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El conflicto sobre las renovables llega a las salas de cine con Teruel como uno de sus protagonistas El conflicto sobre las renovables llega a las salas de cine con Teruel como uno de sus protagonistas
La directora de fotografía Laura Nieto-Sandoval (ctro.) durante el rodaje en Mosqueruela. Metáfora Visual

El conflicto sobre las renovables llega a las salas de cine con Teruel como uno de sus protagonistas

El documental ‘Vidas irrenovables’, de Francisco José Vaquero, se estrenará en noviembre y pone el foco en la resistencia por la falta de planificación
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El conflicto sobre la instalación de parques de energías renovables en España sin haber hecho una planificación previa, y el problema social que ha provocado, llegará en otoño a las salas de cine con el estreno del largometraje documental Vidas irrenovables, dirigido por Francisco José Vaquero y en el que la provincia de Teruel cobra un gran protagonismo. La película recorre todo el país para dar la voz a quienes se oponen a la instalación de grandes parques de renovables en zonas de alto valor ambiental y “abrir los ojos”, según sus autores, a quienes viven en las ciudades ajenos a la realidad del medio rural.

Hace dos años un thriller de ficción coproducido por España y Francia, As bestas, abordó de forma colateral esta cuestión, pero el documental que ha hecho Vaquero lo trata de frente y construye el relato dando la voz a quienes se están movilizando en todo el país bajo el lema de “renovables sí, pero no así”.

“Ha sido muy duro hacer la película, con momentos en que te quedas sin palabras, y creo que va a hacer que la gente se mueva y ponga un poquito el grito en el cielo”, comenta el realizador, que hace dos semanas pudo ver la primera reacción del público en un pase que hizo en su pueblo, Cabeza del Buey (Badajoz). Allí no tienen este problema, pero lo sintieron al ver el filme.
 

El director y productor del documental, Francisco José Vaquero. Metáfora Visual


“La gente salió llorando del cine y muy impactada”, comenta el director. “Había gente que nos decía, nos la han vuelto a meter, porque el tema tiene un calibre tremendo, ya que estamos hablando de la vida rural, desde las aguas, las aves, la biodiversidad, el territorio, la agricultura y la ganadería, y nos afecta a todos”, apunta.

El cineasta confiesa que él era ajeno a la realidad que muestra en la película y que siempre ha estado a favor de las renovables, pero que ahora ha asumido el mismo eslogan de que no se pueden hacer así las cosas tal como lo enarbolan los movimientos que han surgido en el interior del país en sitios poco poblados.

“De hecho seguimos a favor de las renovables como no puede ser de otra forma, pero no de la manera que se están haciendo”, afirma Vaquero, quien asegura que conocieron el problema el año pasado “por casualidad” al asistir al Festival Ecozine de Zaragoza. Allí vieron un cortometraje documental de Pablo Lozano titulado Quixotes, sobre la muerte de aves a consecuencia de los parques eólicos, y conocieron el problema social que existía en el medio rural con esta cuestión.
 

Rodaje de la película en Cantavieja. Metáfora Visual

Mundo rural

“Queríamos hacer algo relacionado con el mundo rural y empezamos a investigar por ahí”, explica el realizador. Contactó a la semana con Aliente, la plataforma ciudadana que persigue que haya una transición energética respetuosa, “y sin darnos cuenta a las tres semanas estábamos ya rodando”.

Ha sido un trabajo de un año largo, aprovechando los huecos que tenían entre los encargos profesionales que les llegaban, ya que se trata de una producción independiente autofinanciada por la productora Metáfora Visual.

La voz en el documental, de hora y media de duración, la tienen directamente los afectados por cómo se están instalando estos parques de renovables en zonas de alto valor paisajístico y medioambiental. “Planteamos una estructura de guion y empezamos a rodar para que el relato de los protagonistas sea el que conduzca la película, sin utilizar la voz en off, porque nos gusta ese estilo de documental en el que las personas que intervienen van construyéndolo con lo que nos cuentan”, afirma.

Reconoce que les hubiese gustado poder sacar antes la película porque es un problema al que hay que dar voz, pero tuvieron que compaginarlo con su trabajo diario y ha sido hasta ahora que han podido terminarla.

Empezaron a filmar en Almería a principios de septiembre del año pasado, luego viajaron a Galicia y el País Vasco. Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Andalucía y Aragón fueron otros sitios en los que rodaron, y Teruel cobró un protagonismo especial, hasta el punto de que acudieron dos veces y tiene una presencia muy relevante en el metraje.

En boca de los protagonistas, el filme pretende mostrar cómo algo que llegaba para sustituir los combustibles fósiles por energías limpias se ha convertido en un “grave peligro para la supervivencia del mundo rural” debido a “la falta de planificación y la nefasta gestión de las administraciones públicas”.
 

Rodaje junto a la rambla Barrachina. Metáfora Visual


“Algo que venía para salvar el medioambiente y hacer resurgir la vida de los pueblos, paradójicamente se está convirtiendo en todo lo contrario”, argumenta Vaquero, tal como recoge la sinopsis del filme, en el que se incide que “ante esta situación alarmante, muchas personas se resisten a ver morir sus territorios y están dando sus vidas para poder frenar esta situación”.

Junto al testimonio de los afectados que se están movilizando por toda España han recurrido a la opinión de prestigiosos científicos, entre ellos el catedrático de la Universidad de Zaragoza, José Luis Simón. Antonio Turiel, Alejandro Pérez, Francisco Varela y Luis Boloño son otros científicos que expresan su postura.

En total aparecen 47 personas, de las cuales los testimonios turolenses son importantes ya que es donde más tiempo se rodó al haberles ocupado la filmación ocho días. Entre ellos están algunos rostros que se han hecho muy visibles en los últimos tiempos al ser portavoces de los colectivos sociales que se están movilizando, como Ernesto Romeo y Joaquín Gargallo, entre otros. El realizador destaca también la participación de un agente forestal de Cantavieja, así como de vecinos de Galve, Camarillas y el Matarraña.

El director explica que la gente va a ver en esta película “una realidad que no nos gustaría ver a ninguno, que es como una vez más algo que podría ser una oportunidad se ha convertido en un desastre ya, porque el peligro que había se está consumando”. Una realidad, añade, “que está destrozando ecosistemas y el medio ambiente en general, y que está destrozando vidas de personas, de su forma de vivir, sus paisajes y la manera que tienen de sustentarse; por eso al final, después de barajar muchos títulos, le hemos puesto el de Vidas irrenovables”.

Reconoce que el documental es “muy crudo”, y así se lo han dicho quienes lo han visto, pero el cineasta considera que tiene que ser así porque “creemos que es de la única manera que puede llegar a la gente y que esta se lo tome en serio”.
 

La filmación de la parte de Teruel se hizo en varias localizaciones. Metáfora Visual

Pases previos en la provincia

La película se estrenará en salas comerciales a partir de noviembre, puesto que antes quieren participar en el circuito de festivales y se están moviendo para su selección. No obstante, desde septiembre van a hacer pequeños pases en aquellos sitios donde se ha rodado el filme. En Teruel capital tienen previsto hacer un pase previo el 10 de octubre en el Cine Maravillas, mientras que el día 12 del mismo mes viajarán al Matarraña para proyectarlo en Arens de Lledó.

Aparte de dar la voz a los afectados, Vaquero recalca que se ha querido ofrecer el testimonio de los científicos para que sean escuchados y se tome conciencia de lo que se está haciendo, y “hacer ver a las administraciones que con la planificación no planificada con la que se está llevando a cabo, el problema es aún más grave”.

El cineasta indica que “hay estudios que ofrecen una solución viable mediante una correcta planificación, en la que se puedan integrar las energías renovables en los ecosistemas de forma respetuosa con el medioambiente”. Concluye afirmando que una vez más no es el qué sino el cómo hacerlo, en la línea del mensaje de quienes dan su testimonio en el filme mostrándose a favor de las renovables, “pero no así”.
 

Cartel de la película ‘Vidas irrenovables’

Realización

Vidas irrenovables es el segundo largometraje documental de Francisco J. Vaquero después de haber estrenado en 2022 su ópera prima Ganado o desierto, que se fijaba en cómo el ganado es una herramienta de regeneración de los ecosistemas, y con la que fue seleccionado en más de veinte festivales de cine medioambiental y ganado varios premios, entre ellos el Sol de Oro a la mejor película documental en el Festival Suncine de España.

Este nuevo trabajo es una producción totalmente independiente de la productora Metáfora Visual, que ha sido autofinanciada y rodada sin ayudas. En la cinta han participado Manuel Luque (producción ejecutiva y operador de la cámara dron), Laura Nieto-Sandoval (fotografía), José Luis Picado (edición) y Juan Begines (música)