El hallazgo de una estela funeraria de un miliciano en Sarrión devuelve a la actualidad al soldado fallecido

Oculta debajo de una sabina de apenas un metro de alto, una estela recuerda en un páramo, entre los términos municipales de La Puebla de Valverde y Sarrión, a un miliciano catalán, que cayó en el frente turolense en junio de 1938, en la Guerra Civil, un año después de alistarse.

José Antonio Guillén, aficionado a la búsqueda de vestigios de la Guerra Civil y natural de Celadas, destapó, casi por casualidad, esta estela funeraria realizada en hierro junto a la que alguien dejó en 2013 un ramo de rosas artificiales. Tras la publicación del hallazgo en grupos especializados en redes sociales, algunos integrantes de esos foros se encargaron de indagar acerca del soldado caído. Entre opiniones e hipótesis, un miembro del chat compartió una publicación del periódico Levante en la que se buceaba en la historia de este y deotros fallecidos en ese frente en el verano de 1938.
 

El hallazgo

Hacía tiempo que José Antonio Guillén quería visitar los vestigios recuperados en el barranco de la Hoz, en Sarrión, pero la falta de tiempo o la amenaza de tormentas habían frustrado cualquier aproximación. “Ahí, en Teruel, siempre cae una tronada de miedo y aguaceros con pedrisco. De esto hace dos años. Estaba en Sarrión y se puso a llover y me dije, pues lo dejo estar. Y me di la vuelta”, recordó Guillén. Algún tiempo más tarde, a principios de este verano, y a los mandos de su turismo, el aficionado a visitar los escenarios del conflicto consiguió llegar, no sin algún contratiempo, hasta las posiciones recuperadas en el entorno del barranco de la Hoz. “Vi un cartel de madera en el que ponía “fortificaciones”, así que me dejé el coche en un lateral y me bajé allí. Desde abajo ya se veían las posiciones en las que había más carteles de madera”, relató Guillén acerca de su aproximación al lugar.

Continuó subiendo entre distintas posiciones y refugios. “A todo le hacía fotos”, recordó. “Venga a subir, porque allí son todo cuestas. Y al llegar al barranco ves que es inmenso”, continuó el explorador, que se conmovió con las condiciones en las que tuvieron que sobrevivir los soldados. Ahí ya es un pelado en el que en invierno debe hacer un frío allí terrible. Pasarían un frío tremendo”, apuntó. Y entonces, al apartar las cuatro ramas de una sabina “ahí, con unas piedras puestas alrededor y no sabía qué pintaban allí. Vi un lagarto y al intentar atraparlo encontré eso”, relató. Alrededor también observó restos como vainas de munición y latas de conserva de las raciones de la tropa.

Tras observarlo detenidamente, tomó un buen puñado de fotos y volvió a dejarlo exactamente como estaba.

Guillén ha preferido no compartir el lugar en el que se encuentra esta estela. Sobre todo porque quiere evitar cualquier acto de vandalismo y, además, porque todavía no domina las ubicaciones ni el manejo de los GPS.

El periódico Levante recogía en junio de 2021 la historia de soldados cuyas historias se cruzaron durante la contienda. Entre esas vivencias, el rotativo relataba la de Josep Font Pujol, que según el diario llegó al frente de Teruel a finales de julio de 1937. Font, de 26 años y con un hijo de siete meses, era carpintero en el municipio de Alella y militaba en el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). Font fue asignado a la 64ª Brigada Mixta del Ejército Popular de la República.
 

Desaparecido en el frente

Según el relato construido por Levante, al cabo de un año desde su alistamiento llegó un certificado oficial a la familia y al Ayuntamiento en el que se informaba de que Font había desaparecido en el frente pero sin precisar más. Tras la guerra, y mientras la familia todavía conservaba esperanzas de su regreso, un soldado de un pueblo vecino que había coincidido con Josep en el frente comunicó a la familia el fallecimiento tras un bombardeo el 18 de junio de 1938.

Desde entonces, las pesquisas de los familiares terminaron por precisar que su fallecimiento tuvo lugar en el municipio turolense de La Puebla de Valverde, aunque sin llegar a concretar el lugar exacto. Sin embargo, continúa el rotativo valenciano Levante, que “fue la propia Dolores Orts quien lo contó en un reportaje publicado en Levante-EMV el 11 de noviembre de 2007, cuando todavía creía que su padre había fallecido en aquel enclave turolense tras 48 horas de bombardeos de la Legión Cóndor nazi”.

Más tarde, la familia halló en casa un documento oficial que indicaba que Josep Font Pujol, nacido en 1911 en Alella, había muerto en la Puebla de Valverde. Después, se descubrió que pertenecía a la 64ª Brigada Mixta del Ejército Popular de la República.

En su búsqueda, el nieto del soldado buceó desde el Archivo de Salamanca hasta el Archivo de Ávila, que custodia los documentos de ambos Ejércitos en la contienda para terminar de encajar las piezas gracias a los “partes de guerra, diarios de guerra, diarios de operaciones, órdenes de operaciones”, dice el rotativo.

El relato que publicó Levante dice así: “El Día D. Es sábado 18 de junio de 1938 y la Guerra Civil se enquista en el frente de Aragón. La 64ª Brigada Mixta del Ejército republicano se halla defendiendo la intersección entre los términos municipales de la Puebla de Valverde, Manzanera y Sarrión, provincia de Teruel. La 64ª se halla al lado de la 96ª Brigada Mixta, que juntas forman la llamada 39ª División del Ejército Popular de la República. Esa mañana, la 64ª Brigada Mixta “que venía de cubrir en los últimos meses Alfambra, Sierra Palomera, los Altos de Celadas y su terrible bombardeo, la Sierra del Pobo, Mora de Rubielos y Manzanera” amanece cubriendo la línea entre la Fuente del Cañuelo y las Casetas del Pescater, a unos 3 kilómetros de distancia. La 96ª Brigada Mixta monta guardia entre las Casetas del Pescater hasta una cota llamada Creventada, otros tres kilómetros de frente”.

Sigue el relato del medio periodístico explicando que “Estos soldados republicanos no lo saben, pero el día anterior la 81ª División del Ejército Nacional ha enviado unas órdenes para la jornada siguiente que cavarán la tumba de Josep Font, Cándido Orts y tantos otros. Las órdenes para la 1ª Brigada, en la que se integra la 4ª Bandera de la Falange de León, son: “Objetivos: cota 1594 y 1517 al Norte del Barranco de la Hoz - Casetas del Pescater - Barranco de Medievilla. Hora de iniciar el avance: en dirección a la cota 1594 al Norte del barranco de la Hoz, a las 9,45 horas. Aviación: Gran bombardeo, a las 9,45 h sobre el Barranco de la Hoz desde su confluencia con el Barranco del Tajo hasta la vertiente S.E. de la cota 1594 (al Norte del Barranco de la Hoz) y citada cota. Cadena, a las 10,05 sobre la cota 1594”. En lenguaje civil, esto es: primero avance de infantería, luego bombardeo y finalmente un ataque en cadena (con ametralladoras desde los aviones bajando en picado)”.

Como resultado de la operación, el parte de la 4ª Bandera de la Falange de León presume de que “opera la bandera en vanguardia brillantísimamente conquistando los objetivos indicados por el Alto Mando en 47 minutos. Se toman las cotas 1541, 1560, 1560, 1594 y 1517. En esta operación se sorprendió al enemigo por la rapidez con que se efectuó haciéndole huir desordenadamente y cogiéndole 52 prisioneros y 138 muertos”.

Aunque no se conoce un listado de bajas, casi una cuarta parte de la 64ª Brigada Mixta murió en ese ataque. Los restos de los caídos fueron enterrados en ese mismo lugar.