El grupo alemán Tönnies proyecta un matadero en Calamocha que creará 1.000 empleos
El estudio ambiental del proyecto, que incluye salas de despiece y elaborados, ha salido a información públicaAragón Matadero, S.L., empresa que pertenece al grupo alemán Tönnies, proyecta la construcción en Calamocha de un matadero con capacidad para sacrificar 10.000 cerdos al día en dos turnos de trabajo y en el que se crearán hasta mil nuevos empleos. La inversión planteada asciende a 75 millones de euros y el proyecto básico ha iniciado esta semana el trámite de información al público del estudio de impacto ambiental.
La planta que se prevé construir entre los años 2020 y 2024 en el Jiloca estará dedicada a la matanza, al despiece y a los productos elaborados de carne. La triple línea de trabajo exige una inversión de capital total previsto de alrededor de 75 millones de euros y para lograr la productividad fijada se prevén generar hasta mil nuevos puestos de trabajo.
El proyecto se ubica sobre una parcela con una superficie de 290.405 metros cuadrados, sobre un polígono industrial en el municipio de Calamocha, emplazado sobre los terrenos del antiguo aeródromo. El Ayuntamiento inició el pasado verano las obras para llevar los servicios de agua y gas al nuevo polígono y para ello con una subvención por parte del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) de 423.120 euros.
El matadero se ubicará en un edificio de nueva planta. Se prevé la construcción de una serie de edificaciones para realizar el proceso de matanza de cerdos con una capacidad máxima de 625 cerdos cada hora.
Los puntos fuertes y diferenciados del matadero, según se recoge en el proyecto básico presentado por la compañía, se basan en el bienestar animal. Para ello contarán con una sala para sacrificar cerdos de última generación, con suministro de medios integrado y el tratamiento de agua residual respetuoso con el medio ambiente, con una planta de biogás integrada. Todo ello permitirá alcanzar una capacidad de producción final de 10.000 cerdos de matadero por día en dos turnos.
Por otro lado, contará con una planta de corte de vanguardia que, asistida por robots, “cumplirá con los requisitos más altos de seguridad en el trabajo”, según figura en el proyecto básico. En ella las mitades de cerdo recién enfriadas se desmontarán, empaquetarán y distribuirán de acuerdo con los requisitos del cliente.
Por último, se planea la construcción de una moderna planta de producción de productos de conveniencia o elaborados con capacidades de empaque para la producción de productos de cerdo listos para el consumo en el espacio de inversión planificado.
El grupo Tönnies tiene una dilatada experiencia en la producción industrial de carne y, según se recoge en el documento que ha salido a información pública esta semana, “garantiza los más altos estándares internacionales para el bienestar de los cerdos de matanza, el sacrificio, el desmontaje, el envasado y la distribución de productos de carne de cerdo ecológicos y, en el futuro, productos de conveniencia confeccionados en la región de Aragón en España”.
Cerdos españoles de 120 kilos
Los productos se elaborarán con cerdos de engorde españoles y se comercializarán tanto en España como en otros países de la Unión Europea. Además, está prevista la exportación de cortes de carne de cerdo congelada a Asia y otras partes del mundo sobre la base de los mercados de ventas internacionales existentes de Tönnies.
Según la documentación aportada por la empresa, las canales producidas en la línea de matanza podrán almacenarse para su expedición o se conducirán a una línea de despiece con una capacidad de 600 toneladas al día. La zona de despiece incluye una línea de tratamiento de cabezas de cerdo con una capacidad de producción de 50 toneladas al día. El producto, una vez despedazado, podrá almacenarse para su expedición fresco o congelado tras pasar por el túnel de congelación.
Se prevé la instalación otra línea para la producción de productos elaborados a partir de la carne fresca con una capacidad de producción de 200 toneladas al día. Este tipo de producto podrá almacenarse como producto fresco o congelado en función de la demanda de los clientes. Existirá una línea para el tratamiento de las vísceras rojas generadas de la línea de matanza y otra para las vísceras blancas.
La industria se ha diseñado para que la línea de matanza de cerdo tenga una capacidad de 625 cerdos por hora, con un peso en vivo aproximado de 120 kilos y 2 turnos de trabajo. La capacidad productiva anual será de 2,4 millones de cerdos, calculados para un total de 220 días al año.
El matadero contará con una zona de establos con capacidad para 1.000 animales donde los cerdos pasarán el tiempo suficiente para calmarlos. Con ese fin habrá un sistema de rociado de agua y podrán beber.
Según el proyecto básico para el matadero, el primer paso será la explanación de la parcela, que no presenta grandes desniveles, y después se ejecutará un vallado en todo el recinto dejando tres puertas de acceso en otras tantas zonas de entrada.
Edificaciones proyectadas
Las edificaciones planteadas son una nave de 2.200 metros cuadrados de una altura de 7 metros destinada a corrales que contará con dos muelles de descarga de cerdos y otra zona para oficinas y tratamiento de los cerdos muertos o decomisados.
El edificio para el sacrificio de animales tendrá una superficie de 4.000 metros cuadrados y una altura de 7. El conjunto comprende a su vez una nave de 200 metros cuadrados destinado a almacén de subproductos animales no destinados al consumo humano; un túnel de oreo, que tendrá unas dimensiones de 1.500 metros cuadrados, y una cámara de estabilización de canales, de 3.200 metros cuadrados.
Todo ello se completará con una sala de despeine de 5.000 metros cuadrados, otra de elaborados de 2.100 metros y un almacén de producto terminado y expedición que tendrá 4.675 metros cuadrados, según se recoge en el proyecto. El complejo contará con un espacio específico para oficinas y vestuarios de 1.600 metros cuadrados; una sala de máquinas (1.200 metros cuadrados); un lavadero de camiones y una planta de biogás (1.000 metros cuadrados).
Tönnies es una empresa de origen familiar que se fundó en el año 1971 y tiene su sede en Rheda-Wiedenbrück, en la estado federado alemán de Renania del Norte-Westfalia. Actualmente, el grupo alimentario tiene siete plantas en Alemania y una en Dinamarca y cuenta con un total de 16.500 empleados. En 2018 generó unos ingresos anuales de 6.650 millones de euros, según se recoge en la propia web de la compañía. El 50% del negocio de la empresa procede de la exportación, explican en la propia página web de la industria cárnica.
El polígono se reestructura para acoger la nueva industria cárnica
El Ayuntamiento de Calamocha está tramitado la reestructuración del polígono industrial con el fin de poder vender una gran parcela de 300.000 metros cuadrados a la empresa Aragón Matadero SL para la puesta en marcha de un matadero, sala de despiece y de elaborados cárnicos. El periodo de exposición pública concluye el próximo día 29 de septiembre y el alcalde, Manuel Rando, indicó que a partir de ahí “se podrán vender los terrenos”.
El primer edil se mostró “entusiasmado y contento” con un proyecto de gran relevancia no solo para todo el Jiloca, “sino para Teruel y Aragón”. Especificó que los contactos con la empresa alemana, que Rando calificó como “la mayor industria cárnica de Europa”, arrancaron ya hace 5 años y destacó el “esfuerzo callado” realizado tanto por parte del Ayuntamiento de Calamocha como por el Gobierno de Aragón, con el presidente Javier Lambán a la cabeza.
La más grande de Teruel
Prefirió no comentar nada sobre el proyecto porque “el protagonismo debe tenerlo la empresa” y aunque apostó por la “cautela”, sí reconoció que se trata de una industria de “dimensiones increíbles” que de cumplirse el proyecto planteado se convertirá en “una de las más importantes de la provincia de Teruel”.
Señaló que el grupo alemán Tönnies se fijó en la zona del Jiloca tanto por su tradición en la industria cárnica –“hay buen hacer en este sentido”, recalcó el responsable municipal– como por la “climatología especial para la calidad de los productos derivados del cerdo”.
Indicó que las obras podrían comenzar en cuanto concluyera la tramitación ambiental y de venta de los terrenos en lo que era el antiguo aeródromo de la localidad y adelantó que se trata de unos trabajos que serán “progresivos y con cierta celeridad siempre que el entorno económico así lo aconseje”.
Rando insistió en la cautela a la hora de adelantar los proyectos planteados por empresas pero señaló que hay interés por parte de otras industrias por instalarse en el corredor del Jiloca. Por otro lado, concretó que todavía hay disponibles en el polígono industrial del antiguo aeródromo más de 100.000 metros cuadrados y sería posible aumentarlos.