La Comarca Comunidad de Teruel regala un árbol a cada municipio

El cuidado del medio natural es una de las materias en las que tiene competencia la Comarca Comunidad de Teruel. A lo largo del año, el área de Medio Ambiente desarrolla diversas actividades relacionadas con este campo, como talleres, jornadas o formación, a las que se suma ahora el reparto a todos los municipios de la demarcación de un árbol, informa la institución en una nota de prensa.

Se barajaron diversas opciones pero finalmente se ha pensado en un ciprés. Se ha hecho entrega en cada ayuntamiento de una maceta con uno de estos árboles, en un tamaño pequeño, para que crezca en la localidad. En algunos municipios ya han manifestado que formará parte de los parques y plazas municipales cuando se trasplante. 

Esta iniciativa sigue la línea de las actuaciones que, en las últimas semanas, se llevan a cabo en esta materia. Así, diez municipios participan en jornadas formativas para el cuidado y mantenimiento de sus espacios verdes y Cella ha sido escenario de un taller de agricultura ecológica. Ahora los 46 municipios, incluida la capital turolense, reciben este árbol, un presente de la comarca para todos los habitantes.  

En principio, el árbol servirá para completar la decoración navideña estos días y, después de las fiestas, pasará a ser una parte viva de la localidad, cuando se trasplante. 

Para ello, la elección del ciprés no ha sido casual: este árbol forma parte del paisaje español desde hace miles de años, igual que los pueblos y sus gentes. Por ello, se ha escogido “como símbolo de un futuro que debemos afrontar en positivo,  con optimismo y unión, con el convencimiento de que nuestra lucha por la supervivencia de nuestros pueblos es posible y que merecen la pena las acciones que desarrollan las distintas administraciones”, expresaba la presidenta de la comarca, Ana Cristina Lahoz.

El ciprés se adapta bien, alcanza una gran altura y viven muchos años; y de hecho, en muchas culturas, simboliza la eternidad, puesto que algunos ejemplares superan los mil años. Llevar un ciprés a cada municipio responde, también, al deseo de que los pueblos de la comarca superen el importante bache demográfico que padecen. Es otro gesto ante la preocupación que los efectos de la despoblación están generando.  “Queremos que nuestros pueblos duren también más de mil años, que sean eternos”, manifestaba Lahoz.