El Fatmi apelará al TSJA la sentencia del crimen de Fuentes Claras con un prestigioso despacho de abogados de Valencia

El Fatmi Chafnaje, condenado en diciembre por los delitos de homicidio y robo por el crimen de Fuentes Claras tras ser juzgado por un jurado popular, recurrirá la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) a través de un prestigioso despacho de abogados penalistas valencianos. El plazo para formalizar los recursos de apelación en la Audiencia Provincial finalizó el pasado lunes, pero El Fatmi tendrá más tiempo para hacerlo al haber cambiado de abogado nuevamente.

Quien sí ha presentado ya el recurso ha sido la letrada de Rachid Lioumouri, Ana Herrando, que discrepa con el fallo de la Audiencia Provincial, dictado a partir del veredicto que emitió un Tribunal del Jurado integrado por  9 personas de la calle elegidas por sorteo tras una vista oral celebrada en diciembre que se prolongó durante tres días.

Herrando explicó que presentó el recurso de apelación al TSJA el mismo lunes, el último de los diez días que había de plazo para hacerlo. La letrada de Lioumouri indicó que su recurso se basa en lo que ya argumentó durante la vista oral, que en el caso de su representado considera que no se cumple ninguno de los elementos del tipo penal por los que ha sido condenado, ni homicidio ni robo con violencia ni pertenencia a organización criminal.

Al haber sido recurrida, la sentencia todavía no es firme y habrá que esperar a que sea admitida o no y, en su caso, que sea resuelta por el TSJA, ya que está pendiente también la presentación del recurso del otro acusado, El Fatmi, que va a tener más tiempo para formularlo al haber cambiado de abogado.

El lunes finalizó también el plazo para las dos acusaciones, tanto la Fiscalía como la particular en representación de los familiares de la víctima, que han confirmado que no han recurrido el fallo judicial. La acusación particular, representada por el abogado Clemente Peribáñez, pedía que fuesen condenados por asesinato en lugar de homicidio como finalmente recogió el veredicto y la sentencia.

Peribáñez señaló, no obstante, que la sentencia estaba muy bien argumentada y anunció que por su parte piensa impugnar los recursos que presenten las defensas tan pronto como le sean notificados por la Audiencia. A partir de ese momento dispondrá de cinco días para poder hacerlo.

El Fatmi, vecino de la víctima en Fuentes Claras y que según el relato de hechos que recoge la sentencia fue quien señaló el objetivo y planificó todo con las otras tres personas implicadas, ha ganado tiempo para recurrir después de haber renunciado a la abogada de oficio que lo representó en el juicio.

Quien defenderá ahora a El Fatmi será el abogado Pedro Bermúdez, según han confirmado fuentes judiciales. Bermúdez es uno de los socios de ZB&P Abogados, un prestigioso despacho de letrados penalistas valencianos, el más especializado en esa materia en la Comunidad Valenciana, que ha estado personado en asuntos judiciales muy mediáticos como el caso Taula, el caso Vitaldent y el asesinato de un seguidor del Deportivo de La Coruña, entre otros. Este periódico intentó contactar ayer con el nuevo letrado de esta parte de la defensa para conocer cuál va a ser su estrategia para recurrir ante el TSJA, sin haber sido posible hablar con él después de que en su despacho se remitieran a hacerlo el día de hoy. 

Preparación del recurso

Al parecer, según han indicado distintas fuentes del caso, el nuevo abogado defensor habría solicitado los vídeos con la grabación íntegra del juicio para poder preparar el recurso.

Hasta dos meses antes de que se celebrara la vista oral, El Fatmi había estado representado por el abogado zaragozano Javier Osés, a quien sustituyó para defenderlo en el juicio la letrada del turno de oficio de Teruel María Jesús Azuara. Tras conocerse el veredicto y dictarse la sentencia condenatoria, a Azuara le pidió la venia otro abogado para poder representar al acusado, en esta ocasión valenciano y experto penalista, Pedro Bermúdez.

Pedir la venia entre letrados es un trámite de cortesía que hacen los abogados entre sí cuando uno sustituye a otro en la defensa de los intereses de una persona en un procedimiento judicial.

En este caso, el nuevo letrado será quien se encargue de fundamentar el recurso a la sentencia condenatoria ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, trámite que se hace a través de la Audiencia Provincial de Teruel. La anterior letrada de oficio ya anunció su intención de recurrir tras conocerse el veredicto de culpabilidad del jurado popular.

Al haberse incorporado nuevo a la defensa, el abogado dispone de un tiempo adicional previsto en la ley para estos supuestos, por lo que el plazo para recurrir no expiró el pasado lunes como ocurrió con el resto, ya que todas las partes tenían diez días para poder hacerlo en apelación ante el TSJA si lo consideraban oportuno.

Por eso no ha entrado todavía el recurso de El Fatmi, pero lo hará en los próximos días dentro de los nuevos tiempos de que dispone por esta circunstancia al haber cambiado de letrado e incorporarse al proceso. De entrada, su nuevo abogado pidió la suspensión del plazo para poder recurrir, que lo tiene concedido hasta el día 19 de este mes para prepararlo al haberse incorporado ahora y no haber seguido con anterioridad la causa como sí han tenido la posibilidad el resto de las partes. A partir de esa fecha volverá a correr el tiempo del plazo para que pueda formalizar su recurso.

Los hechos que fueron juzgados por un jurado popular en diciembre ocurrieron hace casi tres años, la noche del 21 al 22 de febrero de 2015 en Fuentes Claras, a consecuencia de los cuales murió asesinado el vecino y comerciante de la localidad Luis Esteban Zorraquino.

Las primeras detenciones no se produjeron hasta cuatro meses después tras una minuciosa investigación de la policía judicial de la Guardia Civil, aunque de las cuatro personas que se vieron involucradas en el crimen, dos huyeron a su país, Marruecos, nada más producirse los hechos para escapar de la justicia.

Esas dos personas, Fadil El Hasnaoui y Mohamed Cherkaoui, que habrían sido supuestamente los que entraron en la casa, sustrajeron la caja fuerte y mataron a la víctima cuando regresó a su vivienda y se los encontró dentro, se encuentran bajo una orden de busca y captura internacional a la espera de poder ser juzgados si son detenidos algún día y extraditados a España.

El juez instructor desglosó en dos partes la causa por ese motivo, para que pudieran ser juzgados sin más demora El Fatmi y Rachid. Su juicio se celebró en la segunda semana de diciembre del año pasado y fueron condenados a 19 años de prisión cada uno después de que un Tribunal del Jurado los considerara culpables de los delitos de homicidio, robo y organización criminal.

Argumentos

La abogada de Rachid Lioumouri, Ana Herrando, explicó que el recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón que ha presentado en la Audiencia Provincial se basa en los mismos argumentos que esgrimió durante la celebración de la vista oral. Según la letrada, a su representado no se le puede atribuir un robo con violencia y menos en casa habitada, ni tampoco el delito de homicidio por el que se ha sido condenado por un jurado popular, ni el de pertenencia a una organización criminal.

La sentencia, que al haberse presentado este recurso dentro del plazo legal no es firme todavía, no se ajustaría, según esta letrada de la defensa, a los tipos penales por los que ha sido condenado su representado.

Herrando indicó que en el recurso se argumenta cómo Rachid no tenía conocimiento de nada, “aparte de que no se cumplen los elementos del tipo, y el homicidio es ánimo de matar y mi cliente no tenía ningún ánimo de matar, y robo en casa habitada pensaba que no había nadie, que no era la casa lo que le dijeron”.

Durante el juicio, este acusado declaró que hizo de conductor para viajar a Fuentes Claras acompañado por otras dos personas y que le habían dicho que iban a robar droga a la casa de un árabe en la que no vivía nadie.

Rachid conocía a El Fatmi, que era vecino de la víctima, de un almacén de chatarra en Zaragoza.