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El Colectivo Alobras Centro del Mundo amplía su belén con más de veinte nuevas figuras El Colectivo Alobras Centro del Mundo amplía su belén con más de veinte nuevas figuras
El año pasado se instaló por vez primera la escena del Nacimiento

El Colectivo Alobras Centro del Mundo amplía su belén con más de veinte nuevas figuras

Los personajes han sido realizados por los propios vecino con el estilo de las primeras figuras
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José Luis Rubio

El belén de Alobras crece. Una veintena de figuras acompañarán estas navidades a las del Nacimiento, que se estrenaron el año pasado en un particular belén realizado por los propios vecinos del municipio.

Si el debut del belén de Alobras llegó el año pasado con las imágenes del Nacimiento, en esta ocasión se incorporarán una veintena de nuevos personajes afanados en tareas “costumbristas”. Las imágenes y sus accesorios están recibiendo los últimos toques antes de que el próximo 6 de diciembre protagonicen la inauguración oficial. “Es la segunda edición del belén. Empezamos el año pasado con el Nacimiento y una pequeña granja en la puerta”, recordó Juan Pedro Moreno,  gerente de la casa rural El Mirador de las Tejadas y miembro del colectivo autobautizado como Alobras, Centro del Mundo. Este grupo de vecinos se ha encomendado la tarea de revalorizar el municipio mediante acciones como el belén o el reacondicionamiento llevado a cabo en primavera en el lavadero.

Pero este año, la familia del belén crecerá. “Hemos creado más de veinte figuras. Son figuras humanas, de tamaño real, con las que vamos a llenar la plaza de la iglesia debajo del olmo”, explicó Moreno.

Las figuras que se llevarán hasta la plaza de la iglesia estarán en “posiciones y con temas costumbristas”, dijo el portavoz del colectivo vecinal. Así, junto al pesebre y la granja que se instalaron el año pasado, se va a poner “un huerto, un señor que viene de la siega, unos puestos de venta de mercado o una señora con un cántaro en la fuente”, y a todo ello se sumarán “los tres reyes magos, claro”.

Caracterización

La caracterización de estas figuras será muy parecida a la que se empleó el pasado mes de diciembre y a la que se ha utilizado también con los personajes del lavadero. Se trata de estructuras antropomórficas con cierto parecido inevitable porque “los artistas son los mismos”, apuntó Moreno. Sin embargo, la fisonomía no está tan estandarizada y “hay un poco de todo” porque cada personaje ha sido realizado por un vecino distinto. “Lo vamos trabajando por personas o por grupos familiares. Hay quien maneja bien la madera y lo realiza todo de madera y otros trabajan otras disciplinas como  corcho o estructuras”, y así cada personajes adquirirá su propia personalidad. Casi todos tienen en común estar hechos con una estructura metálica sobre la que cada artista ha ido aportando las vestiduras y la caracterización. “Las caras, unas son de corcho como las de las señoras del lavadero, y otras son de telas. Y cada una es diferente, según la persona que ha estado trabajando en ella, que le ha dado su toque”.

La tarea de la confección de las vestimentas también se ha repartido entre los vecinos del pueblo. Alobras, Centro del Mundo ha apostado por dejar un amplio margen de maniobra a estos voluntarios, que han vestido a sus maniquíes “como han querido”.  Únicamente han tenido que tener en cuenta el rol de ese personaje dentro del diorama del belén. Y aunque los atuendos se han inspirado en la iconografía clásica de los belenes con túnicas, no se ha desperdiciado la oportunidad de hacer “guiños” como, por ejemplo, la inclusión de un cachirulo entre los ropajes o la presencia de aparejos de trabajo e incluso un carro, todo ello cedido por vecinos de la localidad. “Mezclamos el tema tradicional del pueblo con la mitología. Partimos de la base de que el belén es una historia que cada uno la interpreta como puede, porque no hay una realidad escrita”, explicó Moreno que, no obstante, aseguró que sí que se han “centrado en el contexto histórico del Año 0”.

El censo

Entre los personajes apócrifos con que va a contar este belén tan particular estará el de un escribano que custodiará un libro con el censo de Alobras desde el año 1.700. Ese censo estará recogido en un libro en el que se recogen los datos demográficos del lugar en los últimos tres siglos. Los primeros datos no ofrecen una cadencia rigurosa, pero desde que se hiciera el primer censo a principios del siglo XVIII, “hay saltos hasta llegar al 1900, que es cuando existen datos de un año a otro”, explicó Moreno.

El escribano estará sentado junto a una mesa, en posición de escribir  una nota y, junto a él, estará abierto el libro censal para que los curiosos puedan ojearlo.

Aunque este año el belén de Alobras incorporará una figura con movimiento, el reto para el próximo año será incorporar elementos móviles y agua e incluso escenas completas de oficios o de situaciones. Será el reto de 2024, después de que en 2023 la asociación haya conseguido tener “la plaza vestida”.

Aunque el belén ha sido una iniciativa del colectivo Alobras, Centro del Mundo, no se descarta más adelante traspasarlo a la Asociación Cultural para darle continuidad y que sea ésta quien se encargue de seguir haciéndolo crecer.

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