De coser en Cedrillas pantalones para una sastrería de Madrid a hacer batas para el médico del pueblo
Las mujeres de la fábrica textil ponen sus conocimientos y máquinas al servicio de los sanitariosEn tiempos de crisis todo el mundo tiene que arrimar el hombro. En Cedrillas lo tienen claro y por eso no han dudado en echar una mano para proteger a los sanitarios del centro de salud, esos que siempre les atienden cuando están enfermos pero que ahora son más fundamentales aún para hacer frente al Covid-19. Por eso, todos los sectores han respondido a la petición de material que han hecho los médicos, que ahora ya cuentan con prendas desechables procedentes de los secaderos que hay en la localidad, que han donado calzas, manguitos y batas de usar y tirar.
También Pili y Puri Mor Liberos, de la empresa textil, están colaborando con la causa y, con un patrón que les pasó una médica y las sábanas donadas por el Hostal Casa Ramiro y por la Residencia de Ancianos de Cedrillas, están fabricando las batas que protegen a los sanitarios del pueblo. De momento han hecho una docena porque necesitan más tela de algodón. El ayuntamiento ha encargado 30 metros y, si las dos modistas no dan abasto, pueden echar mano de las mujeres del pueblo con nociones de costura, que también se han ofrecido.
Sus máquinas están acostumbradas a coser pantalones de caballero para una sastrería de Madrid, pero ya hace semanas que los encargos no les llegan y han decidido que sigan dando puntadas, pero ahora con hilo blanco y para una causa solidaria.
Eduardo Comas, médico en el centro de salud de Cedrillas, señala que van muy justos de material, sobre todo en los hospitales, donde la protección debe ser mayor porque hay casos de coronavirus. De momento ellos están utilizando los materiales que les han donado los jamoneros y también se han hecho algunas batas con bolsas de basura: “No es material profesional, sino para salir del paso”, dice. Él es el encargado de atender a los ancianos de la Residencia de Cedrillas, donde no hay ningún caso de Covid-19, pero el facultativo debe protegerse para no poner en riesgo a los ancianos.
Las batas de los jamoneros, que son de material plástico y las de tela que les están haciendo en la fábrica textil del pueblo se usan una encima de la otra ya que la de tela se puede lavar para desinfectar. El médico señala que no reciben material oficial y que han conseguido la donación por parte de varias empresas de mascarillas homologadas.
Pili Mor apunta que aunque un pantalón de caballero no tiene nada que ver con las batas, no es complicado para ellas. “El problema es el tejido, no tenemos”, lamenta, por eso esperan ansiosas el pedido del Ayuntamiento.