La Comarca invita al turista a visitar el Maestrazgo doce veces al año, una por mes
Enero se dedica al fuego y a la fiesta con las hogueras de San Antón y en febrero se pone en valor el bosque en marzo se dedica a la geologíaLa Comarca del Maestrazgo cuenta con numerosos encantos y atractivos para atraer visitantes durante todo el año. Consciente de ello, el Área de Turismo de la Administración Comarcal ha preparado doce razones, una por mes, para invitar a los turistas a visitar el Maestrazgo y a los vecinos a que disfruten también conociendo su patrimonio.
Se trata de dedicar cada mes a un tema específico y, durante ese mes explicar a los visitantes las razones por las que tiene que venir, además de sugerirles las diferentes experiencias que puede vivir participando en fiestas, excursiones, jornadas, charlas, animación, música y otras actividades.
Así, enero se ha dedicado al Fuego y la fiesta, ya que el mes viene marcado por la celebración en todos los pueblos, o casi todos, de celebraciones donde el protagonismo lo tiene el fuego de las hogueras dedicadas a San Antonio, San Macario o Santa Brígida. Los vecinos salen a bendecir sus animales de labor o de compañía, participar en las cenas populares, en las rondallas, tranzas o subastas, en disfrutar de los demonios y otras manifestaciones de la fiesta.
En febrero, el mes que habitualmente es el más frío del año, se pretende poner en valor el bosque y el paisaje durante el invierno. Como se adaptan las especies arbóreas, la fauna, etc., y como podemos conocerlos, aprender y disfrutarlo.
El mes de marzo se dedicará a la geología, a la nueva cultura de la tierra que se propone desde muchas instituciones, poniendo el acento en conocer y reconocer la geología de la comarca. El Geoparque del Maestrazgo, del que forma parte la comarca, tiene entre sus buques insignia lugares tan significativos como los Órganos de Montoro o las Grutas de Cristal de Molinos, con valores cada vez más reconocidos.
Abril será el mes de la primavera, de su despertar, con el disfrute del campo que se recupera del frío invierno para renacer en todo su esplendor y brindarnos colores, olores, texturas, que no dejan indiferente. Trataremos de conocer como renace la vida y la disfrutaremos in situ.
Indiscutiblemente mayo es el mes de las romerías. Iniciándose a finales de abril con la romería de San Marcos en Villarluengo y el primero de mayo con la del Llovedor de Castellote, quizá las más conocidas y rituales, a estas les siguen muchas otras en un continuo fluir de gentes por los caminos hacia las ermitas o santuarios de referencia: La Virgen del Cid, Santa Isabel de Sollavientos, el Buen Suceso, el Rollo…
En junio se pondrá el acento en las orquídeas que nacen en el Maestrazgo. Estas pequeñas flores, que se distinguen por su complejidad, son a veces difíciles de encontrar, pero ayudados por expertos nos acercaremos a descubrirlas y conocerlas.
Julio será el mes de los niños. Una vez finalizado el colegio se echan a la calle inundándola con sus risas y sus juegos, con su alegría. Ellos serán los protagonistas del mes, con actividades de todo tipo.
En agosto indiscutiblemente tenemos que hablar de las fiestas patronales, casi todas concentradas en este momento del año, con numerosas actividades lúdicas que propician el divertimento y la participación. Es el momento en que los pueblos tienen más gente, duplicando y triplicando su población, recibiendo a más turistas y visitantes para convivir en estas fiestas en un no parar de actos.
Después de la vorágine festiva, septiembre será el momento de la reflexión, de la música que llega al alma, la palabra dicha con intención. El Ciclo de Música y Palabra que se celebra en Molinos cobrará protagonismo trayendo consigo numerosas novedades.
Pensar en octubre es pensar en el delicioso robellón, el Lactarius Deliciosus, que se cría en nuestros montes, y en todas las setas que podemos encontrar. Esperando tener una buena temporada micológica, las propuestas de este mes girarán en torno al coto micológico del Maestrazgo, a conocer las diferentes especies que se pueden recolectar, su ecología, su tratamiento en cocina y otros usos.
Noviembre siempre deja maravillosas y coloristas estampas en los montes. Los amarillos, los verdes, los marrones, brillan como nunca, evocándonos paisajes casi fantásticos y paisajes del alma que nos sobrecogen. Disfrutaremos de los colores y de los paisajes que los acogen.
Y finalmente, diciembre. Es el momento del trabajo en torno a la oliva, el fruto que luego nos proporcionará ese oro líquido que tanto nos gusta. Mucho saben de eso en el norte del Maestrazgo, cuando la mayoría de los habitantes se implican en su recogida. Ellos nos enseñarán la evolución de su trabajo, su valor y su riqueza.
Las actividades que tendrán lugar cada mes se darán a conocer a través de notas de prensa, en las redes sociales y a través de los cauces habituales de comunicación de la Comarca del Maestrazgo.