La Asociación Amigos de Gallocanta celebra la fiesta de bienvenida de las aves a la laguna
Personas de distintas procedencias se han dado cita en el humedal este fin de semanaCon la llegada del invierno, la laguna de Gallocanta da la bienvenida a las miles de grullas que, venidas de otros países del norte de Europa, establecen su refugio en este humedal. Con actividades lúdicas y didácticas, la Asociación Amigos de Gallocanta organizó este sábado la Fiesta de las Grullas para dar la bienvenida a este ave migratoria.
El último censo que se ha realizado sobre la población de estas aves sitúa su número en 11.000, habiendo llegado las primeras durante los días del Puente del Pilar, cuando aterrizaron unas trescientas grullas, según explica el vicepresidente de la Asociación Amigos de Gallocanta, Uge Fuertes.
Tal y como explica Fuertes esta cita es una experiencia única para conocer el viaje de estas aves. “Estos días hay un trasiego continuo de grullas que llegan desde los países nórdicos y que algunas se quedan en la laguna de Gallocanta y otras retoman ya su vuelo hacia zonas del sur de España donde hace más calor”.
Pero no solo esto, como comenta Carmen Alijarde, la presidenta de la Asociación, la Fiesta de las Grullas también es una manera de dar a conocer la importancia de esta laguna de tierras del Jiloca y Gallocanta. “La laguna de Gallocanta es un humedal muy importante tanto a nivel nacional como europeo; los humedales están en peligro de extinción y es importante mostrar este espacio natural en el que hacen su parada las aves”.
Actividades lúdicas
Para celebrar la llegada de este ave migratoria, alrededor de 120 personas venidas de toda España se acercaron ayer a esta zona para poder disfrutar desde bien temprano de las grullas. Desde las siete de la mañana, los asistentes tuvieron que madrugar tanto como las aves para poder verlas saliendo de sus dormideros. Un espectáculo único que observaron desde la ermita del buen Acuerdo y que entusiasmó a pequeños naturalistas y a aquellos que querían conocer más del modo de vida de estas aves.
La jornada continuó a las nueve y cuarto de la mañana con un paseo interpretativo en el que pequeños y adultos disfrutaron observando aves con el telescopio y donde además, descubrieron las riquezas de esta zona de la mano de los miembros de la Asociación que explicaron y guiaron al público para disfrutar y entender este espectáculo natural.
A la vuelta de este paseo, la cuentacuentos turolense Maricuela esperaba a niños y adultos para deslumbrarles con sus cuentos y su imaginación desde las once y media de la mañana.
Después, en el Albergue Allucant, los asistentes descubrieron la vida secreta invernal del sarrio pirenaico con la exposición de fotografía del pamplonés Iñaki Larrea y la presentación de su libro Las hijas del Hielo.
Fundación Atapuerca
Ya por la tarde, en el Poblado celtíbero del Castellar, David Canales, llegó desde la Fundación Atapuerca con su taller acerca de cómo sobrevivir en situaciones familiares a las de los habitantes de la prehistoria, una formación dónde explicó cómo se tallaban herramientas o cómo se hacía fuego en aquel periodo.
A las cinco y media de la tarde, los asistentes volvieron a disfrutar de la presencia de las grullas para verlas de nuevo entrar al dormidero y finalmente, la jornada terminó con la presentación del libro guía de la Celtiberia.
Tal y como explicó Carmen Aljide, uno de los puntos fuertes de esta jornada fue que, no solo pudieron ver a las grullas sino que también realizaron todas las actividades lúdicas con el característico trompeteo de estas de fondo y es que, tal y como mencionaron desde la Asociación, es ahora cuando la laguna luce espléndida debido a la buena temperatura de lluvias, que la ha mantenido con agua desde la primavera del año pasado, y repleta de vida, con una densidad de anátidas casi olvidada, variados limícolas, una colonia de flamencos, y ahora también miles de grullas.