer día habría poca gente así que no habíamos reservado nada”, reconoció.
Stanislaw, también procedente de Valencia, reconocía mientras esperaba para subir con su tabla de snowboard en una de las cintas transportadoras de las pistas de principiantes que el día estaba siendo “de lujo”. Explicó que llamó para saber cuando se iba a efectuar la apertura de la estación y no dudó en subir directamente desde la capital del Turia para deslizarse con su tabla.
Guillem, de Sagunto, era de los pocos esquiadores que no dejó de bajar por la pista azul. “Teníamos muchas ganas de abrir esta temporada. La nieve está muy buena, muy dura”. El miércoles por la noche, en cuanto confirmó la apertura no lo dudó y echó los pertrechos al coche para estrenar la temporada en Valdelinares.
Mientras, Cristian y María, que se alojan en Mora de Rubielos, se debatían en la cafetería sobre si ponerse finalmente los esquís. “Hemos venido de viaje. Queríamos buscar un poco de nieve porque en Murcia estábamos de manga corta. Viajamos con la esperanza de que abrieran las pistas y justamente hace dos días vimos que abría esta así que aprovechamos y reservamos. Hoy hemos sido los primeros en llegar”, dijo ella. Sin embargo, no tenían claro si al final terminarían poniéndose los esquís porque “ahora mismo no está el tiempo para esquiar”.
Quienes sí terminaron esquiando fueron Diego y Ana, de Valencia, que después de haber estado caminando por la estación para comprobar qué pistas estaban abiertas y el estado de la nieve terminaron sucumbiendo al embrujo del deporte blanco y adquirieron sus accesos a los remontes.
“Incertidumbre”
Todos los trabajadores de la estación coincidían en la felicidad de haber podido estrenar pro fin la temporada. Juan Ramón, que atendía el telesilla Sierra de Gúdar, destacó la “incertidumbre” vivida estos días atrás, cuando no se sabía “si íbamos a poder abrir o no porque la s temperaturas no acompañaban”. Juan Ramón se felicitó del inicio de la temporada que le ha permitido salir de la situación de ERTE en la que se puso a todo el personal de la estación a la espera de que las condiciones meteorológicas permitieran arrancar la temporada porque “con la climatología no hay quien pueda”, dijo.
Arantxa y Elena atendían el servicio de alquiler de material en un día “tranquilo” que aprovecharon para “terminar de ponerlo todo a punto para el fin de semana” cuando se espera que la actividad se multiplique, “sobre todo el lunes, que es la festividad de San Vicente en Valencia”, apuntó Arantxa. Ayer el servicio de alquiler de material estaba atendido por cuatro personas, aunque esta cifra se multiplicará por cuatro o por cinco en los días de mayor afluencia. Las dos reconocieron que cada vez más los esquiadores recurren a la reserva previa de material y del forfait para evitarse colas y esperas.
Los hoteles, de enhorabuena
Quienes sí que han celebrado el estreno de la temporada de esquí son los responsables de los establecimientos de hostelería de la comarca que, después de estar esperando la nieve durante semanas, ven finalmente las pistas abiertas. “El mes de diciembre y navidades han sido muy malos porque no hemos trabajado tan apenas y este mes enero hasta ahora tampoco. Este fin de semana empieza a haber un poco más de movimiento por la apertura de las pistas de esquí.”, explicó Vega, del hotel Selva Nevada, en la Virgen de la Vega de Alcalá de la Selva, que confirmó que “ahora empieza a llamar la gente para hacer reservas. Tenemos unas pocas reservas, aunque no muchas”.
Miguel Rajadel, del Hotel Esther, coincidió con su vecina en que “los meses de diciembre y enero han sido pésimos” por las anulaciones. “Quitando el fin de semana de Nochevieja, el resto ha tenido una ocupación muy mala”, añadió. “A partir de ahora, vamos a ver”, dijo en un mensaje cargado de “ilusión y de esperanza”. Además de que “este fin de semana se empieza a notar”, reconoció que en su casa también ha empezado a sonar el teléfono con peticiones de información e incluso reservas, aunque la confianza se ha depositado en el mes de febrero, para cuando sí que hay “muchas reservas”.