Síguenos
Estudian el uso de gusanos microscópicos para combatir al escarabajo de la trufa Estudian el uso de gusanos microscópicos para combatir al escarabajo de la trufa
María Martín, Víctor Pérez y Pedro Zuriaga, durante la recogida de escarabajos de la trufa en fincas de Gúdar-Javalambre

Estudian el uso de gusanos microscópicos para combatir al escarabajo de la trufa

Investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona
banner click 236 banner 236
Cruz Aguilar

Los nematodos entomopatógenos (NEPs) son unos organismos microscópicos que parasitan en insectos y que se utilizan en agricultura para el control de plagas. Un grupo de trabajo de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) dirigido por Fernando García del Pino, responsable del Departamento de biología Animal, Biología Vegetal y Ecología, ha realizado un estudio que muestra que el uso de estos gusanos es efectivo para controlar al Leiodes cinnamomeus o escarabajo de la trufa, una plaga que provoca pérdidas de entre el 30% y el 60% de la cosecha trufera. 
La investigación fue desarrollada por Carla Fuentes, licenciada en Ciencias Ambientales, como trabajo de fin de master de Protección Integrada de Cultivos y se centró en el uso de nematodos para controlar tanto larvas como escarabajos adultos de Leiodes. Fuentes señala que los resultados obtenidos fueron muy buenos, aunque aclara que el estudio está en sus fases iniciales puesto que se desarrolló en el laboratorio y todavía no se ha probado en el campo, donde influyen muchos más factores al tratarse de un espacio en el que no está todo controlado. García del Pino añade al respecto que “las mortalidades obtenidas fueron muy buenas” y este trabajo de laboratorio “abre una puerta para estudios futuros” que deben completarse con más pruebas en campo.
El objetivo es encontrar fondos para desarrollar un estudio a largo plazo que sirva para probar la efectividad de estas lombrices en el campo. Los nematodos utilizados en las pruebas son Steinernema carpocapsae, Steinernema feltiae y Heterorhabditis bacteriophora, que son cepas autóctonas habituales en los cultivos de avellanos de Cataluña. Los investigadores destacan la conveniencia de examinar los nematodos existentes en los cultivos truferos para comprobar si hay alguno que se alimente de Leiodes para utilizarlo como método de control. 
De todas las especies utilizadas, la más efectiva contra los adultos fue Steinernema carpocapsae, que a 20ºC mató al 100% de los escarabajos. En el caso de las larvas, la efectividad de esta especie fue del 68%, mientras que la Seinternema feltiae acabó con el 65% de los gusanos que se alimentan de trufa. Sin embargo, a 11ºC la mayor virulencia la obtuvo la  feltiae, con un 72% de eficacia. 
Entre las conclusiones establecidas por los investigadores es que la elevada mortalidad lograda por la Steinernema carpocapsae en adultos permitiría su uso en septiembre y octubre, que es cuando se observan los primeros escarabajos en los centímetros superficiales de suelo. Plantean que el uso de Steinernema feltiae es más recomendable en los meses más fríos, cuando las larvas atacan el interior de las trufas.
Carla Fuentes asegura que estos nematodos en ningún caso podrían causar daños a las carrascas porque “solo afectan a insectos”, aunque sí podrían repercutir en otros diferentes al Leiodes cinnamomeus.
Una de las ventajas que tienen los gusanos microscópicos es la rapidez con la que actúan, ya que provocan la muerte del insecto en un plazo de tiempo que oscila entre las 24 y las 72 horas. 
Pero además, se trata de microorganismos que viven en el suelo, por lo que acceden más fácilmente a los insectos que están, como el caso de las larvas, a entre 20 y 30 centímetros de profundidad. 
Por otro lado, los nematodos se reproducen en el insecto en el que parasitan, lo que provoca un efecto multiplicador en el número de lombrices aplicadas.

Escarabajos de Teruel
Para la realización del experimento, Fuentes contó con la colaboración de la investigadora especialista en Leiodes cinnamomeus María Martín y de los técnicos del Gobierno de Aragón Víctor Pérez y Pedro Zuriaga. Los tres fueron los encargados de recoger tanto larvas como ejemplares adultos de las plantaciones truferas de la comarca de Gúdar-Javalambre. Los escarabajos se capturaron mediante trampas de caída colocadas en el suelo con un atrayente en su interior, que es el método con el que actualmente cuentan los truficultores para frenar la expansión del leiodes.
No obstante, los expertos destacan que no existen soluciones mágicas para combatir una plaga tan virulenta como el escarabajo de la trufa. En este sentido, Fernando García del Pino subraya la necesidad de combinar el uso de nematodos con el de otros métodos como el trampeo o una recolección correcta, que son los dos que ahora se llevan a cabo.