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La CHJ abre una zanja para restituir el cauce del río Alfambra en Villalba Baja La CHJ abre una zanja para restituir el cauce del río Alfambra en Villalba Baja
Zanja abierta por la retroexcavadora en la mañana del martes para restituir el cauce del Alfambra tras haber quedado completamente cegado por los sedimentos

La CHJ abre una zanja para restituir el cauce del río Alfambra en Villalba Baja

Tragsa retirará las toneladas de rocas y sedimentos que lo cegaron
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La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) restituyó el martes el cauce del río Alfambra en Villalba Baja, donde el pasado domingo quedó cegado por los arrastres de una rambla. Desde entonces, el agua discurría libremente por las choperas y huertas hasta regresar a su cauce por las acequias un kilómetro después, a la altura de la pedanía rural.

La intervención de urgencia se llevó a cabo en la mañana de este martes para que las aguas regresaran lo antes posibles a su cauce y evitar mayores daños en las choperas y las huertas, mientras que en los próximos días se acondicionará la zona afectada, donde hay acumuladas una gran cantidad de piedras y sedimentos, además de algún tronco, arrastrados por una rambla que da al río procedente del barranco del Cerezo.

La guardería fluvial de la CHJ realizó un informe urgente de la situación el pasado lunes tras inspeccionar el cauce del río en las zonas donde se produjeron desbordamientos e inundaciones, y efectuó una primera actuación retirando los sedimentos que tapaban el río con una retroexcavadora para dejar pasar el agua. 

Ha sido solo una primera actuación porque será preciso retirar las toneladas de piedras y rocas de gran tamaño que bajaron el domingo por la rambla del barranco del Cerezo, a un kilómetro aproximadamente de la pedanía turolense.

A la vista de la zanja que abrió la retroexcavadora para que el río pudiera seguir su curso, los sedimentos acumulados tienen más de un metro, lo que taponó el cauce e hizo un dique que desvió el agua por las choperas y las huertas inundándolas.

Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar informaron de que las riadas del domingo fueron muy fuertes, hasta el punto de que entre las ocho de la tarde y la una de la madrugada de ese día, en algún punto del río el caudal llegó a alcanzar los 35 m3 por segundo. Fue una avenida de agua notable para un río en el que no son habituales estos caudales, a lo que se sumó la fuerza con que el agua bajó por la rambla del barranco del Cerezo.

Las mismas fuentes indicaron que se decidió una actuación urgente puesto que el cauce se había desviado a lo largo de un kilómetro aproximadamente. El agua regresaba al río por las acequias reincorporándose pasado el puente de Villalba Baja.

Las mismas fuentes señalaron que los trabajos se iban a acometer de forma urgente para retirar lo antes posible los sedimentos que colmataban el cauce.

La intervención de urgencia se realizó finalmente en la misma mañana del martes y fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón indicaron que en dos o tres días el cauce quedará completamente limpio y acondicionado.

El subdelegado del Gobierno en Teruel, José Ramón Morro, comentó que había hablado con el Comisario de Aguas de la CHJ y que por la mañana se habían dado órdenes a Tragsa para que con carácter de urgencia se retirara el material acumulado que impedía el paso del agua por su cauce e inundaba los campos.

El concejal delegado de Barrios Rurales, Julio Esteban, explicó por otra parte que el lunes había contactado con el guardia fluvial y hablado con la Subdelegación, quienes le informaron de que había ya órdenes para intervenir de manera urgente. Esteban comentó que a través del alcalde pedáneo hará un seguimiento de la reposición del cauce ya que hay preocupación en el barrio por la falta de limpieza del río, lo que provocó las inundaciones del domingo.

Vecinos de Villalba Baja aseguraron el lunes que ya habían advertido durante la pasada primavera del riesgo que presentaba la rambla del barranco del Cerezo por la gran acumulación de sedimentos que tenía al no haber sido limpiada desde hace tiempo.

Al final, los peores augurios se hicieron realidad el domingo cuando una riada arrastró toneladas de piedras, sedimentos y algún tronco hasta el cauce del río en la intersección con la rambla, provocando una acumulación de materiales que lo cegaron formando un tapón que actuó de dique de contención.

Para restituir la situación, lo que se hizo con la retroexcacadora es abrir el cauce acumulando la tierra y las piedras a ambos lados, a la espera de que en los próximos días se retiren esos materiales. Fue una medida de urgencia para que el agua regresara lo antes posible a su cauce.