El Museo del Ferrocarril de Caminreal reivindicará el Cantábrico-Mediterráneo

El Museo Aragonés del Ferrocarril ha empezado a convertirse en una realidad después de que a finales del mes pasado Suelo y Vivienda de Aragón, dependiente del Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda de la DGA, sacara a licitación la redacción del proyecto de la subsede de Caminreal y Fuentes Claras, que incluye la rehabilitación de la estación histórica y la construcción de una nave para albergar coches y locomotoras de trenes de época. El proyecto básico contempla este museo, junto con las otras sedes de Zaragoza y Canfranc, como un elemento de reivindicación del corredor Cantábrico-Mediterráneo además del eje Sagunto-Canfranc.

La iniciativa se enmarca dentro del largamente demandado Museo Aragonés del Ferrocarril, planteado como una actuación descentralizada con sedes en las tres provincias, y que en Teruel estará ubicada en la estación de Caminreal, que ocupa terrenos de este término municipal y de Fuentes Claras.

Lo que ha salido ahora a licitación es la redacción del proyecto completo y la separata de la fase 1, así como la dirección de obra de la misma, del museo en su subsede turolense, por un presupuesto que asciende a 103.047,75 euros (IVA incluido). En la documentación facilitada a los licitadores, que tenían de plazo hasta mediados de la semana pasada para presentar sus ofertas, estaba incluido el proyecto básico del museo, en el que se fijan las líneas básicas de lo que será esta actuación y para la que se prevé una inversión de 4,3 millones de euros .

Ese proyecto básico, redactado por Diego Civera y Ana Ramos, arquitectos y funcionarios de la Comunidad Autónoma de Aragón, consta de dos partes: la rehabilitación del edificio de la estación de Caminreal, que es en lo primero que se va a actuar, y la construcción de otro edificio de nueva planta alargado que complementará los espacios museísticos para albergar maquinaria ferroviaria de época, además de la urbanización exterior.

Para la rehabilitación de la estación de ferrocarril de Caminreal, proyectada por Luis Gutiérrez Soto, inaugurada en 1933 y declarada Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés, está previsto invertir 1.526.294 euros, y para la construcción del nuevo edificio de cocheras otros 2.774.687,30 euros, además de 34.557,68 euros para la urbanización exterior que comunique ambos espacios.

La fase 1 consistirá en intervenir en el edificio de la estación para garantizar su estabilidad estructural, para lo cual se invertirán 575.960 euros. El proyecto básico considera que el edificio histórico no presenta problemas importantes a pesar de tener casi un siglo, por lo que tampoco deberán llevarse a cabo importantes obras de consolidación.

La intención en el futuro, cuando se acometa toda la actuación, es que la primera planta de la estación se destine a un uso residencial colectivo, bien como albergue juvenil o como un pequeño hotel de cuatro estrellas, mientras que la planta baja acogerá parte de las dependencias del Museo Aragonés del Ferrocarril en Caminreal.

La otra parte del museo se ubicará en un edificio de forma alargada pensado como un contenedor para exponer hasta 14 coches y locomotoras de época. Este edificio, según el proyecto, dispondrá de una superficie útil de 2.480,15 metros cuadrados y consistirá básicamente en una nave diáfana para albergar el material ferroviario antiguo.

En este edificio, denominado de cocheras, habrá una zona de recepción y acogida más dos zonas expositivas de algo más de 100 metros cuadrados. El mayor espacio lo ocupará la zona expositiva del material con 1.912,49 metros cuadrados. Además dispondrá de una sala de audiovisuales y de una zona de contemplación y descanso.

En el edificio rehabilitado de la estación antigua habrá tres zonas expositivas con una superficie total de unos 150 metros cuadrados, además de un área interactiva y de consultas, y una cafetería y bar restaurante que será compartida con la zona residencial de la primera planta, con independencia de que se destine a hotel o albergue.

El proyecto básico redactado por Vertebración del Territorio deja clara la finalidad de estos espacios, concebidos para su explotación turística y a la vez reivindicativos de lo que el ferrocarril ha supuesto para la Comunidad Autónoma de Aragón y lo que tiene que seguir siendo.

En este sentido, el proyecto señala que el objetivo último del Museo Aragonés del Ferrocarril en Caminreal y Fuentes Claras es “construir un complejo arquitectónico con fines didácticos y divulgativos sobre la historia del ferrocarril que vertebrará en nuestra Comunidad Autónoma, junto con los proyectos llevados a cabo por el Gobierno de Aragón en la Estación Intermodal de Canfranc y una posible futura intervención en la Estación de Casetas en Zaragoza, la promulgación de la importancia estratégica que tuvo la línea Sagunto-Canfranc a principios del siglo XX”.

Además, inciden sus autores en que esta actuación “servirá como elemento de cohesión de la reivindicación histórica del corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo y la reactivación de la línea Sagunto-Canfranc como una línea competitiva y eficiente que una el Mediterráneo con el túnel ferroviario transfronterizo de Somport y la posible reapertura y conexión con la línea francesa”.

El nuevo edificio de cocheras estará desplazado hacia un lado de la estación para no entorpecer la visión del edificio clásico de 1933 y no superará su altura. Contará con portones grandes para poder meter y sacar los vagones y locomotoras, que podrán exponerse también en el espacio exterior que habrá frente a la estación. La nave será diáfana pero con una planta altillo a 6 metros de altura para tener una visión aérea.  

El edificio clásico compartirá espacio expositivo y alojamiento

El proyecto básico del Museo Aragonés del Ferrocarril en su subsede de Caminreal y Fuentes Claras contempla dos edificios, uno de ellos la estación que data de 1933 y otro de nueva planta que permitirá albergar material de época.

Las zonas expositivas estarán tanto en la estación como en el edificio nuevo. El primero de ellos albergará una parte del museo y se habilitará también un alojamiento turístico. Ambos compartirán además servicios de bar y restaurante.

La planta baja albergará zonas expositivas y de restauración, mientras que la planta alta será la que se destinará a un uso residencial colectivo. Se barajan en este caso dos posibilidades para su gestión, según el proyecto: un pequeño hotel de cuatro estrellas con seis habitaciones, o un albergue juvenil con capacidad para 32 personas.