El azafrán del Jiloca apenas se beneficiará de la carencia de especias por la crisis del mar Rojo
El producto turolense acusa su carácter de producto gourmet y la mala campaña de este otoñoEl azafrán del Jiloca no podrá beneficiarse de las dificultades que está encontrando la gran distribución para hacer llegar a España productos (entre ellos las especias) procedentes de Asia como consecuencia de la crisis que se vive en el mar Rojo. El carácter gourmet del oro rojo turolense y su precio, así como la mala campaña del 2023 hacen que ni siquiera la previsible subida de las tarifas del azafrán de gran consumo puedan hacer más competitivo al producto turolense.
Así, los productores de azafrán turolense dudan de que la coyuntura que atraviesan los mercados, en los que el precio de esta especia se ha disparado por la escasez que ha provocado el bloqueo de las rutas que llegan al mar Mediterráneo por el mar Rojo y el canal de Suez, mejore sustancialmente ya que ni siquiera la escalada de precios de este producto les permitiría entrar a competir en el plano económico.
El presidente de la Asociación de Productores de Azafrán del Jiloca-Azaji, Miguel Roza, confirmó que pese al incremento del precio del azafrán que se vende en las grandes cadenas de alimentación, estas no están reclamando el producto turolense. “No lo reclaman porque saben que es caro y por eso no lo van a pedir nunca”, explicó para lamentar a continuación que se siga apostando por el azafrán iraní, “como siempre”. Roza describió una coyuntura en la que “el azafrán bueno no lo quiere nadie”.
Desánimo
Otros productores comparten el desánimo del presidente de la asociación. Es el caso de José Ramón Plumed, de Azafranes Jiloca, que reconoció que en esta coyuntura internacional parece lógico que los azafranes de importación tengan que subir precios, aunque dudó del efecto que eso pueda tener en el mercado doméstico, sobre todo en los productores locales del Jiloca. “No sé qué efecto puede tener como para que se venda más, porque el azafrán de importación copa la gran distribución, sobre todo los supermercados e hipermercados, y ahí nosotros no estamos. No estamos nosotros ni ningún productor pequeño”, explicó Plumed que detalló que en ese nicho comercial “entran las empresas que traen de importación y directamente lo envasan y lo colocan allí”.
Además, la fortuna no ha jugado a favor de los productores turolenses que, precisamente, este año ha recogido una cosecha irregular tanto en la cantidad de producto como en su calidad después de un otoño demasiado cálido que no ha favorecido el ciclo habitual de la flor de azafrán.
Así, y sin caer en un excesivo pesimismo, los productores dudaban del efecto la situación en el mar Rojo termine por favorecerles. “Ojalá nos equivoquemos y se note y tengamos más demanda, pero no esperamos que haya más que una pequeña alza del precio del de importación”, insistió Plumed.
Precios
Según fuentes del sector, el gramo de azafrán del Jiloca tiene un precio de mercado mayorista de 12 euros por gramo, mientras que el de importación se está vendiendo a una cuarta parte por lo que aunque el producto de ultramar experimente una subida importante seguirá siendo más competitivo en precio que el producto local. “Sigue habiendo una diferencia que tampoco lo veo yo sensible como para decir que nos va a haber clientes que gasten del otro que se cambian al nuestro por esa diferencia”, dijo Plumed.
Aunque los datos correspondientes a las importaciones de azafrán de los meses de enero y febrero no están todavía disponibles, en los meses de noviembre y diciembre el importe de estas compras se multiplicó a más del doble respecto a las cifras del otoño pasando de los 2,6 y 2,9 millones de euros de septiembre y octubre a los 6,1 y 5,6 de noviembre y diciembre, respectivamente.
La situación del tráfico de mercancías en el mar Rojo promovió que los grandes supermercados y empresas españolas integrados en la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc) anunciara en un comunicado el pasado mes de enero de que esa crisis se iba a notar en la cadena de valor del gran consumo al verse obligadas las navieras a buscar una ruta alternativa, más larga y hasta tres veces más costosa.