José Antonio Romeo, profesor de Geografía e Historia en la sección de ESO de Cantavieja: “Los alumnos de los pueblos están en una situación de cierta desventaja”
Viajó a Islandia con el Erasmus+ para conocer otros sistemas educativosJosé Antonio Romeo es profesor de Geografía e Historia y secretario adjunto en la Sección de Enseñanza Secundaria Segundo de Chomón de Cantavieja. En marzo pasado visitó Islandia para conocer como es la educación allí, gracias al programa Erasmus+ KA101.
-¿Qué le llevó a participar en el programa Erasmus+ KA101 y qué objetivo tenía?
-Hace casi dos años Estefanía Monforte, asesora de formación del CIFE, nos propuso participar en un consorcio Erasmus+ junto con otros centros educativos, con lo que nos unimos el Instituto de Cantavieja, el CRA Alto Maestrazgo, el CRA Gúdar Maestrazgo y el CIFE de Teruel. El objetivo era participar en un programa Erasmus+, programa de movilidad europea tanto para profesorado como para alumnado. Nosotros hicimos un programa que se llama KA101 de movilidad de profesorado y la idea, sobre todo, era mejorar nuestra formación docente e investigar, comparar, cómo funcionan otros centros educativos sobre todo en países punteros de Europa. En este primer Erasmus hemos ido a Islandia, Dinamarca y Noruega, que son tres de los países que sacan siempre mejores resultados en todas las pruebas estandarizadas que hay de la Unión Europea. Nos interesaba aprender cómo son las metodologías, cómo se organizan, cómo está estructurado el sistema educativo y también como trataban el tema de la inclusión social, porque aquí en el Maestrazgo sí que consideramos que nuestros alumnos y alumnas parten con una situación desfavorable socialmente, por el aislamiento que tenemos, por la falta de recursos, porque son pocos alumnos, porque no podemos sacarlos mucho del instituto y de los colegios, porque algunos vienen de lugares remotos dónde, por ejemplo en Pitarque o Villarluengo solo hay un chico o una chica de su edad, entonces a la hora de desarrollarse socialmente y de formarse como personas creo que tienen más dificultades que un chico de un pueblo más grande o de una ciudad. Sabemos que también en los pueblos el sistema educativo tiene muchas ventajas, sobre todo las ratios, al haber muy pocos alumnos por aula la atención es mucho más personalizada, la confianza, el trato con las familias; pero a pesar de eso creemos que están en una situación de cierta desventaja. Lo que queríamos con este proyecto es abrir ventanas a todo lo que está fuera de nuestra comarca, y una de esas ventanas es a Europa, ver cómo se educan otros chicos y chicas en realidades algunas veces parecidas a la nuestra.
-¿Cómo es el país que ha visitado?
-He ido a Reykjavik, que es una gran ciudad, pero Islandia es un país con 300.000 habitantes, con una densidad de población de tres habitantes por kilómetro cuadrado, como aquí en el Maestrazgo. También hay que tener en cuenta que los pueblos en el norte no son como aquí, un pueblo pequeño tiene 2.000 habitantes y aquí tienen 50...
-Supongo que es difícil encontrar zonas comparables a Teruel…
-Con poca población igual sí, pero con pueblos tan pequeños, núcleos rurales con 10 o 20 habitantes no hay.
-¿Ha podido ver colegios o institutos de pueblos con poca población?
-No. Islandia tiene la peculiaridad que la mitad de la población vive en Reykjavík, con 150.000 habitantes, y casi todos los colegios e institutos están allí. Nos llevaron a ver tres institutos, dos estaban en Reykjavík y el tercero en las afueras. No vi lo que era un área rural, pero sí que las hay en el norte de la isla. De todas formas allí suelen concentrar a los alumnos institutos de tamaño medio, en torno a 400 o 500 alumnos.
-¿Por qué eligió Islandia?
-Me atraía mucho el frío, la isla, y la carencia de población. Teníamos cinco países en mente que son los más avanzados: Finlandia, Noruega, Suecia, Dinamarca e Islandia. Las compañeras eligieron Dinamarca y Noruega y a mí me atraía mucho más Islandia por esta situación de aislamiento, por la baja densidad de población, y también porque desde el área de geografía me parecía muy interesante ver todo lo que tiene que ver con la energía geotérmica, cómo trabajan en la isla el reciclaje, la no contaminación, el uso de energías alternativas. Allí más del noventa por cien de su energía viene de la geotermia, es asombroso.
-¿Qué actividades y visitas ha realizado durante su estancia?
-En este KA101 hay dos modalidades, una es Job shadowing, u observación profesional, en la que acompañas a un profesional durante tu estancia. Yo cogí un curso estructurado de varios días donde asistimos 120 profesores de 16 países diferentes de la Unión Europea que constaba de una serie de seminarios y charlas sobre Islandia, cultura islandesa, el sistema educativo islandés y, después, tres días de visita a colegios. Esto fue lo mejor.
-¿Y qué es lo que ha observado que pueda servir para aplicar aquí?
-La idea que tenemos en el instituto de forma de trabajo es lo que están haciendo allí, porque ya trabajan por proyectos, de manera muy flexible. Los alumnos tienen mucha libertad, entran y salen del aula cuando quieren, están con el móvil dentro de clase, comiendo, con los pies encima de la mesa… ¡Pero están trabajando! Es increíble. En las clases no es que no haya una pizarra, pero la clase no está dirigida a la pizarra, sino que son mesas en círculo y están trabajando en grupo. Pueden estar varios grupos juntos, hasta sesenta alumnos en la misma clase, porque son muy grandes, con tres o cuatro profesores en el aula… Desarrollar el trabajo por proyectos, la flexibilidad, abandonar un poco los exámenes, el aprendizaje tradicional… Nosotros ya lo tenemos en mente, pero entre nosotros y ellos hay un abismo, es como jugar en cuarta o quinta división. Nos gustaría dirigirnos a nuestra zona de desarrollo cercano, pero es complicado porque todo el profesorado no está de acuerdo, porque los espacios son diferentes, no tenemos los recursos que invierten allí, porque pagan entre el 38 y el 48% de impuestos y la educación está muy bien subvencionada, tienen unas instalaciones espectaculares, son colegios de 6 a 16 años con toda la educación obligatoria junta, y a los 16 años ya se van a la secundaria o al ciclo formativo que es voluntario.
Respecto a lo que queremos hacer, nos gustaría profundizar más en el trabajo por proyectos, trabajar varias asignaturas al mismo tiempo, flexibilizar los horarios y unir clases, por ejemplo primera y segunda hora que tienen lengua y sociales se rompen y se trabaja las dos horas de proyecto, con dos e incluso más profesores en el aula. Y poder usar el edificio de otra manera, no tener las clases con la puerta cerrada que limitan tanto. Allí, por ejemplo, el pasillo es un elemento educativo, aparte de que está todo decorado con las producciones de los alumnos. Salen al pasillo pero a estudiar, donde hay sofás, y están leyendo. Nos gustaría usar el instituto como espacio educativo y eso sí que lo podemos hacer, y también nos gustaría mucho que primaria y secundaria estuviesen unidos, tener un centro integrado para trabajar con la misma metodología todos los cursos. También queremos cambiar un poco los espacios, comprar mesas redondas para que trabajen, quitar el gotelé del edificio para poner bien sobre los muros las producciones de los chicos. En Islandia toda la educación está basada en seis pilares básicos: Alfabetización, Democracia y derechos humanos, Salud y bienestar, Sostenibilidad, Igualdad y Creatividad. Se trabaja mucho la autonomía, la responsabilidad, la creación artística, y todas las asignaturas tienen que estar dirigidas a estos pilares, además les dan mucha confianza para entrar y salir del aula por qué responden. Aquí pasa con el grupo de 4º, te los puedes llevar a cualquier lado, son muy responsables y por eso confías en ellos y ellos responden, y eso es lo que vimos, que confían mucho en el alumno como persona, porque al final los currículos educativos no son tan diferentes, están llenos de buenas ideas. Allí los intentan llevar a cabo, mientras que aquí está en el currículum pero cada uno hace lo que puede, vamos cada uno por nuestro lado, parece que las matemáticas y las sociales son lo más importante, pero lo más importante es crear estudiantes que sean personas ciudadanas y en eso todavía tenemos lagunas.
-¿Recomienda la experiencia?
-Por supuesto. Yo me hubiese quedado a vivir allí por la forma de trabajar tan motivadora y porque el país me encantó. Si bien los seminarios podrían haber sido más interesantes, el entrar en el aula me gustó mucho. Para repetir.