Celadas recupera su pasado agrícola con la exposición de tractores y aperos clásicos
La plaza del Ayuntamiento reunió 40 máquinas, algunas de los años 50 del siglo pasado
Celadas echó la vista atrás recordando su pasado agrícola más cercano con la exposición de tractores clásicos y antiguos que se ha celebrado este sábado en la plaza del Ayuntamiento y en el que el número de estas máquinas se ha terminado disparando hasta los treinta vehículos y una decena de herramientas. La iniciativa se ha hecho coincidir con la celebración de San Isidro.
La actividad, impulsada por el agricultor, ganadero y quesero Antonio Andrés, quiere ser el germen de algo más grande. André, un auténtico enamorado de estos aperos del siglo pasado, ofreció a los visitantes que se acercaron a Celadas para contemplar estas bestias domesticadas una decena de unidades. La inquietud de Andrés impulsó que un buen número de vecinos terminase decidiéndose a desempolvar sus antiguos compañeros de fatigas para incorporarlos a la exposición.
La muestra ha despertado en su primera edición el interés no solo de los agricultores y curiosos de los municipios cercanos sino que también recibió la visita de un grupo de aficionados y agricultores de Calatayud y otro procedente de Zaragoza.
Aunque en un principio la exposición estaba prevista para una veintena de aparatos, entre tractores y aperos de labor, finalmente la feria ha crecido para conseguir reunir a más de 40 de estas máquinas.
Así, la plaza del Ayuntamiento de Celadas reunió a una treintena de tractores acompañados de máquinas antiguas, entre las que destacaban la atadora-segadora y la agavilladora.
“La gente de Celadas que tiene un tractor o algo de eso se fue animando y ha terminado sacando su tractorcillo”, explicó el impulsor de la muestra, Antonio Andrés. En esta edición toda la exposición ha salido de los garajes de los agricultores del propio Celadas aunque se espera que en sucesivas convocatorias se sumen profesionales de pueblos cercanos. “Son todo gente de Celadas y uno que viene desde Teruel con su tractor. Lo que queremos hacer el año que viene es que venga gente de los pueblos de alrededor con sus tractores”.
Entre las joyas que se expusieron destacaba un Lanz Ibérica de 1958 y un Fordson de un año antes, que se convirtió en la pieza más antigua del catálogo. “Es un Fordson fabricado en Inglaterra entre los años 1956 y 1957. De ahí salió la copia de Ebro en España con licencia americana de Ford”, señaló Antonio Andrés. Sin embargo, la pieza más antigua de cuantas se sacaron a la calle en Celadas “es una atadora segadora Mc Cormick”, propiedad de Andrés, que recuerda con orgullo que le “ha costado recuperarla durante un año” y que fue fabricada entre los años ‘40 y 1052 en Chicago, Estados Unidos.
Las máquinas comenzaron a llegar a la plaza el viernes por la tarde y se distribuyeron por marcas. Aunque varias unidades regresaron anoche ya a sus cocheras algunos de los expositores mantienen hoy sus piezas al aire libre para que los rezagados puedan contemplarlas.
