El Ayuntamiento de Calamocha recupera la ribera del río con una moderna técnica de bioingeniería
Esta metodología es la primera vez que se aplica en la provinciaEl Ayuntamiento de Calamocha está acometiendo la recuperación medioambiental de la ribera del río Jiloca a su paso por la localidad con las técnicas Krainer de bioingeniería. Es la primera vez que se utiliza esta técnica en la provincia.
El coordinador de la Fundación San Roque, Emilio Benedicto, explicó que la recuperación del paseo fluvial pasa, en una primera fase, “por el asentamiento de los taludes del río, muy erosionados en la última década, pues ponían en riesgo la propia existencia de los caminos y senderos”.
Emilio Benedicto reseñó que se encomendó la obra a la Fundación san Roque, donde están representadas diversas instituciones de Calamocha. “Tras numerosas deliberaciones, se optó por recurrir a las técnicas de la bioingeniería. Con la ayuda financiera del Ayuntamiento y ADRI se contrató a una empresa vasca para la construcción de 70 metros de muros Krainer en las zonas más afectadas por la erosión”.
Añadió que esta empresa ha estado trabajando en la primera quincena de abril, dejando la obra ya terminada. “Este tipo de muros, construidos con una base de sillería y troncos de pinos, son efímeros, y permiten a medio plazo la recuperación de los taludes de forma natural. Consisten en una estructura de madera que evita la actual erosión y que, al mismo tiempo, sirve de nido para el crecimiento de nuevos árboles.”
En el momento de su construcción se han plantado más de 1.200 estacas de diversas especies de sauces. Dentro de 20 ó 25 años, las estructuras artificiales de madera habrán desaparecido, siendo sustituídas por un soto natural de sauces.
En una segunda fase, expuso Benedicto, que ya ha comenzado mediante un taller de empleo conveniado con el Inaem, se pretende recuperar y acondicionar los caminos y senderos. “Las intervenciones consistirán en la mejora de la accesibilidad de aquellas zonas ya acondicionadas, eliminando las barreras arquitectónicas existentes, y en la construcción, donde no existe actualmente, de un sendero delimitado con bordillos, base de zahorras y pavimento terrizo”.
Benedicto comentó que con estas obras se pretende facilitar su uso a las personas con necesidades físicas, tanto a miembros de la tercera edad como a parejas con coches de niños.
Entre el sendero y los taludes del río se levantará una valla de madera, que servirá tanto para evitar los peligros a los ancianos y niños, como para delimitar los espacios de los sotos fluviales naturales. Estas obras durarán varios meses, prácticamente hasta el verano, avanzó el coordinador de la Fundación San Roque.
La tercera fase, que se iniciará en el próximo otoño, consistirá en la reforestación de aquellos espacios del río más degradados mediante la plantación de sauces, alamos negros, fresnos, olmos y nogales, junto con otras especies habituales en el valle del Jiloca.