Condenado a doce meses de prisión por un delito continuado de maltrato animal en Utrillas
El acusado tenía abandonados a varios perros y dos de ellos murieron por malnutriciónEl Juzgado de lo Penal de Teruel ha condenado a un hombre a la pena de doce meses de prisión por un delito continuado de maltrato animal, ya que tenía varios perros abandonados en unas instalaciones inadecuadas en el término municipal de Utrillas y dos de los animales murieron a causa de la malnutrición.
Los hechos juzgados se destaparon a finales de 2019 y los instruyó el Juzgado de Calamocha, que abrió juicio oral para su celebración en el Juzgado de lo Penal de Teruel, aunque la vista no fue necesaria ya que hubo un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía y la defensa del acusado al reconocer este los hechos que se le imputaban.
Inicialmente el ministerio público pedía más pena privativa de libertad, hasta 3 años de cárcel en total, al imputarle dos delitos diferenciados por cada uno de los perros que murieron, además de otros dos por sendos animales que sufrieron grave desnutrición, hasta tal punto que uno de ellos llegó a estar cerca de perder también la vida. Finalmente tras el acuerdo de conformidad alcanzado con la defensa, y después de que el acusado reconociera los hechos, el la Fiscalía calificó los hechos de un delito continuado de maltrato animal, previsto en el artículo 337.3 del Código Penal, y pidió la pena de doce meses de prisión, además de la prohibición de poder tener animales durante un tiempo, y la responsabilidad civil subsidiaria a favor de la entidad que tuvo que asistir a uno de los animales en peor estado.
El fallo del Juzgado de lo Penal condena por ello al acusado, además de los doce meses de cárcel, a dos años de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio relacionado con animales, y para la tenencia de los mismos. Junto a ello está el decomiso de los animales, que los cedió a otras personas, mientras que por la vía de responsabilidad civil el acusado deberá indemnizar con 3.106,99 euros a la entidad Covefar. La defensa solicitó la suspensión de la ejecución de la pena de privación de libertad, y la Fiscalía no se opuso por lo que no tendrá que ir a la cárcel.
La sentencia da por probado que antes del 7 de noviembre de 2019, el acusado era propietario de no menos de 16 perros que tenía en unas instalaciones precarias en un paraje del término municipal de Utrillas, “carentes de área de recreo al aire libre, aireación o ventilación, luz natural o artificial, lecho y una mínima limpieza de ningún tipo, incluidos los propios excrementos de los animales”.
La titular del Juzgado de lo Penal de Teruel argumenta que el acusado incumplió el cuidado de los animales tal como obliga la Ley 11/2003, de 19 de marzo, de Protección Animal en la Comunidad Autónoma de Aragón.
Abandonados en un recinto
Los perros estaban en dicho recinto en pésimo estado higiénico sanitario, además de no proporcionales el adecuado alimento y bebida para su sustento, ni les prestaba asistencia en casos de enfermedad o heridas. El fallo judicial establece que a pesar de esas obligaciones que por ley tenía el propietario, desde una fecha indeterminada omitió las mismas “deliberadamente” y “dejó sostenidamente en el tiempo de alimentar en cantidad suficiente a los perros y de prestarles la necesaria situación higiénico sanitaria, así como la asistencia veterinaria y alimenticia requerida para un mínimo vital”. Dicha conducta provocó lesiones graves en los animales y la muerte de algunos.
La sentencia detalla en concreto el destino que tuvieron trece perros del acusado como consecuencia de la omisión del deber de cuidado que tenía. Lo más grave fue la muerte de dos de los perros por malnutrición, provocada en uno de los casos “por una alimentación nula o insuficiente”, y en el otro por lo mismo, además de la “falta de atención veterinaria”.
En otro de los perros detalla el fallo judicial que sufrió una caquexia (desnutrición extrema) por falta de alimentación, y que en el momento de la intervención presentaba una condición corporal de “1 sobre 9, gran cantidad de pulgas y anemia”, lo que “llegó a poner en riesgo su vida”.
Un cuarto perro de los que tenía el acusado sufrió una mutilación consistente en cortarle las orejas o modificarlas, además de padecer una desnutrición con un estado corporal de 2 sobre 9, y después el fallo judicial detalla el estado en que se encontraban otros nueve canes, que sufrieron “malnutrición como consecuencia de no haber sido alimentados con una ración correcta y suficiente”.