El Re-Cultural Heritage subraya el peso de la comunidad local para impulsar el patrimonio
La Fundación Santa María presenta en Zaragoza los principales resultados del proyecto Erasmus+La comunidad local y su participación en las estrategias de desarrollo es fundamental para revitalizar el patrimonio cultural de un territorio. Se trata de una de las principales conclusiones que se establecen en el manual de buenas prácticas desarrollado en el marco del proyecto Re-Cultural Heritage, en el que ha participado la Fundación Santa María de Albarracín y que este jueves presentó en Zaragoza sus principales resultados.
La iniciativa europea ha sido financiada a través del Erasmus+ y, bajo la dirección de la Fundación Santa María de Albarracín, ha contado como socios con la Cooperativa Social Glocal Factory, de Verona, en Italia; AIEG, Uluslararasi Arastirma Inovasyon Egitim ve Girisimcilik Dernegi, de Bursa, en Turquía; UMB, Univerzita Mateja Bela V Banskej Bystrici de la localidad eslovaca de Banska Bystrica; VAEV (Vienna Association of Education Volunteers), de Viena, en Austria, y la AIDE, Enallaktini Kainotoma Anaptyxi Astiki Mi Kerdoskopiki Etaireia, de Larisa, en Grecia.
El encuentro se celebró ayer en la sede del Gobierno de Aragón en Zaragoza asistieron un total de 120 personas y estuvo presidido por la directora general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Gloria Pérez. Durante el mismo, el director gerente de la Fundación Santa María, Antonio Jiménez, detalló que el proyecto Re-Cultural Heritage ha desarrollado diferentes acciones, entre las que se encuentra el manual de buenas prácticas o el análisis general realizado a partir de las opiniones de expertos de territorios de los diferentes asociados. Además de su punto de vista, los técnicos de cada uno de los países socios realizaron una serie de encuestas para tomar el pulso al interés por el patrimonio en cada uno de los países, según argumentó ayer Antonio Jiménez.
Marco del proyecto
Por otro lado, en el marco del proyecto se han desarrollado diferentes cursos y, actualmente, se ofrece una completa documentación que está a disposición de todos los interesados a través de internet y que se ha ido elaborando a partir de las aportaciones de los propios socios.
Antonio Jiménez hizo un balance muy positivo de la participación de la fundación en esta actividad financiada con fondos europeos. Destacó que las acciones llevadas a cabo han permitido “despertar el gusanillo” entre los lugareños del patrimonio “como recurso y valor innato en los territorios”. Otra de las facetas que puso en relieve es los contactos que ha ayudado a establecer en otros países: “Hemos hecho muchos amigos en el exterior y el proyecto ha servido de escaparate para Albarracín y la Fundación”, dijo.
La participación permite llegar a lugares en los que, de otra forma, sería difícil darse a conocer y además todos ellos tienen como común denominador su interés por el patrimonio, ya que ese era el leit motiv de la propia iniciativa. Por otro lado, Jiménez alabó durante su intervención el gran trabajo desarrollado en Albarracín que, dijo, “a pesar de estar en Teruel, en una zona remota y aislada ha sabido hacerlo bien y se constata al ver el interés que despierta el proyecto de la Fundación Santa María”, concluyó.
Conclusiones
El encargado de presentar en Zaragoza algunas de las conclusiones fue Carlos Franco, director de Geinnova, la empresa aragonesa centrada en la gestión estratégica y proyectos de innovación y que además es otro de los socios del proyecto. Franco destacó la importancia que tienen los fondos europeos para potenciar el desarrollo sostenible de un territorio y precisó que, en este caso, se han realizado cursos de formación para los trabajadores del sector del patrimonio y del turismo que, de forma directa, han beneficiado a más de 250 personas. “Es un dinero que ha ido a Albarracín, que ha liderado el proyecto a nivel europeo y ha conseguido financiación para formar a trabajares y jóvenes en materia de turismo sostenible”, argumentó.
La presentación de ayer en Zaragoza contó con la presencia del personal de la fundación, encabezado por su director, pero también se amplió la invitación a los vecinos de Albarracín y varias decenas tuvieron la oportunidad no sólo de conocer de primera mano los resultados del proyecto sino de acercarse hasta el patrimonio más relevante de la capital aragonesa. Así, por la mañana visitaron el palacio de la Aljafería y dedicaron la tarde a recorrer la Basílica del Pilar y La Seo.