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La Comarca de Cuencas Mineras hace inventario de los vestigios de la Guerra Civil en sus municipios La Comarca de Cuencas Mineras hace inventario de los vestigios de la Guerra Civil en sus municipios
José María Merino, presidente de la Comarca de Cuencas Mineras (a la izda.), durante una visita a una trinchera

La Comarca de Cuencas Mineras hace inventario de los vestigios de la Guerra Civil en sus municipios

La intención es acometer la recuperación de los restos más importantes para hacerlos visitables
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La Comarca de Cuencas Mineras ha realizado el inventario de los vestigios de la Guerra Civil española  ubicados en los términos municipales de sus municipios. La intención de la Comarca es recuperar aquellos más importantes por su relevancia en su construcción o por su cercanía a las poblaciones o caminos que hagan más fácil el visitarlos. 

Hasta el momento se han catalogado aproximadamente el 80 por ciento de todos los vestigios, identificando su función,  georreferenciando su posición con sus coordenadas y situándolos en el mapa de la comarca para tenerlos localizados en posibles estudios posteriores.

Como explica el presidente de la Comarca, José María Merino, “en una Comarca como la nuestra que ha sido golpeada brutalmente por la pérdida de empleo a consecuencia del cierre de sus minas y de sus centrales térmicas, debemos utilizar cualquier recurso que nos ayude a dinamizar y reconvertir nuestra comarca y los numerosos vestigios de la guerra civil pueden ayudar sin duda a ello”.

Hasta el momento, los vestigios más importantes se han encontrado en las localidades de Vivel del Rio, Martin del Rio, Huesa del Común, Rudilla, Segura de Baños, Utrillas (Las Parras de Martin) y en toda la zona de la Sierra de San Just que da a los pueblos de La Val, como Mezquita de Jarque, Cuevas de Almudén, Hinojosa y Aliaga, conservándose todavía en Vivel de Rio o Rudilla, inscripciones en el hormigón de los parapetos sobre Azaña o la República,  frases como "Viva el ejército español", o incluso los nombres de las personas que allí combatieron, entre otras inscripciones, quedando todavía hoy en día, algunos lugares sin terminar de explorar como los restos del aeropuerto republicano de Muniesa o la zona de Torre de las Arcas, que sin duda proporcionarán mas vestigios en el futuro.

“Además del beneficio que pueda suponer la recuperación de este patrimonio histórico, creemos desde esta Comarca que es fundamental preservarlos para generaciones futuras y que sea un ejemplo de lo que nunca debió ocurrir y nunca debe repetirse”, añade su presidente, José María Merino.

Un poco de historia

Desde el inicio de la contienda el 18 de Julio de 1936, la comarca minera permaneció fiel a la República, haciéndose fuerte frente a los sublevados, gracias a la incorporación de columnas de milicianos procedentes de Cataluña y otros lugares de España, lo que provocó una división total en el sur de Aragón, quedando Teruel, la Sierra de Albarracín y la zona del Jiloca controladas por los sublevados mientras que los republicanos llegaron desde las zonas mineras hasta Segura de Baños, Anadón, Huesa del Común, Rudilla, Fuenferrada y Villanueva del Rebollar, retrocediendo en esta última zona  hasta las afueras de Vivel del Rio y Martin del Rio en Febrero de 1937 por el empuje del bando contrario, formándose allí un frente activo que duraría más de un año, ya que el objetivo era controlar las minas de Utrillas y el ferrocarril que  conectaba la estación de Utrillas-Montalbán con Zaragoza dada la importancia logística que tenía para el transporte de tropas y materiales, así como el control de la carretera que conectaba Teruel con el Bajo Aragón o el Maestrazgo por su importancia estratégica.

La duración prolongada de este frente, hizo que algunas fortificaciones se reforzaran con hormigón y carriles de tren o con cantos rodados y hormigón en otras ocasiones, perdurando hasta nuestros días por la solidez de algunas de estas construcciones, además existen gran cantidad de trincheras excavadas en tierra, parapetos construidos con piedra seca o polvorines donde guardaban la munición.