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El mercado de la Estación de Mora es el que fija el precio de la trufa en el mundo El mercado de la Estación de Mora es el que fija el precio de la trufa en el mundo
Julio Perales (izda.), presentando a Manuel Doñate, que ofreció una charla sobre fluctuación de los mercados. Manuel Ramo

El mercado de la Estación de Mora es el que fija el precio de la trufa en el mundo

El comerciante de ‘Tuber melanosporum’ Manuel Doñate ofreció una ponencia en Mora
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Cruz Aguilar

Que la trufa de Teruel tenía un gran peso en el mundo lo saben los 75 alumnos que participan en el Curso de Truficultura de Mora de Rubielos, que el miércoles llegó a su tercera sesión, pero lo que desconocían es que, en un año normal, allí se mueve el 55% de toda la trufa que se comercializa internacionalmente. Las cifras se mostraron en la charla sobre fluctuación de los mercados que ofreció de Manuel Doñate Rozalén, que es ingeniero técnico agrícola, truficultor y comerciante de trufas, quien añadió que del resto de producción, el 20% se comercializa en los mercados de Italia, el 10% en Francia y el otro 15% en los demás mercados españoles.

La charla de Doñate sirvió para concluir una jornada en la que las plagas centraron buena parte de la tarde. El curso de Truficultura Práctica ha sido organizado por la Universidad de Verano de Teruel - Fundación Antonio Gargallo en colaboración con la Asociación de Truficultores y Recolectores de Trufa de Teruel (Atruter) y el Cita, Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón.

Doñate precisó que el mercado de España más importante de trufa está en la Estación de Mora de Rubielos, donde acuden los truficultores y recolectores de silvestre de la comarca de Gúdar-Javalambre. También hay puntos de venta del preciado hongo en Vistabella, Benasal, Salvacañete, Graus y Vic. En cuanto a los mercados de Francia, precisó que los más relevantes son los de Carpentras, Richerenches y Lalbenque. Por último, citó el de Norcia como el más importante de los que se celebran en Italia. 

 

Calidad, madurez y precio

Doñate especificó que el precio “depende de la oferta y la demanda”, y que influyen diferentes aspectos, como la calidad de la trufa, que está estrechamente relacionada con la madurez; la demanda existente e incluso la climatología, que puede impedir la recogida y provocar el alza de precios durante esa semana. Sin embargo, matizó que al estar la mayor parte de la producción en Teruel es en la Estación de Mora donde se fija el precio.

La calidad evoluciona mucho a lo largo de la campaña y, según el experto, al inicio de la temporada solo el 3% de las piezas recogidas llega al consumidor final, mientras que el 97% restante se destina a la industria. Ese porcentaje va cambiando a medida que madura el hongo y en marzo el 97% del producto llega al consumidor final frente al 3% restante que se destina a la transformación. En cuanto a la media de la temporada, el mayorista matizó que el 40% es destinado a la transformación y el 60% restante se comercializa para el consumo en fresco. 

Doñate indicó que los productores pueden tanto vender su trufa al detalle, tanto a particulares como a restaurantes, o al por mayor, “la diferencia es que si vende a mayoristas la venderá toda y, si no, solo la de mayor calidad”, aunque el precio varía.  El experto hizo referencia a la presente campaña en la que hay una gran producción, con una calidad media, pero matizó que el precio está bajo porque en Italia hay una buena cosecha, frente al año pasado en el que apenas se recogió.

 

Reducción daños de leiodes

Durante la tarde las plagas fueron las protagonistas puesto que Ana Oliván, jefa de la sección de Sanidad Forestal, ofreció una ponencia sobre el tema que se completó con la impartida por los técnicos Víctor Pérez y Pedro Zuriaga sobre control integrado de Leiodes Cinnamomeus. Pérez explicó los estudios que se han hecho para conocer el ciclo biológico y la dinámica del escarabajo de la trufa, algo de gran importancia puesto que es en la edad adulta cuando es posible atraparlos con las trampas con atrayente que se colocan en las explotaciones.

Los ponentes especificaron que la colocación de entre 20 y 30 trampas por hectárea de carrascas truferas eliminan el insecto entre un 20% y un 30%. “Se trata de buscar un equilibrio económico entre las trampas que pones y lo que reduces los daños”, aseguró Víctor Pérez. 

Zuriaga y Pérez publicaron hace unos meses un libro, titulado La sanidad en truficultura. Guía de identificación de agentes nocivos que es una herramienta fundamental para que los agricultores conozcan todas las plagas que pueden encontrar en sus plantaciones. Entre todas ellas la más temida y a la que dedicaron su intervención es el escarabajo de la trufa, que está causando graves estragos en un buen número de plantaciones de la provincia de Teruel.

Durante la mañana de los alumnos tuvieron la oportunidad de conocer las diferentes especies del género Tuber a través del microscopio y bajo las indicaciones de la ingeniera agrónoma y responsable del laboratorio Micolab Luz Cocina. En las plaquetas, los participantes tuvieron oportunidad de observar las diferentes entre la trufa de verano (aestivum), la negra (melanosporum), la Tuber brumale o la china (Tuber indicum).  

Además de observar las diferentes esporas de trufa, también analizaron el grado de micorrización de las  raíces de la mano de Sergio Sánchez, que es ingeniero agrónomo, investigador del Cita y secretario del curso.