La Diputación de Teruel colabora a través del Plan 113 en la búsqueda de posibles compradores de la mina de Riodeva para mantener su actividad
Ramón Millán mantiene una reunión de trabajo con la alcaldesa y varios concejales para actuar como mediadorEl presidente de la Diputación Provincial de Teruel, Ramón Millán, y el responsable técnico del programa 113 Empresas Sostenibles de la institución, Luis Muñoz, han mantenido este martes una reunión de trabajo con los máximos responsables del ayuntamiento de Riodeva con su alcaldesa a la cabeza, María Dolores Llovera, acompañada del concejal Alfredo Soriano y del ex concejal Julio Esteban.
El objetivo ha sido buscar alternativas al cierre de las minas de silicio y caolín de la localidad y defender así la actividad y el empleo en esta zona de la provincia de Teruel. “El objetivo primordial del programa 113 Empresas Sostenibles es mantener la actividad económica, propiciarla y ofrecer alternativas así que en este caso, creemos que es indispensable actuar como mediadores para poder contactar con posibles empresas interesadas en adquirir las minas para que éstas prosigan con su actividad y evitar un nuevo cierre dramático y de nefastas consecuencias para esta localidad y las vecinas“, explica el presidente Ramón Millán.
Millán matiza que “aunque los puestos de trabajo que se pierden puedan parecer pocos a priori en comparación a otras minas, para Riodeva y toda su zona de influencia, son vitales porque todos ayudan a mantener vivo nuestro territorio y sin estas minas, Riodeva está condenada a muerte”, recuerda Millán.
De hecho, ante la situación en la que se encuentran en este municipio de la ribera del Turia tras el cierre de las minas de caolín, una de las más importantes de la provincia, la institución provincial ha creído necesario conocer en primer término la situación actual real, las posibles afecciones y ante todo, las alternativas viables para mantener abiertas las minas.
Tras la reunión de trabajo, se ha recabado información muy útil sobre los distintos tipos de productos y subproductos mineros que tradicionalmente han salido de la mina de Riodeva, como el feldespato o el sílice, con el fin de conocer sus aplicaciones y salidas al mercado. “Entendemos que estos productos tiene muchas aplicaciones y salidas como para que la actividad se pueda mantener y no repercuta negativamente en esta población que siempre ha vivido de sus minas así que nuestro trabajo pasa por contactar con posible compradores para que se siga con la actividad extractora”, remarcaba Millán.
Según detalla el técnico del programa 113 Empresas Sostenibles, Luis Muñoz, estos productos y la arena pueden usarse para limpieza de fachadas o también para instalaciones deportivas ya que sirven para drenar campos de golf o campos de césped en general. Por eso, dice, “desde el 113 se apuesta por dar salida a esta situación ya que las aplicaciones y la posible comercialización de sus productos es factible con el fin de seguir teniendo actividad además de las propias relacionadas con la fabricación de materiales cerámicos”.
De esta forma, la Diputación Provincial actuará como “intermediador” para ponerse en contacto con empresas del sector interesadas.
Además, desde la DPT y el programa 113 se van a estudiar paralelamente líneas de ayudas a las que pueden acogerse en otras instancias.
Finalmente, se ofrece a los actuales propietarios de la mina, la empresa belga Sibelco Minerales S.A, así como a los posibles compradores interesados, el asesoramiento profesional de los tutores del 113 responsables de la comarca Comunidad de Teruel. “La idea es no dejar caer una actividad que creemos puede ser todavía rentable y por lo tanto factible para esta comarca, motivo por el que hemos remitido a los tutores del 113 para que enfoquen la cuestión desde su perspectiva profesional”.
Riodeva, con apenas 150 habitantes, ha logrado subsistir en los últimos años gracias a esta mina de sílice y caolines de la que en 2017 dependían 20 puestos de trabajo directos y un número bastante notable de puestos indirectos no solo en la localidad sino también en poblaciones de su entorno. En mayo de 2017 ya se evitó el cierre de estas instalaciones tras llegar a un acuerdo que pasaba por reducir un turno de trabajo.
A pesar de ello, el cierre ha llegado como inevitable de tal forma que la mediación y el trabajo de búsqueda de alternativas que inicia ahora la DPT podría convertirse en la única esperanza de futuro.