El lavadero de lana de Calamocha sale de la Lista Roja de Hispania Nostra
La Fundación San Roque y el Ayuntamiento se han encargado de la restauraciónEl lavadero de lana de Calamocha ha salido de la Lista Roja de Patrimonio que elabora Hispania Nostra y ha pasado a la lista verde. Gracias a la labor de restauración y conservación llevada a cabo por la Fundación San Roque y el Ayuntamiento de Calamocha ha permitido que el lavadero de lana haya salido de la Lista Roja a la que entró hace ocho años. Este lavadero de lana es uno de los pocos que quedan en Aragón. Fue construido por Juan Colás y Antonio de Alfaro en el año 1646 por encargo del Concejo y utilizado para depurar las lanas que, procedentes de las sierras de Albarracín y del Jiloca, se comercializaban hacia el norte.
El técnico de Patrimonio de Hispania Nostra, Alfonso Muñoz Cosme, manifestó que gracias a la actuación llevada a cabo en conservación y limpieza en el lavadero de lana de Calamocha se había sacado de la Lista Roja de Patrimonio de Hispania Nostra y pasar a la lista verde.
El lavadero de lana de Calamocha “entró en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra en octubre de 2012 porque mostraba un deterioro progresivo, peligro de hundimientos, expolio, pérdida de dibujos y grafitis. Ahora, ocho años después, y gracias a la labor conjunta entre la Fundación San Roque y el Ayuntamiento de Calamocha, se han llevado a cabo las obras de recuperación del lavadero de lana de Calamocha, por lo que ha pasado a la Lista Verde del Patrimonio, en la que se incluyen los bienes que han sido retirados de la Lista Roja al desaparecer el riesgo que presentaban tras haber sido intervenidos”, reseña una nota informativa de Hispania Nostra.
Se explica que se había procedido a limpiar el solar, consolidar los restos deteriorados y realizar una cubrición de la parte hidráulica del patio de lavado. Esta cubrición mediante un tejado respeta el aspecto original del edificio, (que también estaba cubierto), y permite mejorar la conservación de las pilas y losas de sillería. El próximo año se va a restaurar la canalización del agua y la noria. Actualmente puede ser visitado.
Este lavadero de lana es uno de los pocos que quedan en Aragón. Fue construido por Juan Colás y Antonio de Alfaro en el año 1646 por encargo del Concejo y utilizado para depurar las lanas que, procedentes de las sierras de Albarracín y del Jiloca, se comercializaban hacia el norte. Posteriormente, en el primer tercio del siglo XVIII, se amplió instalando una gran noria para elevar las aguas del río Jiloca. Ha estado en funcionamiento hasta finales del siglo XIX y se encuentra cerca del puente romano de Calamocha, declarado BIC, y junto al río Jiloca.
El valle del Jiloca fue un importante centro del comercio lanero en la zona. En estas instalaciones se limpiaba la lana de impurezas, después del esquileo, por el sistema de escaldado para el que se utilizaban grandes pozas de sillería. Luego se aclaraba en un canal de lavado y se dejaba escurrir y secar al sol. Este proceso permitía reducir el volumen de la lana y así poderla enviar con más facilidad al resto de España y Europa. Acogían en un patio central todas las tareas relacionadas con la limpieza del producto, (calderas, tinas, escurrideros, etc.). De este patrimonio industrial apenas se conserva el patio de lavado, con cinco pilas de piedra, los muros que servían de soporte a una noria que abastecía de agua a la caldera, y las ruinas de las viviendas que cobijaban a los mercaderes. Tiene pinturas y grafitis con marcas de lana. En el interior del conjunto existía una ermita.
Alfonso Muñoz recordó que en la provincia de Teruel están en la Lista Roja la fábrica Bonica de Valderrobres, el Convento de Los Servitas en Cuevas de Cañar, convento del Desierto en Calanda y masías fortificadas del Maestrazgo.