La Asociación Mío Cid llevará las correrías del Campeador hasta el municipio alcarreño de Chequilla
Más de 30 personas recorrerán a pie o a caballo los 75 kilómetros que separan los dos municipios en tres díasLas huestes del Cid Campeador volverán a recorrer veredas y caminos ofreciendo su protección a los lugareños de las poblaciones cercanas el próximo mes de abril. La AsociaciónâÂÂCultural Mío Cid, de El Poyo del Cid, ya está preparando una nueva edición de este viaje recreacionista en el que a pie y a caballo se recorrerán 75 kilómetros entre la pedanía calamochina y el municipio de Chequilla, en Guadalajara.
Este año 2024 la expedición saldrá del Poyo del Cid el 21 de abril para estar tres días de ruta. Aunque el Cid estuvo asentado el El Poyo durante la Pascua de Pentecostés, que se celebraba entre mayo y junio, y allí permaneció durante 15 semanas y durante esos casi cuatro meses se dedicó a aprovisionarse. La Asociación ha elegido del 21 al 23 de abril aunque la fecha no coincida con la presencia cidiana en El Poyo para aprovechar los primeros días de primavera, cuando “todo el entorno está muy bonito y hay dos puentes en Madrid y Zaragoza y eso nos permite hacer tres días continuos andando o a caballo”, dijo el presidente de las Asociación Cultural Mío Cid, José Manuel Lázaro.
“Son las habituales correrías que hacemos durante el puente de abril o el de mayo cada año”, recordó José Manuel Lázaro. Estas salidas, que se realizan tanto a pie como a caballo y vistiendo según los usos y costumbres del siglo XI, “emulan las correrías que hacía el Cid, tomando parias desde El Poyo, donde acampó en su momento, a los territorios de alrededor como Albarracín o el Monasterio de Piedra.
Así, los integrantes del colectivo Mío Cid comparten cada año una salida de dos o tres días de salida emulando las huestes cidianas para llegar “hasta un punto que sea atractivo”.
Alto Tajo
La actividad se repite anualmente desde hace más de doce años y en esta ocasión llevará a los vecinos de este núcleo urbano hacia el Alto Tajo.
Aunque no hay ningún pasaje del Cantar del Mío Cid que relate alguna de estas correrías hasta Chequilla, sí que está plenamente documentada la presencia del Campeador en el Poyo del Cid. “Real es que el Cid acampó en el Poyo del Cid, en el Cerro de San Esteban, y que realizaba algaradas para tomar parias a las poblaciones de alrededor”, reclamando víveres u otros bienes a cambio de su protección. “Esto es lo que simulamos. La realidad no es que fuera Chequilla o no pasara por allí, pero mientras estuvo unas semanas en El Poyo se dedicó a eso. Sí que se sabe que negociaba (el Campeador) con el rey de Albarracín y que solía ir hacia esa zona, pero a otros puntos como el Río Martín o Molina de Aragón también fue, aunque no está reflejado como tal (en el Cantar) con los nombres de las localidades, pero es una de las actividades que hacía”, explicó Lázaro.
En estas correrías participan tanto jinetes como caminantes, además de algún vehículo de apoyo, e incluso a veces alg´´un ciclista acompaña a la comitiva aunque, eso sí, a cierta distancia para no romper el recreacionismo. Entre caballería e infantería suelen sumar más de treinta participantes.
En esta ocasión, la ruta pasará por los municipios de Blancas, en Teruel, y por El Pedregal, Tordellego, Piqueras, Checa y Chequilla, en la provincia de Guadalajara. Para cubrir los 75 kilómetros previstos se prevé que la comitiva emplee algo más de 17 horas en ruta, además de las correspondientes paradas.
“Cuando entramos a los pueblos tratamos de hacer desfiles con los vecinos. Les ataviamos un poco y repartimos banderas, simulando un desfile por la entrada del Campeador”, explicó Lázaro. Y si los locales se animan, la expedición de el Poyo realiza algún tipo de representación.