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Concord Armengod, emprendedora en un taller de talla de piedra: Concord Armengod, emprendedora en un taller de talla de piedra:
Concor Armengod, en su taller de talla de piedra en Villarluengo. Cristina Mallén

Concord Armengod, emprendedora en un taller de talla de piedra: "Hay que defender que las mujeres podemos hacer todo lo que nos propongamos"

La artesana desarrolla actividad en Villarluengo
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Concor Armengod Ortín es una joven de 32 años que ha apostado por vivir en su pueblo, Villarluengo, y dedicarse a un oficio cuando menos curioso y poco habitual, la talla de la piedra. Ya lleva casi dos años como profesional. 
-¿Cómo descubrió el gusto por la talla de la piedra?
-Siempre me ha gustado. En mi familia siempre se han dedicado a la construcción, sobre todo a la construcción con materiales como la piedra y la madera. 
Entonces yo lo he vivido desde pequeña, tengo fotos y algún video de mi padre donde, con tan solo tres años, ya estoy picando piedra. Es algo que siempre ha estado presente. 
-¿Cuál ha sido su formación?
-He realizado diferentes cursos relacionados con la talla. El último, uno de talla directa que fui a recibir a León. 
-¿Y cómo se decidió a emprender y trabajar de ello? 
-Pues es que a mí me gusta mucho, disfruto ocupada en la talla, me relaja mucho. A veces me dicen: “No sé cómo tienes tanta paciencia”. Pues es que ni me entero de que pasa el tiempo, estoy relajada. 
Y si puedes vivir haciendo algo que además te permite disfrutar, pues oye. Por lo menos decidí intentarlo, porque no creas que es fácil. 
-¿Qué tipo de trabajos realiza?
-Pues normalmente cosas con detalles grabados. Hago muchos buzones personalizados, escudos heráldicos, sillares decorados para puertas y ventanas, claves para puertas adoveladas, ménsulas, chimeneas, placas con nombres de calles y números de casa, nombres de las casas…. Detalles de todo tipo. 
En Estercuel hice un cuadro para adornar una fuente, y en Calanda estoy haciendo un reloj de sol monumental en una plaza. 
Se pueden ver mis trabajos en mi web https://www.conartedetalla.com/nuestros-trabajos
-¿Qué tipo de piedra trabaja? ¿Es de la zona?
-Sí. Mi tío tiene una cantera de travertino, Travertino Nogal Montoro se llama, está en El Cantalar. Trabajo muchas veces travertino, que es una piedra muy dura, pero más a menudo piedra caliza. Otras veces también arenisca, pero normalmente caliza.
-¿Y qué es lo que más le gusta hacer?
-Sobre todo motivos vegetales, porque me da mucha libertad. Si me piden un buzón con un motivo concreto, o un escudo heráldico, o una talla que represente a una persona, no me puedo salir del modelo.  Aunque cuando hago un escudo, en los adornos, intento hacer algo vegetal, porque a mí me gusta y porque me da mucha libertad, la puedo tallar en la dirección que quiera, a veces pienso que será de una manera y acaba siendo de otra… 
Por ejemplo, también lo hago con algunos animales. He tallado un lagarto y a la cola le he dado la forma que me ha gustado.  
-¿Trabaja también tallando otros materiales?
-Si, la madera. La madera es más blanda y podría parecer más fácil de tallar, pero  la encuentro mucho más complicada de trabajar porque tiene vetas, y cuándo vas a favor de la veta se corta súper bien, pero cuándo vas a contraveta repela mucho, por eso es más difícil. 
La piedra tiene vetas y a veces se te puede romperlas tienes que tener tan en cuenta a la hora de trabajar. 
-¿Hay algún trabajo del que se sienta especialmente orgullosa? 
-La verdad es que de todos… Me gustan todos los que hago, les pongo mucho de mí. 
-¿Dónde podemos encontrar obra suya?
-Sobre todo en el Bajo Aragón, en Estercuel, Calanda, Andorra, Alcorisa, La Mata de los Olmos… Allí restauré algunos elementos de una fachada encalada que quisieron limpiar con chorro de arena y al ser arenisca se les fueron los dibujos. 
-¿Se siente cómoda trabajando en un oficio que, a priori, es mayoritariamente masculino?
-Entiendo que sea un trabajo en el que mayoritariamente se han empleado hombres porque es duro y se requiere fuerza, pero también mucha maña, y las mujeres lo podemos hacer perfectamente. 
Me siento orgullosa de hacer este trabajo, es una forma de que las mujeres nos empoderemos, y más en el medio rural, donde se nos relega a menudo a ciertos trabajos. Creo que hay que defender que las mujeres podemos hacer todo lo que nos propongamos y que en los pueblos se puede vivir muy bien haciendo lo que nos gusta.